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17 de abril de 2024

EL CUENTO DE WILLY. CAPÍTULO 32

  El cuento de WILLY 

Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera

Martín Valmaseda

 CAPITULO 32 

  OTRO TIPO DE REDES

Pues sí que se está enredando la situación.  Me explico:  la palabra redes ya saben lo que era para Jesús nazareno, para Pedro, Juan… los pescadores.  Ellos tuvieron que dejar las redes para irse con Él…  Hoy   cuando hablamos de redes no hablamos de mar, sino de tierra firme o de aire.   No    se trata de redes acuáticas; sino de redes sociales que de unos aparatitos a otros (teléfonos, ordenadores…) ayudan a que las personas se enreden.

“Yo te haré pescador hombres” dijo el profeta.    Yo haré que te enredes en otras redes distintas. Hoy la gente se enreda en buenas o malas redes.  En estas aventuras   del Willy tan enredador, repasen todos los capítulos:  el pequeñín que empezó enredándose en el juego de la guerra (capítulo 1) gracias a una maestra enredadora se empezó enredar  en la defensa de los débiles y los derechos de las mujercitas futbolistas.  Luego a la sombra del instituto se desenredó de visiones simples de la vida, de la vida burguesita de la capital, subiendo a las aldeas de Alta Verapaz, descubriendo con el P. Eulogio y con Telma una vida distinta, al tiempo que se empezaba a enredar en… digamos una amistad fuerte, con la muchachita   q ´eqchi´.  Al tiempo tuvo que desenredarse la universidad para descubrir la vida del trabajo obrero.

Pero no quedó ahí  ahíahí, sino que enganchado en las redes familiares, enredó a sus papás en las redes más modernas, las redes de ondas radiales, de redes sociales para  que la gente de su colonia y de otros lugares del país los ojos a la realidad de Guatemala. Y así estamos en el capítulo 32. Vamos adelante.

Don Ramón  y  Victorino se entendieron bien en los primeros pasos para comenzar en la barranca de Santa Marta la Nueva emisora RADIO “LIBROS A LA CALLE”.

Con ayuda de amigos   consiguieron en mes y medio un equipo transmisor y una antena que instalaron en   el cerro de las águilas. (No sabían por qué se llamaba así, por allí solo había gorriones). Willy tuvo para enredar  enredar (que no se olvide la palabra) a los compañeros del taller y al dueño con la promesa de hacerle   propaganda   a <talleres el rápido> los equipos de sonido los consiguió Victorino de sus muchos amigos radiofonistas. Y, ya les digo, en mes y medio estaba instalada la emisora   radio educativa LIBROS A LA CALLE.

También colaboró Telma pidiendo colaboración a las radios Tezulutlán  y  Gerardi de Cobán.

Durante los 15 días anteriores a la inauguración de la emisora estuvieron haciendo prácticas de sonido y consiguiendo los permisos necesarios como radio educativa.  El nombre elegido les ayudó: LIBROS A LA CALLE.  Pidieron al ministro de educación que hablase en la transmisión inaugural. El ministro, persona inteligente, cuidó de informarse de las circunstancias por las que se había inaugurado aquella pequeña emisora.

La mañana de comienzo de RADIO LIBROS A LA CALLE, Victorino, el director presentó al ministro de educación.

Este habló, pero sólo dijo: “Amigos y amigas oyentes de esta nueva emisora, es   para mí un placer inaugurar esta emisora educativa y popular y lo hago con estas breves palabras, deseándoles que sea de verdad educativa y que a través de ella como dice su nombre no solamente salten por su antena voces y música sino libros, ¡libros a la calle,!...  pero la explicación de ese nombre, que les habrá sorprendido a ustedes no lo hago yo.  La va a hacer un joven trabajador que según me he informado ha sido parte importante en   el nacimiento de este medio de comunicación; le dejo pues el micrófono al amigo Willy González.