El cuento de WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 33
…Siguiendo el capítulo anterior, ya saben, Willy se sentó en el lugar que le dejó el ministro de educación y con la voz un poco temblona al principio y luego. Poco a poco más segura empezó a explicar por qué llamaban a aquella emisora con ese nombre que “olía a papel”. Mientras hablaba se estaba imaginando a oyentes de aquel barrio, la barranca de Santa Marta escuchando su nueva emisora. Y tenía razón porque toda la familia y sus amigos habían pegado afiches por toda Nueva Chinautla y colonias cercanas. Buen número de vecinos se habían pegado a su radio o a su celular, para escuchar qué podrían decir del barrio aquella gente del mismo lugar.
“Soy hijo - comenzó nuestro amigo - de un vecino que tenía una librería, (dijo con voz irónica) ¿saben? Una tienda donde se venden libros. Supongo que ya saben ustedes lo que es un libro… esa colección de hojas de papel manchadas, con unas manchitas que llaman letras. Las letras suenan en la cabeza y en la boca de los que saben leer. ¿Ustedes saben leer, supongo? O tal vez muchos en esta colonia? no saben, o saben pero no lo practican. Mi papá estuvo en una de estas calles del barrio, detrás de un mostrador, sobre el que sólo había libros, muchos libros. El libro tiene una ventaja sobre el televisor, que no gasta electricidad aunque se lea muchas veces. En 4 años mi papá sólo vendió 11 libros… y se empeñó en seguir intentando vender porque decía que la cultura puede servir para salvar este país… al final se puso enfermo del disgusto y los libros no salieron a la calle, están al fondo de nuestra casa…
Sonó el teléfono del papá: “Don Ramón le saludo desde Radio Gerardi de Cobán. Dígale a su hijo, que estamos transmitiendo por nuestra emisora la inauguración de la suya, y la están escuchado en las aldeas de Alta Verapaz, supongo que está ahí nuestra vecina Telma. Nuestros saludos a ella y a ustedes…
Don Ramón cortó a su hijo su discurso … “Perdona Willy que te interrumpa. Me dicen, amigos radioescuchas, de Cobán que allá por Alta Verapaz también nos escuchan Y… ” “ Se creó un clima de entusiasmo en la nueva emisora, Telma también intervino saludando a los verapacenses… Entonces Willy, puso un CD y lo presentó diciendo: “pues para terminar esta transmisión escuchen ustedes el disco que va a ser nuestro himno; con el que empezaremos y terminaremos la transmisión de cada día. Conocerán esta canción los admiradores de esa gran cantante que es Mercedes Sosa… y esté deseando que Guatemala se transforme, cambie en un país de paz y justicia... Escuchen ustedes para finalizar la canción ¡Cambia, todo cambia! Porque con la ayuda de libros, de emisoras de televisión y radio y de todas la personas de buena voluntad en Guatemala las cosas tienen que cambiar”.
Y en Chinautla, en Verapaz y otros lugares empezó a sonar la voz de Mercedes Sosa... Nosotros la hacemos sonar aquí en nuestro blog para terminar el capítulo y que¡¡ TODOS SEAMOS UNO !!