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21 de marzo de 2024

EL CUENTO DE WILLY. CAPÍTULO 28

 El cuento de WILLY 

Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera

Martín Valmaseda

Dibujos: Karla y Andrea Aguilar

CAPÍTULO 28

WILLY FRENTE A LA VIDA

Pasó el tiempo de vacaciones, en Guatemala de octubre a principios del nuevo año.  Ese tiempo lo pasó Telma en su aldea, ocupada en los trabajos del campo y ayudando a su madre en las faenas de casa.  Se desconectó de Willy. Ni siquiera servieron  cuando bajó a matricularse en ciencias de la comunicación.

Al llegar los primeros días de enero, bajó a sentir cómo sería ese cambio de estudios  y vida.  Se hospedaba en casa de unos tíos en la capital.

El primer día de clase en comunicación ya no resistió más, agarró el celular y  llamó. Sonó, sonó pero no respondió nadie. Dejó pasar una semana y volvió al  ataque.  Aunque se había negado a ser novia de Willy la verdad es que su amistad con él era bastante “fuerte”. Esa vez sonó la, voz de Willy.

_ “hombre dónde te has metido?.

_ “Perdona Telma, es que no estoy en la universidad”

“¿Cómo qué?”

- “no, lo que pasa es qué   … Pero mejor te lo cuento en vivo y en directo.

Quedaron en una cafetería de la sexta avenida.

Allí Willy la explicó su cambio de planes…: “Pues fíjate. Mi papá sabes que tenía una librería de las pocas que hay en la capital.  La gente no tiene afición a leer y  vendía muy poco.  Y encima mi papá se puso enfermo, algo de hígado, y tuvo que cerrar.  Yo me he puesto a trabajar en un taller mecánico de carros y he dejado los  estudios para…  si alguna vez puedo… y pienso qué tú ya no querrás ser mi amiga fuerte, ni floja ni nada.

Telma se le quedó mirando con una lagrimilla asomando en su mirada.  “Pues… pues…   estoy pensando que además eres un poco tonto y a mí no me conoces…  y  ¿qué piensas si te pregunto yo ahora si quieres que… que…  que salgamos juntos… bueno, que seamos amigos fuertes, pero del todo.  Yo tengo ya 20 años y tú 19, me parece…Ya has esperado bastante, digo yo.  Se quedaron callados.

No queremos romper el silencio y nos marchamos de puntillas para no hacer ruido.

Otro día será otro día y veremos como sigue la fortaleza de esa amistad y los problemas de sus familias, de sus estudios, de sus trabajos, de su país. Porque algo importante en las vidas de Willy y Telma es que en sus vidas lo único no era solo su  vida personal sino la vida de su país, su gente, sus ciudades y aldeas.

Esto que les cuento sucede en tiempos anteriores al actual… Todavía no había estallado ese coronavirus que además de matarnos, nos obsesiona.

Veremos como sigue Willy y sus alrededores. Veremos.