Es muy fácil y muy
común decir eso de “Año Nuevo, Vida
Nueva, pero ya es bastante más problemático lo de conseguir una Vida Nueva. Las
personas, y también los grupos, tenemos nuestra vida hecha y no es fácil
cambiarla. Nos gustaría mejorar algunas
o muchas cosas, pero conseguirlo ya es otro cantar. Ahora voy a referirme a una
cosa que a mí, y a mucha gente también, nos gustaría mucho cambiar, es la
desunión de las izquierdas, ¿Será posible conseguirlo?
Estamos hartos de ver
las continuas peleas y enfrentamientos entre los distintos grupos de izquierda.
Sobre esto, en una entrevista publicada en elDiario.es Manu Pineda,
eurodiputado de Izquierda Unida, afirma: “Creo que actuamos de forma
irresponsable. Yo ahora no hablo de uno o de otro, no quiero entrar en temas de
quién tiene razón o quién no la tiene. Es necesaria una reflexión colectiva… Si
realmente nos creemos que estamos en política para mejorar las condiciones de
vida de la mayoría social, tenemos que ser útiles para esto. Divididos y
gastando la energía, peleándonos unos contra otros, desde luego no lo
conseguimos.” Y termina Manu diciendo: “Es difícil que 15 organizaciones nos
pongamos de acuerdo absolutamente en todo; pero es muchísimo más lo que nos une
que lo que nos diferencia”
Para gestionar esas
diferencias que nos separan yo creo que la moderna física cuántica tiene
algunos principios que nos pueden ayudar.
El principio de indeterminación de Heisenberg dice que es absolutamente
imposible conocer con exactitud todos los parámetros de una partícula en un
momento dado, y, por tanto, cuál será su situación en el momento siguiente. En
nuestra sociedad sería absurdo que alguien pretendiera conocer con exactitud la
solución a la infinidad de problemas que se pueden presentar en los más
diversos campos. Hay pues una indeterminación social ante la que caven
distintas posturas, aunque todas persigan el mismo objetivo.
A estas distintas
posturas les podemos aplicar el principio de complementariedad formulado por
Niels Bohr. Ya en la Física clásica se discutía si la luz estaba constituida
por un chorro de partículas o se trataba de un conjunto de ondas. Según el
experimento que se hiciera parecía que la luz estaba formada por corpúsculos o
por ondas. El principio de complementariedad lo que establece es que ambas
descripciones, la ondulatoria y la corpuscular, son necesarias para comprender
el mundo cuántico. Ninguna lo explica todo, una y otra se complementan
mutuamente.
Debemos ver las distintas posturas de los grupos de
izquierda como miradas diferentes que enriquecen la visión de un problema, y
plantear cómo se pueden complementar mutuamente para abordar la solución de ese
problema. Se trata de sumar visiones distintas para hacerse una idea más
completa de la realidad.
Si todas las fuerzas de
izquierdas consiguen actuar conjuntamente, podría volver a plantearse sobre
bases nuevas la superación del capitalismo. Entonces si tendríamos realmente
Vida Nueva, porque con el capitalismo lo que tenemos es camino hacia el colapso
y la muerte.
Colaboración de Antonio Zugasti