MARTÍN VALMASEDA
Las joyas, son los juguetes
con las que juegan niños
en los barrios marginales;
son de cristal o metal
del bonito, del que brilla
y las niñas se lo ponen en el pelo
jugando a que son las reinas
de la calle,
donde se ven reflejadas
en los charcos.
Como las joyas no valen
a veces;
se abandonan en los templos
que son como basureros de pobreza,
recordando
lo clavaron
en una cruz de oro puro,
con cuatro clavos de plata,
por haber dicho que era
el rey de la gente pobre
y como escanio
a ese pan redondito
memoria de Jesucristo
lo encierran, bien custodiado
que no escape
en custodia de oro y plata
con trocitos de cristal, las joyas
con las que juegan los niños
a los que Jesús quería
y ponía de ejemplo
mientras los ricos del mundo
se conforman con los cheques
de papel.
No les hacen falta joyas
las dejan a los ladrones
que limpian las catedrales
para que jueguen sus niños