El Hipócrita Concepto de Libertad para el Imperialismo
El concepto de libertad
para Washington y con ello lo que las empresas de ese país entienden, con el
lobby sionista detrás de sus acciones, refiere al sometimiento de los dictados
y decisiones que este contubernio trata de imponer al mundo. Una sociedad
formada para el crimen, una asociación ilícita destinada a delinquir y que ha
comprobado que el Comité de Asuntos Estadounidense-Israelí – AIPAC – es el
verdadero poder en las sombras en materia de política exterior de Estados
Unidos. La expresión más clara de esta idea es el ataque permanente contra la
República Islámica de Irán, en todas las áreas, incluyendo el tema de los
medios de comunicación y su limitación, prohibición y hasta clausura de los
accesos a las redes sociales, en virtud de las decisiones y objetivos de la
administración de turno y las presiones sionistas y sus medios de comunicación.
Así lo ha vivido, por
ejemplo, mostrando con claridad cómo actúa el imperialismo y el poder
hegemónico, las distintas cadenas de noticias gráficas, sociales, portales de
la nación persa, que sufre la censura, por parte de las empresas como Google y
Youtube, trayendo consigo a permanentemente el cierre momentáneo de sus cuentas
globales en una decisión inaceptable, mostrando que estas redes están sujetas
al control de intereses donde la libertad no es el bien más preciado. Esa
medida, junto a la cotidiana labor de presiones y ataques con Irán tiene la
misión, de acallar a las voces disonantes, a aquellas que muestran lo que
medios occidentales no desean exponer una guerra destinada a censurar a voces
diferentes, apuntando a medios alternativos, que luchan por mostrar una
realidad no manipulada.
Junto a lo mencionado
está el plan maestro de Washington de intentar silenciar la voz de Irán en
defensa de su soberanía como ha sido tarea fundamental, sobre todo tras la
firma del plan integral de Acción Conjunta – JCPOA por sus siglas en inglés –
que Washington abandonó en forma violatoria, borrando con el codo aquello
firmado con la mano. En el caso de Google, la mencionada compañía, principal
subsidiaria de la multinacional estadounidense Alphabet Inc. cuya
especialización son los productos y servicios relacionados con Internet,
software, dispositivos electrónicos y otras tecnologías; impone permanentemente
restricciones a las cuentas de los medios y portales iranies, tanto en las
plataformas en Youtube como en Google Plus. La excusa fue que Hispantv habría
violado los términos de Google en materia de envío de spam – basura -
contenidos publicitarios y solicitudes en masa. Todas ellas argumentos falsos y
claramente destinados a ejercer presión y atacar a medios que se oponen a la
hegemonía global.
Resulta evidente que al gobierno estadounidense le resulta incómodo un país soberano como Irán. Le es “enojoso” en su política hegemónica, encontrar un rival que es capaz de enfrentarlo en el mismo terreno y derrotar a sus aliados, como ha sucedió en la guerra de agresión contra Siria e Irak, donde el Eje de la Resistencia ha sido una pared donde se ha estrellado la triada conformada por el imperialismo, el sionismo y el wahabismo saudí. Al mismo tiempo que el Plan integral de Acción Conjunta – JCPOA por sus siglas en inglés – ha mostrado la fortaleza persa en materia de llevar a cabo un programa nuclear en función de sus objetivos nacionales, mostrando al mundo que el único que no cumple con los acuerdos establecidos entre el G5+1 e Irán, es precisamente el gobierno estadounidense, que no acepta, que no asimila que términos como soberanía y dignidad aún están presente en muchos pueblos del mundo.
Al margen de censuras y si estas son totales o transitorias, la libertad para Washington representa un concepto vacío. Un término carente de significado en el ámbito de la soberanía y la dignidad al oponerse a los dictados de esta potencia mundial en lo que se refiere a las relaciones entre los pueblos. La libertad para este país, su administración de gobierno y la cultura que lo domina, sólo entiende la elección entre sus posturas (por tanto, la sujeción) o tener que enfrentarse a su furia, decisiones, presiones y ataques en todos los ámbitos. Es la mera voluntad de decidir si quieres ser su amigo o su enemigo. No hay posibilidad de una elección independiente de su vasallaje. El modelo capitalista que anima el supuesto albedrío que lleva aparejado este sistema, es simplemente la expresión de un modelo tiránico, explotador y agresivo. Para el analista estadounidense Noam Chomsky “La ideología del capital, expresado por el neoliberalismo, sostiene que la libertad aumenta cada vez más, mientras que en la práctica aumenta la tiranía. El neoliberalismo es la tiranía y tanto el Partido Republicano como el demócrata, sin excepción, dedican sus esfuerzos a destruir la vida humana.
El neoliberalismo de
Estados Unidos se ha aupado el interés del capital por encima del interés del
pueblo, evidenciando una reducción democrática, que ha provocado e
intensificado la desigualdad. Mientras que el capital y los capitalistas gozan
de total libertad y protección”. Años atrás, este reconocido lingüista y
analista político sostuvo en una interesante conferencia magistral en la Sala
Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño en Caracas “Si eres crítico con la
política, eres antiestadounidense. En Estados Unidos el sistema socioeconómico
está diseñado para que el control de los medios esté en las manos de una
minoría, dueña de grandes corporaciones…lo que trae como resultado que debajo
de la supuesta libertad de expresión se encuentran siempre los intereses
financieros de esos grupos. En estados Unidos se vive una monopolización de los
medios principales por parte de entidades privadas y corporativas, lo que
restringe de forma radical la posibilidad de expresar opinión y proporcionar
información". Certeras palabras que siguen teniendo plena vigencia.
En el plano descrito,
indudablemente, cualquier posición independiente de la hegemonía estadounidense
representa un peligro para el gran capital, el complejo militar-industrial y
los sostenedores esenciales de este ente como es el lobby sionista en Estados
Unidos, Francia y Gran Bretaña, esencialmente. Dueños de grandes corporaciones
mediáticas, convertidas en manipuladoras de la información, creadoras de
matrices de opinión y sobre todo en desviar la atención de los grandes temas en
función de los intereses políticos, económicos y militares de Estados Unidos y
sus aliados. Un sionismo que está detrás de las medidas de censura de aquellos
medios que lo muestran como lo que es: una ideología colonialista, racista y
criminal.
Junto con ellos existe
un fondo de inversión de enorme riqueza: The Vanguard Group, que mueve
inversiones por más de 400 mil millones de dólares en el mundo, dentro de la
que se incluyen empresas como Google, Facebook, Twitter – hoy X - Time Warner,
Monsanto, Coca-Cola, Apple, Goldman Sach, Pfizer, Viacom Inc. Que a su vez es
dueña de CBS entre otras. Una empresa donde la familia Rothschild a través de
Rotschild Asset Management Inc. y otras subsidiarias tiene una participación
mayoritaria. A lo que se une las compañías de esta familia en amplias ramas de
la economía y las finanzas: JP Morgan Chase & Co. Societe Generale. Lehman Brothers Holdings Inc. BNP
Paribas. Walt Disney, Boeing entre otras. Hablar de Vanguard
Group es dar cuenta de una corporación voraz con enorme poder político,
económicos, con millones de dólares destinados al lobby para imponer
condiciones leoninas a los pueblos y así favorecer a las grandes empresas de
las cuales es su holder principal. Una compañía que lo mismo se mueve en el campo
de los transgénicos, que de los medios de comunicación y empresas de cine e
industria alimenticia. Vanguard Group es parte esencial de la denominada Red de
Control Corporativo Global.
Las críticas a esta
información suelen venir precisamente de aquellos que son parte de este círculo
de poder. Labor que realizan, ya sea: minimizando el dominio real de
corporaciones transnacionales como la mencionada precedentemente o acusar que
se trata de teorías de la conspiración, que sólo alientan la desconfianza en los
marcos de libertad económica y política en que el neoliberalismo se mueve. A lo
consignado se suma la labor de dar cobertura discursiva a sus políticas de
agresión, que es el eje que consolida este imperio basado en la fuerza. Tal es
el caso de la Hasbará sionista, por ejemplo, una política de propaganda
implementada por las autoridades del régimen israelí, para minimizar las
críticas frente al sistema de apartheid implementado contra el pueblo palestino
desde mayo del año 1948 a la fecha que es cuando se funda la entidad sionista
sobre los territorios otorgados por las Naciones Unidas mediante la Resolución
N° 181 de noviembre del año 1947 y que este día 29 conmemoró sus 70 años de
infausta ocurrencia.
Una Hasbará destinada a
“explicar las políticas del régimen israelí y fomentar la limpieza de su
imagen”. Esta Hasbará dispone de su propia infraestructura y radica en la
oficina del primer ministro israelí y en unidades específicas de diversos
ministerios que despliegan sus esfuerzos mediáticos – entre ellos su particular
lucha contra medios de comunicación críticos del sionismo como es el caso de
Telesur, Al Manar, Annur TV, Hispantv entre otros – hablamos del Ministerio de
Asuntos Militares, de Asuntos Exteriores y de Turismo incluyendo la Agencia
Judía Israelí. Esta burocracia recluta “periódicamente voluntarios dispuestos a
realizar trabajos de hasbara, es decir de propaganda, en los medios de
comunicación occidentales”.
La puesta en marcha de
la Dirección Nacional de Informaciones Israelí y su política de Hasbará, con
presupuesto secreto ha significado, por ejemplo, la creación de entidades que
comenzaron a operar en todas las regiones del mundo, con especial énfasis en
África y América latina. Esto, porque el Lobby Judío en Estados Unidos, Francia
e Inglaterra tiene tal poder y manejan medios de comunicación tan evidentes,
que determinaron el enfocarse y destinar esfuerzos a aquellos gobiernos y
sociedades de países donde ese lobby judío es menos fuerte y requiere forzar a
los políticos de esos países y sus medios de comunicación a difundir el mensaje
sionista.
El Neoliberalismo,
pretende limitar la intervención del Estado, jibarizarlo y generar la irrupción
de multinacionales en las economías de los pueblos, dejando todo al supuesto
arbitrio de los actores particulares; un Imperialismo que teme la libertad y se
intimida ante la soberanía de los pueblos. Y como sucede, igualmente, con el
sionismo aterrado ante la posibilidad de perder sus privilegios y pagar por sus
crímenes. Las empresas que secundan las políticas de estas ideologías y
prácticas totalitarias son simples títeres de un poder que tiene que morir, de
una supremacía que se espanta ante los canales alternativos de información, que
escapan a su control y directrices y que día a día ayudan a desarmar su otrora
omnipotencia.
Un poder global que
cada día pierde espacios y da manotazos de ahogado en la idea de poder seguir
aferrado a aquello que se le escapa, que ya no puede ejercer ese control total.
Para eso usa estas herramientas, para ello se basa en estas plataformas en
línea y las obliga a censurar, a establecer decisiones atentatorias contra la
libertad de expresión y de información, con un apetito hegemónico que parece
insaciable. Resulta indudable que las políticas del sistema hegemónico buscan
sembrar la discordia entre los pueblos Las políticas del sistema hegemónico
buscan crear inseguridad, desinformación, acallar las voces disonantes del
modelo que se pretende imponer coartando la libertad de los pueblos.
El ayatolá Jamenei en
un mensaje fuerte y contundente ha señalado que el mundo en general y las
sociedades musulmanas en particular deben evitar la desunión y que se hace
necesario “cerrar filas para encarar a su enemigos más importantes y
despiadados que son el sionismo y el imperialismo, de los cuales dijo, en
complots y guerras quieren ver a los musulmanes diezmados, desunidos y
contrapuestos en guerras étnicas, locales y regionales.” Lo que señaló como el
principal cáncer fue la entidad sionista, que se encuentra, dijo, en el corazón
geográfico del mundo islámico. Y el principal tejido a salvar de ese cáncer es
Palestina, con la que pidió a los musulmanes reflexión para unirse y para
salvarla.
Y, en esa tarea los
medios de comunicación alternativos son un camino de solución al imperio y
dictadura de la manipulación y desinformación. Alternativos al poder global,
valiosos instrumentos de lucha y contra ellos ese imperialismo y el sionismo
dirigen sus dardos. En este marco de acción contar con medios de información y
cultura sobre lo que es el mundo del islam, es un puente valiosísimo para
promover el acercamiento cultural entre el mundo islámico y Latinoamérica,
donde también resulta ser una alarma fundamental en la lucha ideológica,
política y comunicacional. La solución es avanzar hacia la definitiva
independencia en materia de acceso a la información, en el uso de redes
sociales, en tecnologías que no estén asociadas a Estados Unidos, sus
corporaciones trasnacionales y sus títeres regionales que no creen en la
libertad. La solución es acrecentar la plena soberanía de nuestros pueblos en
una lucha sin cuartel contra sus principales enemigos: el Imperialismo y el
sionismo. La muerte de ambos es la vida de la inmensa mayoría de la humanidad.
Pablo Jofre Leal
Artículo para Segundo Paso ConoSur