WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
POR: MARTIN VALMASEDA
CAPITULO
4
¿QUIEN PUEDE MÁS?
Seguimos la aventura de aquellos novatillos estudiantes. Después de que seño Cristina, dio las palmadas y los metió en la clase, todos discutiendo… Bueno, todos no. Todas las niñas unidas a las órdenes de Pili, entraban decididas a su primera conquista feminista: ellas querían jugar al futbol, con o contra los niños, pero no aparte…, o sí aparte, pero como sólo había un terreno de juego…Ya verán lo que pasó.
Entraron y se sentaron los y las pequeñas. Se quedaron calladas y callados porque la profe había puesto una cara muy seria. Y empezó a hablar Cristina:
-“Me ha parecido oír que no le dejaban jugar a uno de ustedes”.
Le cortó la maestra: “¿que tú le dijiste?… y ¿quién eres tú para decir quién puede o no puede jugar? En ese momento se dió cuenta el niño mandón de que lo habían pillado. Encogió la cabeza entre los hombros -dijo en voz baja:” Es que yo quería ganar”.
Cristina aprovechó el momento: “Claro Rober (el niño se llamaba Roberto) eso es lo que pasa en el mundo, que todos quieren ganar por encima de los demás.? ¿ No se han dado ustedes cuenta que en estos días hay por las calles de Guatemala muchos militares con fusiles, carros, metralletas,…?
El ingenuo de Willy saltó alegre: ¡sí seño Cristina, yo el otro día quise agarrar un fusil, pero mamá no me dejó!
Y la maestra: ¿para qué son los fusiles?
Willy: para disparar, pam, pam, pam!
Ella.-y para matar ¿a quién se mata?
Dijo Rober: a “los malos.”
Allí habló una niña: “y a los buenos…A mi primo que era muy bueno y trabajaba ayudando a la gente un día…(la pequeña no pudo seguir, se le saltaron las lágrimas)…
La maestra cortó la conversación:” No hay que matar a nadie ni a buenos ni a malos. En este mundo tienen que desaparecer los fusiles, las bombas, los cañones … y tiene que llegar la… (se quedó callada Cristina) y los niños primero uno y luego poco a poco todos dijeron: “ la paz… la paz… la paz la paz…”
Siguió ella. “ Y no hay paz porque muchos quieren mandar y quitar a los otros que mandan…y a los menos fuertes les dejan fuera.
Se escuchó una voz entre las niñas: ¡como a Chepito!
Todos los pequeños rieron, hasta Chepito que dijo :”¡pero yo sé saltar y agarrar la pelota y los caramelos!
-¿Eso quería yo decirles niños que cada uno de nosotros y nosotras valemos para una cosa y podemos aprender otras. Por ejemplo, Chepito salta, las niñas pueden jugar muy bien al fútbol y los niños pueden jugar a las cocinas y hacer la comida en casa.