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21 de diciembre de 2023

EL CUENTO DE WILLY. CAPÍTULO 17

   WILLY 

Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera

Martín Valmaseda

Dibujos: Karla y Andrea Aguilar 

CAPÍTULO 17

TAMBIÉN LA CLASE CAMBIA

En  el  instituto,  mejor en la  clase  de nuestros  amigos,  estaban cambiando  las  cosas,  Gracias  a patojos  como Willy  y otros  y a profesores  como   D.  Felipe  y  seño Elvira.  Aunque  no  todos  eran  así,  por ejemplo  la profesora  de literatura  de la que ya  tendremos  ocasión  de hablar.

Siguiendo  con  los sucesos  del anterior  capítulo, se  vio  al  día siguiente  que se estaba  removiendo  el  ambiente  de los  alumnos.  Unos,   como  Willy y sus amigos  marcaban  el ritmo de  la  clase,  otros  se  iban  convenciendo  de que  estaban  allí  no sólo  para “aprender”  las lecciones y  sacar  buenas  notas  sino  para ir aumentando su  reflexión  y  conciencia:  dándose  cuenta de lo  que  sucedía en su país,  en  América Latina  y  el mundo  entero,  intentar  que  hubiera más  justicia y paz.  Había  otros  alumnos  que  seguían con la  cabeza  cerrada. Eran  muchachos y  señoritas  que  seguían  con  los pensamientos  de  siempre   aunque, viendo los aires  que corrían, se  hacían  los avanzados,  sobre  todo   en  las clases  de ciencias e historia.  Finalmente existía   un  grupo  de  jóvenes,  sobre  todo hombres, gente  por  lo  general de  clase  social   elevada y  mentalidad    clasista.  Esto  se  reflejó  cuando dos semanas  más tarde  corrió por la ciudad la  convocatoria  de una  marcha de campesinos que  venían  de las aldeas  a  exigir  del gobierno  una serie de  mejoras:  escuelas,  salarios,  hospitales…

La marcha llegaría al  parque  central un  sábado  a media mañana. El  viernes,  cuando terminaba la clase, Telma levantó  la  mano y  lo  dijo. Se vieron las distintas  reacciones. Un  tal  Jimmy Carlos,  reaccionó  rápido:  “Eso  es  una  cuestión política y no  hay que tratarla aquí  en  el instituto” .

-“¿Tú  comes todos los días Jimmy??”

-“Claro  ¿Y eso  qué tiene  que ver?”

Saltó Telma: “Pues  que  el  que tú puedas  comer y  mucha gente  en  Guatemala no, también es una cuestión  política.”

No les  dije  que  esa tarde estaban  en clase  de literatura.  La profesora  Doña Edith, en ese momento se levantó- “Les dejo aquí  que  dialoguen.  Este es un tema  aparte  del estudio.  Buena tarde”.  Agarró  su  maletín  y  salió.

Volvió  a tomar la  palabra  Jimmy Carlos: “Esos campesinos que trabajen  y así tendrán  comida.

“Claro – respondió  Telma -  porque  trabajan,  te  llegan a la mesa los frijoles y el maíz a ti, pero  a ellos   no  les  pagarán para  tener bastante alimento, ni medicinas, ni…”

Jimmy Carlos: “Eso es la campaña  que  hacen  algunos políticos de izquierdas”

Allí  se escuchó  una  voz  inesperada, la  de Vilma,  la hija  del  diputado:

- “Pues a mí  me  gustaría  que  me llevasen  a una aldea  donde suceden cosas de esas.  Hablar sin  haber visto no  es justo.”

- “Ah  pues si quieren  algunos,- propuso Vilma -  mañana  hablamos con  algunos  compañeros de los que vienen en la marcha desde Verapaz…y  quedamos  en visitar alguna aldea  de por  allá.”

Willy  respondió entusiasmado: “¡Estupendo! Telma yo voy mañana  contigo y  con  los  que  quieran  a la llegada  de  los manifestantes… el personal  de la  clase se removió.  Un grupo se juntó con  Vilma, Willy y  otros compañeros,  para  hacer planes.  Jimmy Carlos  y  un  grupo mayor de alumnos  se encogieron de  hombros,  agarraron sus mochilas  y  salieron.

Otros se quedaron  sentados.  Unos se fueron acercando poco a poco  a  los de  la marcha,  y  otros, poco a poco también,  intentando no llamar  la atención, se fueron escabullendo  a sus casas. Ya había  terminado la clase.


Aquí, en  esta historia de Willy y sus compañeros, les iremos  contando  lo que pasó  cuando la  llegada de la marcha  y los  días sucesivos.  

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Ve al siguiente enlace  👉 El Cuento de Willy