El cuento de WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
CAPÍTULO
30
DE
LA REVOLUCIÓN SALE LA UNIÓN
Los caminos de Willy y Telma se fueron juntando más a causa del último conflicto en la tierra de Verapaz, conflicto que también juntó a las dos familias campesina y capitalina.
Hace tiempo que no les hablaba de los papás de Willy. Nuestro amigo tenía gran confianza con ellos que al revés de lo que suele suceder estaban al tanto de la “fuerte amistad” de su patojo. Telma también les iba a visitar a veces y hasta la mamá, Doña Paula acompañó a la pareja en alguna ocasión a la aldea. El papá Don Ramón, todavía convaleciente de su enfermedad no estaba para esos trotes por el monte. Bastante tenía con ir buscando trabajo para cuando los médicos le dejasen libre. Había tenido que cerrar la librería, no solo por su enfermedad, sino porque por la falta de interés por la lectura y la baja economía en aquel barrio popular no había conseguido vender muchos libros.
En la facultad de ciencias de la comunicación, Telma y la mayor parte de compañeros estaban enfrentándose con el grupo de estudiantes conservador, que intentaban quitarse de encima a aquel profesor acusándolo de que no trabajaba, que sólo les daba tareas a realizar y él no preparaba las clases, acusación falsa según la mayor parte de alumnos. Lo malo es que entre los contrarios al profesor, estaba un hijo del ministro de economía. Ese muchacho creaba mal ambiente en la universidad y el papá, prepotente, hacía caso a su hijo…
En la aldea, donde la única universitaria era Telma (la llamaban la estudiosa, en corto la “estudi’’) también se creó un ambiente de interés y preocupación por los problemas que la estudi tenía en la capital. Uno de los trabajos que ella hizo, fue un reportaje sobre “cómo se prepara un locutor”. Ese documento reflejaba el conflicto de los estudiantes en torno al profesor D. Melquiades. Y no solo lo entregó, ella al profesor sino que lo llevó a Radio Gerardi, la emisora de la diócesis donde lo transmitieron y escuchó, traducido al q´eqchí, todo el pueblo.
Cuando subió el domingo a la aldea Telma tuvo que dar explicaciones de lo que pasaba en la universidad. Eso también se transmitió en radio Gerardi y lo pudieron oír en toda Alta Verapaz y hasta algunos en la capital.
…Se armó revuelo. Algunos de los alumnos del bando conservador increparon a Telma que ¿por qué tenía que sacar esos temas?, que la ropa sucia se lava en casa…Willy y cuatro compañeros más tuvieron que acompañarla por miedo a reacciones violentas…
Dejamos aquí este capítulo tan conflictivo, solo les contamos un detalle esperanzador. Estando de visita Telma en la familia de Willy, comentando los sucesos de la aldea y de la universidad comento la muchacha que echaban de menos una emisora que en los barrios marginales de Guatemala sacase a luz esos problemas de las aldeas y de las zonas deprimidas del país.
Don Bruno, el papá levantó el dedo. “Yo me apunto, mejor que estar sin trabajo es hacer algo que sirva a la gente… aunque no lean libros, radio y televisión sí que siguen con interés”. Se miraron unos a otros Doña Paula y la pareja y… y ya seguiremos en el capítulo 31.
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