WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 15
LOS CAMBIOS TODOS Y LOS
DE CADA UNO
Desde que Willy, empezó
a estudiar se fue dando cuenta de que iba teniendo suerte con los profesores y
maestras que estaba encontrando. Hay maestros que sólo son enseñantes
memoristas. Desde que aparecen en clase su preocupación es conseguir que los
alumnos se sepan la lección, y se la sepan de memoria para aprobar los
exámenes. Pero Willy se iba dando cuenta que tanto seño Cristi como Don Felipe
no eran de ese estilo. Pensaban que aquellos niños, niñas, jovencitos y
señoritas que estaban ante ellos eran ciudadanos de un país, en ese caso
Guatemala, con algo más de 17 millones de habitantes, y con situaciones de
pobreza, injusticia muy fuertes.
Los maestros que le
iban picando a Willy y compañeros eran gente crítica, con conciencia de que
allí estaban no solo para enseñar y poner notas, sino para hacer pensar y mover
el corazón de los alumnos que al ir creciendo fueran encontrando y haciendo un
país mejor.
Unos días después
tuvieron ocasión de experimentar una situación algo desagradable que removió
los sentimientos de la clase.
Llegó una alumna nueva una muchachita con los libros metidos en una bonita bolsa típica y también ella vestida con falda y huipil queqchí, el estilo de la zona de Alta Verapaz. En el instituto si había alumnos hombres y mujeres, indígenas pero casi todos iban vestidos con traje ladino y en la clase de Willy aquel era el primer caso...
No hubo ninguna
reacción aparente entre los compañeros, casi ninguna, porque cuando la muchacha
se fue a sentar justo cerca de una compañera, una tal Vilma Walcelly esta hizo
un gesto como de molestia. Los alumnos cercanos se dieron cuenta.
Sabían que la tal Vilma era hija de un diputado que aparecía con frecuencia en televisión y prensa. Que era muy influyente en el gobierno. Mientras la nueva alumna colocaba sus libros y cuadernos, Vilma se levantó y se acercó a Don Felipe hablándole en voz baja. Don Felipe no debió de entender. "¿Cómo dices?"- la preguntó, ella se acercó más y haciendo señales hacia el lugar donde está en la clase, le dijo aun en voz baja algo que ya comprendió el profe. Pero este dijo mirando a todos los alumnos: "Estamos muy contentos de recibir a la nueva compañera que aún no sé cómo se llama... dinos tu nombre por favor.
Ella dejó de sacar los
libros de la bolsa: "Buenos días. Soy Telma María Caal Pacay, y vengo de
San Pedro Carchá en la Alta Verapaz. A mi papá le han pedido un trabajo en la
capital y... El profesor la cortó
empezando un aplauso de bienvenida que todos los alumnos siguieron. Casi todos.
Vilma enrojeció y volvió a su sitio mirando para otro lado, con los brazos cruzados.
Willy y otros que
estaban en primera fila se dieron cuenta de lo que sucedía. La hija del
diputado no estaba contenta con tener cerca aquella "india". Le había
intentado decir a Don Felipe que la pusiera en otro sitio. Pero el auténtico
educador la contestó con el aplauso de bienvenida.
"La que se va a
armar"- dijo en voz bala Willy a sus compañeros cercanos. Sabían que la
Vilma tenía creída su categoría de hija de mandamás y no iba a aguantar ese que
ella consideraba desprecio.
Pues dejamos a Vilma,
volviendo a su sitio y hablando aun en voz baja con algunas compañeras y
compañeros que se veía era de "su cuerda". Al mismo tiempo Telma
saludaba a compañeros antes que continuase la clase y... ¿que fue "la que
se armó?
Eso le dejamos para el
capítulo próximo. En este ya se ha ido armando bastante.
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