Arquidiócesis de Manaos realiza el 29º Grito de los Excluidos
Cardenal Steiner:
"Elevar el grito para que la vida sea cuidada, preservada"
Cardeal Leonardo
Steiner
"Poco a poco vamos
teniendo políticas públicas que ayuden a superar nuestros gritos de aflicción,
de dolor, pero también nuestros gritos de pecado en nuestra sociedad"
"Cada Grito de los
Excluidos es una iluminación, cada Grito de los Excluidos es un intento de
comprender mejor que en nuestra sociedad nuestros hermanos y hermanas tienen
una oportunidad de vivir juntos, tienen una oportunidad de ocio, tienen una
oportunidad de cultura, tienen una oportunidad de educación, tienen una
oportunidad de salud"
"Estas personas
que están aquí son una resistencia dentro de una dinámica de fe que se está
resumiendo en cultos, liturgia y devociones"
Luis Miguel
Modino, corresponsal en Latinoamérica
La vida en primer lugar
es el pedido que el Grito de los Excluidos hace todos los años, palabras que el
Cardenal Leonardo Steiner gritó junto a los presentes al inicio de la
celebración eucarística que abrió el 29º Grito de los Excluidos en la
Arquidiócesis de Manaos. El arzobispo de Manaos recordó que se trata de
"la vida que viene de Dios, que recibimos de Dios, la vida de cada
hermano, de cada hermana, la vida que es la Creación, la vida que nos rodea, la
vida que es cada uno de nosotros, un don de Dios, así que la vida en primer
lugar".
Arquidiócesis de Manaos
realiza el 29º Grito de los Excluidos
Cardenal Steiner:
"Elevar el grito para que la vida sea cuidada, preservada"
Integrar a quienes
viven al margen
La celebración contó
con la presencia del obispo auxiliar, Mons. Tadeu Canavarros, representantes
del clero, de la vida religiosa y de las pastorales y movimientos, que, en
palabras del cardenal, se reunieron para "elevar el grito para que la vida
sea cuidada, preservada, y para que tantos hermanos y hermanas que viven al
margen, excluidos, sean integrados, vivan en fraternidad".
El arzobispo de Manaos,
recordando las palabras del Evangelio del día, dijo que Jesús sabía que la vida
era lo primero, afirmando que "por eso fue al encuentro, entró en la barca
vacía, en el trabajo vacío de una noche, porque quería, deseaba, mostrar a los
discípulos que la vida era lo primero". Según el presidente del Regional
Norte1 de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Jesús
"enseña a partir del trabajo, de la decepción, de las ganancias
infructuosas, de las capturas no realizadas", y dice que la vida es lo
primero, lo que llevó a los discípulos a echar de nuevo las redes y pescar una
enorme abundancia de peces.
Superar los gritos de aflicción, dolor y pecado
Según el Cardenal
Steiner, "hemos llegado al 29º Grito de los Excluidos y a veces tenemos la
impresión de que la barca sigue vacía. Tantas manifestaciones en todo Brasil,
tantos gritos levantados, tantos gritos resonados, y a veces tenemos la
impresión de que nos quedamos en el vacío del trabajo, en el vacío del
grito", insistiendo en que no es así. El arzobispo destacó que "en
todas nuestras manifestaciones, siguiendo a Jesús, siempre estamos volviendo a
levantar la voz, siempre estamos recordando, siempre estamos siendo enviados al
lugar de nuestras dificultades y problemas, estamos como despertando, poco a
poco vamos teniendo políticas públicas que ayuden a superar nuestros gritos de
aflicción, de dolor, pero también nuestros gritos de pecado en nuestra
sociedad".
El purpurado señaló que
este año estamos recordando el hambre, denunciando que "también es grande
en nuestra ciudad de Manaos", destacando la generosidad de las
comunidades, personas y empresarios, una ayuda que, sin ella, "estaríamos
pasando necesidad y todavía tendríamos barcos vacíos". Esta ayuda y
generosidad ha contribuido a reducir el hambre, "porque todavía no hemos
conseguido superarla en nuestra ciudad, debido al elevado desempleo y a la
continua llegada de personas en nuestra sociedad".
Diferentes hambres
El cardenal Steiner
insistió en que "hay otras hambres que todavía no hemos conseguido
superar, y tenemos que recordarlas, tenemos que gritarlas", recordando el
hambre de salud, el hambre de ocio y de lugares de encuentro, el hambre de
cultura ante la riqueza de culturas, subrayando que la cultura es expresión de
vida, de anhelos, sueños y relaciones. El arzobispo dijo que "no estamos
aquí para protestar, sino para decir, para iluminar, para gritar las
necesidades, para que la oscuridad se haga luz", recordando las palabras
de la primera lectura del día.
"Cada Grito de los
Excluidos es una iluminación, cada Grito de los Excluidos es un intento de
comprender mejor que en nuestra sociedad nuestros hermanos y hermanas tienen
una oportunidad de vivir juntos, tienen una oportunidad de ocio, tienen una
oportunidad de cultura, tienen una oportunidad de educación, tienen una
oportunidad de salud", según el presidente del Regional Norte1. "Si
la vida es lo primero, ¿qué ha sido de nuestros bosques? ¿Qué ha sido de
nuestros arroyos hediondos?", se preguntó el cardenal, denunciando que se
arrojan residuos a los ríos de la Amazonía.
Cuidar las aguas y
bosques
Por eso pidió "la
vida en primer lugar, también con el medio ambiente, también con nuestras
aguas, también con nuestros bosques", denunciando que "nuestros
bosques están siendo destruidos, nuestros ríos están siendo tomados por el
mercurio". Preguntándose qué estamos haciendo, pidió que "al menos
lancemos el grito de que la vida es lo primero". Dijo que algunas
comunidades ribereñas están en peligro de muerte por el mercurio que ingieren a
través del pescado y el agua.
El cardenal Steiner
pidió que "este 29º Grito nos ayude a ser el Reino de la Luz, y a seguir a
Jesús, a no tener miedo a la decepción, a no tener miedo a las contrariedades,
a no tener miedo a no tener frutos, a seguir a Jesús, a echar las redes, a
hacer nuestro grito, para que poco a poco se instaure el Reino de la Verdad y
de la Gracia, el Reino de la Justicia, del Amor y de la Paz", insistiendo
en que "estamos necesitados de paz porque estamos necesitados de
justicia".
Resistencia y
persistencia
El Grito, que recorrió
las calles de la ciudad de Manaos encabezado por el cardenal Steiner, quiere
mostrar según el padre Alcimar Araújo, vicepresidente de Caritas
Arquidiocesana, "la gran importancia de la resistencia, de la persistencia
y de creer en una sociedad más justa, fraterna y solidaria". Recordó que
"en estos momentos que atravesamos, con una democracia vilipendiada,
irrespetada y destruida, es muy importante que permanezcamos en las calles y
que hayamos garantizado el mantenimiento de la democracia a través del voto y
de la resistencia".
El padre Alcimar reflexionó que "estas personas que están aquí son una resistencia dentro de una dinámica de fe que se está resumiendo en cultos, liturgia y devociones". Dijo que "todo esto es importante, pero no puede estar alejado de la vida, de las necesidades y de la dignidad de las personas". Recordando el tema del Grito, insistió en que "toda la vida de la Iglesia, todo lo que hacemos tiene como objetivo fundamental la vida, quiere valorar la dignidad de la vida, dar espacio, oportunidad a la vida de las personas".
Alimentarnos de la
mística de profecía y liberación
Destacando la
importancia de estar en el Grito, insistió en que "como Archidiócesis de
Manaos, queremos alimentarnos de esta mística de profecía, de liberación, de
construir relaciones más fraternas, y también sensibilizar tanto al pueblo como
a las autoridades para que podamos hacer una sociedad mejor". Por eso, el
sacerdote destacó que "si las autoridades entendieran que la política es
vida, es justicia, es transparencia, es participación, es derechos, es salud y
vivienda digna para todos, es verdad, es participación. Si realmente
entendieran y representaran a la gente que los puso ahí, podríamos vivir en un
país mejor".
El vicepresidente de Cáritas denunció que representan a los que tienen dinero, pero no a las necesidades de la gente, por lo que "estar aquí en la calle es muy importante, es un signo de resistencia, es un signo de profecía, pero también de ternura y de creer en la dignidad de la vida y en la justicia".