MARTÍN VALMASEDA
No es
cuestión de andar por las alturas
sino por abajo,
bien abajo.
Nosotros los cristianos muchas veces
nos hemos desviado por lo
alto
y así nos
ha lucido el pelo.
Jesús el
nazareno nos lo
dijo bien claro:
yo he venido
para ser servidor;
pero los doce
tenían en la cabeza un sueño falso
y, más que
los apóstoles, alguien los engañó
y les puso al servicio
del imperio romano
entrado el siglo cuarto.
Como ahora
nosotros
queremos ser mandamases
obispos, cardenales y
vivir en palacios;
aunque la voz del galileo nos sigue
repitiendo:
"Si Dios
está en el cielo, ustedes búsquenlo abajo;
gloria a Dios en las alturas
y ustedes
en la tierra
unidos como
hermanos,
formen comunidades en la base
en servicio a los débiles
menos buscar alturas
más seguir
en comunidades
en la
base
los pasos
nazarenos.