WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 8
UNA VISITA AL ARCA DE NOE
Un día cualquiera en el libro de lectura que usaban los niños y niñas en la escuela de seño Cristina, tocaba leer ese párrafo que cuenta cómo la tierra se inundó y un tal Noé que se enteró de lo que iba a suceder, porque Dios se lo dijo, pensó en hacer como un gran barco, sin velas ni remos, -un arca - y se metió en él con su familia y con una pareja de todos los animales que había en la tierra entonces, hace muchos, muchos años… y así se salvaron todos los bichos de la tierra.
Cuando terminó la lectura dijo Willy: “¡qué bárbaro seño!, ese barco sería enorme” …
Bueno- les dijo seño Cristi- esto es como un cuento, para ver el amor que debemos tener a los animales que Dios ha creado… tienen que saber que no todo lo que dice la biblia ha pasado de verdad, la biblia cuenta cosas que son consejos o son oraciones, otros son poesías y otros son cuentos como este que sirve para aconsejar el amor a los animales.
¿Entonces esto no es verdad? - preguntó Elenita, una niña muy interesada en la biblia que le leían sus papás.
Es verdad pero no como historia sino como consejo de cuidar las cosas del mundo, de toda la creación.
Pero hoy -dijo Willy - hay gente muy bruta que mata o hace daño a los animales.
La maestra aprovechó la ocasión: ”sí es muy triste y hoy hay que hacer lugares para cuidar a los animales. Si me prometen portarse bien podemos ir un día a Escuintla donde están los animales pero no en jaulas sino sueltos aunque no se pueden escapar.
Niñas y niños saltaron como si les hubieran tirado una bomba:”¡¡Sí sí seño, seremos buenos si nos lleva!!” No sabían ellos que la maestra había hablado con los papás y se había puesto de acuerdo para aquella excursión.
Una semana antes les hizo leer y dibujar animales de países lejanos y también habló con ellos de los tepescuintles, los corzos, los monos, los cochemontes los tucanes y quetzales que pocos habían visto aunque estaban en Guatemala.
No les cuento más. Se hizo la excursión los niños volvían emocionados y ella, seño Cristina siguió aprovechando la ocasión para abrirles más los ojos y el corazón.: “
Y ustedes, dijo, ¿qué bichitos tienen en su casa?
Jaimito, hijo de campesinos dijo que él, bueno, sus papás, tenían un caballo y dos vacas. ¡Se escuchó en los demás un hoooooooo!! de admiración! Todos los demás tenían perros, gatos, pajaritos…
- Y ¿los tratan bien?
- Sí claro seño
-Willy dijo. “Pero un día mí perro me mordió porque le retorcí una pata
- “Ah claro, tienen derecho a defenderse”
La maestra les encargo que al día siguiente le trajeran escrito (en frases cortitas, porque aún no sabían escribir bien) cómo eran sus animales mascota.
Y así terminó el día tan divertido de Willy y sus amiguitos y amiguitas…