Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida.
Cuando tenga sed, dame
alguien que precise agua.
Cuando sienta frío, dame
alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesite consuelo.
Cuando mi cruz parezca
pesada, déjame compartir la cruz del otro.
Cuando me vea pobre, pon
a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo,
dame alguien que precise de mis minutos.
Cuando sufra
humillación, dame ocasión para elogiar a alguien.
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los
otros me comprendan, dame alguien que
necesite de mi comprensión.
Cuando sienta necesidad
de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender.
Cuando piense en mí
mismo, vuelve mi atención hacia otra
persona.
Haznos dignos, Señor, de
servir a nuestros hermanos.
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
Madre Teresa de Calcuta
M.C.
Colaboración de Juan García de Paredes.