Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

2 de noviembre de 2023

EVANGELIO DOMINGO 5 -Noviembre -2023 (Mateo 22, 34-40)- Reflexiones Pagola

 

En aquel tiempo, Jesús habló a las multitudes y a sus discípulos, diciendo: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame 'maestros'.

Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque no tienen más que un Maestro, y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen 'padre', porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar 'guías', porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido". (Mateo 22, 34-40)

CONTRIBUIR A LA CONVERSION DE LA IGLESIA

No son pocos los que se han alejado de la fe, escandalizados o decepcionados por la actuación de una iglesia que, según ellos, no es fiel al evangelio ni actúa en coherencia con lo que predica. También Jesús crítico con fuerza a los dirigentes religiosos: <<No hacen lo que dicen>>. Solo que Jesús no se quedó ahí. Siguió buscando y llamando a todos a una vida más digna y responsable antes Dios.

A lo largo de los años también yo he podido conocer, incluso de cerca, actuaciones de la Iglesia poco coherentes con el evangelio. A veces me han escandalizado, otras me han hecho daño, casi siempre me han llenado de pena. Hoy, sin embargo, comprendo mejor que nunca que la mediocridad de la iglesia no justifica la mediocridad de mi fe.

La Iglesia tendrá que cambiar mucho, pero lo importante es que cada uno reavivemos nuestra fe, que aprendamos a creer de manera diferentes, que no vivamos eludiendo a Dios, que sigamos con honestidad las llamadas de la propia conciencia, que cambie nuestra manera de mirar la vida, que descubrimos lo esencial del evangelio y lo vivamos con gozo.

La iglesia tendrá que superar sus inercias y miedos para encarnar el evangelio en la sociedad moderna, pero cada uno hemos de descubrir que hoy se puede seguir a Cristo con más verdad que nunca, sin falsos apoyos sociales y sin rutinas religiosas. Cada uno hemos de aprender a vivir de manera más evangélica el trabajo y la fiesta, la actividad y el silencio, sin dejarnos modelar por la sociedad, y sin perder nuestra identidad cristiana en la frivolidad moderna.

La iglesia tendrá  que revisar a fondo su fidelidad a Cristo, pero cada uno debemos verificar la calidad de nuestra adhesión a él. Cada uno hemos de cuidar nuestra fe en el Dios revelado en Jesús. El pecado y las miserias de la institución eclesial no me dispensan ni me desresponsabilizan de nada.

La decisión de abrirme a Dios o de rechazarlo es solo mía.

La iglesia tendrá que despertar su confianza y liberarse de cobardías y recuerdos que le impiden contagiar esperanza en el mundo actual, pero cada uno somos responsables de nuestra alegría interior. Cada uno hemos de alimentar nuestra esperanza acudiendo a la verdadera fuente.

Jose Antonio Pagola

Colaboración de Juan García de Paredes.