MARTÍN VALMASEDA
DIVIDE Y VENCERÁS
Pues resulta
que estas palabras, esta frase a
voleada es como las
monedas, que tiene dos caras: una buena y otra mala, que es desgraciadamente la que más se
usa.
LA MALA: Casi siempre
usamos la mala para
presentar aquellas personas que
para defenderse de los
enemigos consigue que peleen entre ellos y así pierde fuerza su ataque... En estos tiempos en que el pueblo guatemalteco
lucha por la
justicia y democracia los líderes del pueblo, de los cantones por ejemplo claman a sus gentes: "¡¡hermanos no nos dividamos. Si nos dividimos se aprovechan de nosotros los corruptos. Mantengámonos
unidos!!"
Parece que
por ahora se va
consiguiendo y esperemos que 14 de
enero a las 14 horas
se siga igual
y así se consiga una nueva
Guatemala. Pero pasemos a
LA BUENA: La
buena división es la lucha contra la
masificación. Cuando demasiada gente se
convierte en masa (a veces se
dice las masas; en plural),
las personas no
son personas son... eso, masa que se
amasa como la
masa de las tortillas
de maíz y no
piensa.
Recuerdo que cuando quería repartir el pan a una masa de gente les pedía que se sentasen en la hierba en pequeños grupos. Allí todos pensaron que podían aportar algo y todos pudieron comer. Más que milagro tal vez fue aquello responsabilidad de cada uno en pequeños grupos, donde se piensa mejor que en la masa donde cada individuo quiere lo suyo y no piensa en los demás.
Son mejores
las eucaristías en torno a una
mesa (como la
última cena de
Jesús) que la masa de gente
en una gran catedral
donde nadie se
conoce. Solo los sabios
y santos como
monseñor Romero, San Romero de América
en su catedral de
San Salvador, ante mucha
gente "desmasificaba" a los
cristianos, que lo entendía tan bien, que por algo que dijo
lo mataron los dictadores.
Ese divide y vencerás, convierte una religiosidad
masiva en pequeñas comunidades donde todos se entiendan y vean el bien que pueden hacer. Divide
y vencerás al mal, la miseria, el odio
todo lo que nos convierte en
víctimas o verdugos. ¿Les parece
bien así? Pues vale (que decimos
en España; OKEY que dicen
por ejemplo en Chapinlandia. Amén