MARTÍN VALMASEDA
Tuvieron una mesa los apóstoles...
y los
que les siguieron en los primeros
siglos
pero nosotros hemos convertido esa mesa
en altar
-es más solemne -ustedes me
dirán-
-Sí
más solemne pero ya
no es comida fraternal-
-Entonces los
primeros no tenían ni
templo
sólo tenían casas donde juntarse para partir el pan.
Sobre el
altar se hacían sacrificios
partían animales.
Jesús se
entregó
como un
buen buen amigo
que
se "deja comer"
(se hizo
un trozo de
pan);
"lavando los pies a
sus muchachos" como
dice San Juan
señal de
servidor en torno
de la mesa.
A él
le gustaba comer
y beber bien
con los
amigos y los
menos amigos:
con los
fariseos
o con
los publicanos poco
recomendables;
y despues,
cuando el ya
no estaba,
se juntaban en mesas.
Las mujeres y
hombres que seguían
su camino,
¡el camino.!
Pero al paso del
tiempo
se ha
cambiado
la mesa
por altar
la sala por
basílica
los que
celebran juntos
en
torno de la
mesa
se han
cambiado por un
hombre que "dice "
lo que
hoy se llama misa.
La dice
para cinco, cien, quinientos o hasta
miles
pero aunque sean
doce
todos bien
alejados del altar
que por eso está
alto.
Escuchando la
misa
que "dice" un
sacerdote
y les da un trocito redondo
que , aunque dicen que es pan ,
parece cartulina.
Se ha olvidado la
mesa,
se ha olvidado la gente
alrededor
se olvidó
a la mujer
que sólo
sirve para lavar
mantel y corporales
ya no
se parte el
pan, salvo un trocito ,
no se
sabe por qué
y el vino
se olvidó porque
es caro comprarlo.
Se habla
en las canciones
de banquete eucarístico
¿a qué llaman banquete?.
No se
lavan los pies
más que una
vez al año
pero sin
que sea símbolo
del servicio a los
pobres
como hacía
Jesús todos los
días-.
Y al decir
al final de la
misa
que "pueden
irse en paz"
tal vez
algunos digan
menos mal: ya
cumplimos;
ya no
hicimos el pecado
mortal de los
domingos.
Y ustedes ¿se acuerdan
de la mesa
donde
el pan se partía
en memoria de Él
por hombres y mujeres
que no eran sacerdotes?
CAUCE