LAS VELAS NO PUEDEN REZAR
Las velas no pueden rezar, pero pueden corear la plegaria. Nos acompañan de distintas formas a través de la vida.
Cada vela es un reflejo
de esa luz, que vino de Belén a la oscuridad de nuestro mundo.
Como la luz de la vela
alumbra la oscuridad, ojalá nuestra existencia se alumbre a través de la vida
de Jesús que es un mensaje para la nuestra.
La vela nos recuerda el
bautizo, el inicio de nuestro camino con Cristo y nuestra llamada a la vida verdadera,
a la vida eterna.
Ojalá conozcáis cada
vez mejor el significado de todos los sentidos que tiene la luz en vuestras
vidas.
Señor, enciendo una
vela.
Quizás no sepa exactamente qué es lo que debería rezar. Esta vela es un poco de lo que tengo y un poco de lo que soy.
Ojalá sea una luz a través
de la cual Tú me ilumines en mis dificultades y en mis decisiones. Ojalá sea un
fuego a través del cual Tú abrases mis males y puedan surgir de ellos cosas
buenas y nuevas.
Ojalá sea un fuego a
través del cual calientes mi corazón y me enseñes a amar.
Señor, yo ya no puedo
quedarme más en esta iglesia.
Con esta luz permanecerá
aquí un pedazo de mi que yo te quiero regalar.
Ayúdame a continuar mi
oración en mi ser y en el trabajo de cada día.
Señor, delante de mí
arde una vela.
Arde intranquila, a
veces con una llama pequeña, a veces con una gran llama.
Señor, también yo estoy
a menudo intranquilo.
Ojalá encuentre la
tranquilidad en Ti.
Me ofrece luz y calor.
Señor, ojalá yo también
me convierta en una luz para el mundo.
La vela mengua, se
consume sirviéndonos.
Señor, ojalá yo también pueda servirte.
Con esta vela puedo
encender otras.
Señor, ojalá pueda
contribuir a que otras empiecen a alumbrar.
Vienna International
Religious Centre
Colaboración Juan Carlos García de
Paredes Esteban