Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

20 de septiembre de 2023

PALABRAS A VOLEO: SEMILLA

 MARTÍN VALMASEDA

Semilla. Esta  palabra se  está  poniendo  de  moda  en  los  ambientes  ciudadanos  de  Guatemala. En  el  campo,  en  las  aldeas, siempre  se  ha  vivido  enterrando  semillas  y  esperando  con  paciencia  que  vuelva a  salir  al  aire  convertida  en milpa  de maíz,  en  espiga  de  trigo.  Semilla  es  símbolo  de  paciencia.  Con  ese  sentido  Jesús  de  Nazaret  hablaba  de  ella.  Los  seres  humanos  la  sembramos  pero,  qué  lento  es  el  crecimiento,  cuando  ese  pequeño  granito  muere  transformándose  en  muchos   granos.

Cuando utedes coman tortillas de  maíz  y  trozos  de  pan, 
antes  de  morderlos  quédenseurato  mirándolos  y pensando:  "esto  que  hace  
tiempo no fueron  más  que  semillas, que  echaron  a  tierra  campesinos,  muchas  veces  mal  pagados  en  una  tierra  que  no  era  suya"...    Después  de  meses allá fue creciendo  despacito... fue  creciendo  si  la  sequía  o  la  tormenta   no    destruían lo sembrado.

Yo  me  imagino  que  los  amigos  del  grupo  semilla,  muchos  estudiantes  o  trabajadores en  la  ciudad,  tendrán  el  mismo  sentimiento. Ellos se han  enterrado  en  el  asfalto  ciudadano  con  la  ilusión  de  ver  crecer  la milpa  de  un  país  nuevo,  con  alimentos,  escuela y  vivienda para mayores  y  pequeños... pero sienten como  si  unos  hombres  y  mujeres  con  botas  y zapatos  de  tacón, estén  intentando  pisotear  la  milpa  y  hacerla  estéril. 

Veo a los jóvenes y mayores de ese  grupo  "semilla"  como  valientes defensores  de la milpa en Guatemala,  defendiendo  lo  que  han  sembrado.

Piensen  en  los  políticos o  politiqueros  que  intentan  destruir  los  campos  de  este  país  con  minas  de  metales, con hidroeléctricas, y mandando  a  sus  hijos  a  estudiar  al  extranjero.

En algunas familias de España,  cuando  se  caía  el  pan  de  la  mesa, los  papás  enseñaban  a  sus  hijos  a  recogerlo  del  suelo  y  besarlo. Un  bonito  detalle.

Pero también vi en una residencia de estudiantes latinoamericanos, en Salamanca,  cómo  se  caían  trozos  de  pan  al suelo y  nadie  se  agachaba  a  recogerlos. La  cocinera  los barría  luego  para  tirarlos  a  la  basura.

Alguno   de  aquellos  estudiantes,  hoy  profesionales  o  políticos ¿estará  hoy  queriendo pisotear  la semilla  de  la  paz  que  en  Guatemala  intenta  el  pueblo  que  de  frutos  de  justicia?. ¡Semilleros guatemaltecos  sigan  adelante  ayudando a  crecer  la  milpa!