SERPAL: LA PAZ MUNDIAL EN RIESGO
POR LA
AGRESION ISRAELÌ
AL TERRITORIO PALESTINO
Estados Unidos y Gran Bretaña bloquean el pedido de alto el fuego
Han transcurrido ya dos
meses desde la incursión del grupo “Hamás” en la frontera de Israel, y el
comienzo de la “respuesta de castigo” del gobierno de Tel Aviv con su saldo de
destrucción y muerte. La comunidad internacional permanece impasible ante los
persistentes bombardeos israelíes contra población civil palestina y la
ocupación con sus tropas y blindados de gran parte de la Franja de Gaza.
La única excepción es
la posición fijada por el presidente español. En su viaje a Tel Aviv, cuestionó
al propio Netanhaju la matanza de civiles. “El derecho a defenderse no puede
implicar la muerte de civiles inocentes en Gaza, incluidos miles de
niños.” El presidente israelí, tolera
mal las críticas y se permitió decir que con esa posición España “apoyaba a
Hamás“. Esto originó un intercambio de embajadores y una crisis diplomática.
Lo que algunos definen
como “guerra” en realidad es una sucesión de operaciones militares
absolutamente desproporcionadas que han provocado ya más de 17.000 muertos, de
los cuales 8.000 son menores. Se consideran desaparecidas 7.800 personas y hay
45.000 heridos. Han muerto en 60 días tantos periodistas -63- como los que
murieron durante la guerra de Vietnam que duró 10 años. Eso permite calibrar
las características indiscriminadas de los ataques. El argumento del gobierno
de Israel de que pretenden aniquilar a los miembros de Hamás, ha sido –una vez
más - la excusa para invadir y ocupar territorio palestino con tropas y
blindados.
Diariamente los medios
nos muestran las escenas de los devastadores ataques. Edificios y viviendas que
se derrumban como si fueran de arena, muertos y heridos entre las ruinas, niños
que buscan a sus padres entre los
escombros, o a la inversa, todo en medio de un caos y una angustia
insuperables. Desde un comienzo, Israel dejó sin energía ni agua a gran parte
de la población. Hospitales y centros sanitarios también sufrieron ataques y
redujeron las posibilidades de atención para los numerosos heridos. Debieron
realizarse operaciones en condiciones precarias y sin anestesia, según
denunciaron Médicos Sin Fronteras. Los
bombardeos también israelíes incluyeron universidades y mezquitas.
Este horror cotidiano lleva más de dos meses y la pasividad internacional solo ha sido interrumpida por Antonio Guterres, secretario de las Naciones Unidas, quien reclamó un alto el fuego. Netanhaju le acusó de ser “un peligro para la paz mundial”, y no conforme, añadió que “era un aliado de Hamás”. O sea que el gobierno Israelí, se considera por encima del más importante organismo internacional y de los casi 200 países que lo integran.
En Europa el único
gobierno que se pronunció claramente fue el español apoyando la propuesta para
que se actuara lo antes posible. Ya en su visita a Netanhaju el presidente
Sánchez le había expresado que “El mundo
entero está impresionado por las imágenes que vemos a diario de Gaza. El número
de palestinos muertos es realmente insoportable.” . Sánchez también trasladó la
propuesta española de una conferencia internacional de paz con las partes
implicadas, una iniciativa que ya cuenta en la actualidad con un amplio apoyo
internacional. También ha defendido la
solución de los dos Estados como "la mejor manera de derrotar al
terrorismo y garantizar la seguridad de Israel."
En 1948 el “mandato
británico” que ejercía el Reino Unido en la región decidió dividir el
territorio históricamente árabe para crear el llamado “Estado de Israel” para
que allí se radicara el pueblo judío. Esto fue aceptado por los beneficiarios,
y rechazado por los palestinos. Israel contó desde un principio, con el
respaldo de EEUU y otros países occidentales, que estimaron importante para sus
propios intereses tener ese enclave en la región árabe.
Desde entonces se sucedieron numerosos conflictos armados, tras los cuales los palestinos fueron perdiendo territorio. Solo basta mirar la evolución de los mapas de la región para advertir este progresivo “adelgazamiento “ del territorio palestino a favor del estado judío. Estos dos meses repiten la misma historia, pero de una manera más trágica y con una evolución inquietante.
El especial interés del
gobierno norteamericano y del Reino Unido en su apoyo a Israel, quedó en
evidencia en la reunión del Consejo de Seguridad de las NN.UU. donde el
secretario general Guterres pidió el
“alto el fuego humanitario inmediato” y ha descrito el “sufrimiento
humano atroz, destrucción física y trauma colectivo en Israel y los territorios
palestinos ocupados”. EE.UU. votó en contra y Gran Bretaña se abstuvo. El resto
de países votó a a favor.
Es evidente la
disparidad de criterios que aplican estos dos países ante situaciones críticas.
En este caso no solo toleran sino que apoyan una intervención militar que con
la excusa de “perseguir a miembros de Hamàs”, viola fronteras, provoca muerte y
destrucción y además ocupa territorio palestino con tropas y blindados. Por
contra, el resto de países apoyan ese urgente pedido para que Israel detenga
sus bombardeos y acciones militares.
Es imprescindible restablecer la soberanía palestina en la zona atacada e invadida por Israel. De lo contrario puede haber graves derivaciones que nos lleven a una conflagración con intervención de otros países de la región.
* Carlos Iaquinandi
Castro.