MARTÍN VALMASEDA
Esta vez lanzamos al aire, una "palabreja" que antes no se usaba y ahora aparece por cualquier rincón. Necesitamos explicarla para muchos que seguramente ni la usan. Miren:
El término paradigma se
origina en la palabra griega παράδειγμα [parádeigma] que en griego antiguo
significa "modelo" o "ejemplo". A su vez se divide en dos
vocablos παρά [pará] ("junto") y δεῖγμα [deīgma]
¡Hala! ahí
lo tienen para
confundirles más.
De toda
esta explicación destacamos
lo que decían los
griegos, que se complicaban menos
la vida: paradigma
era para ellos
modelo o ejemplo.
Entonces ¿por qué
no decimos modelo y nos dejamos
de paradigmas?
Si usted
o yo decimos por
ejemplo (o por paradigma). Pepito es
muy estudioso y trabajador,
sirve de paradigma a sus
compañeros... Seguro que alguien se
nos queda mirando y
nos pregunta: ¿sirve de
qué?...
De paradigma - les decimos
¡Ah sí ! que Pepito es el niño modelo...
Pero parece
que no, que
paradigma no se
emplea así para
niños, ni para mayores
sino para situaciones sociales,
por ejemplo un paradigma
del tiempo actual es la
educación utilizando las técnicas digitales, o
sea que está de
moda.
Los que estudian la cultura actual, nos dicen que antiguamente los paradigmas duraban cientos de siglos, pero actualmente cambiamos de paradigma en pocos años. Los monos, nuestros antepasados, anduvieron por las ramas siglos y siglos hasta que bajaron de los árboles y poco a poco fueron el homo sapiens...
Hoy el ser
humano católico sigue, o
seguía, el paradigma de ir a
misa los domingos y fiestas de guardar pero
en estos tiempos, los templos de hace unos
siglos se van
quedando rápidamente vacíos. La teología de
hace unos cuantos
años se transforma de modo que
escandaliza a los conservadores,
que no aceptan el
cambio de paradigma
y se asustan de que
cosas que eran
pecado; cuando eran jóvenes,
ahora ya no
lo son... Costumbres, paradigmas que
regían la vida
hace poco tiempo ahora
ya "no se
llevan."
¿Qué costumbres, qué pensamientos, qué paradigmas esperan a las próximas generaciones que nosotros, los viejos ni nos olemos o sólo sospechamos? Por lo menos no pongamos obstáculos a los paradigmas que ya asoman en lontananza.
No seamos aguafiestas