Cuando llegues al centro de ti mismo encontrarás lo eterno, lo infinito. No te detengas. Todas las explicaciones que he intentado dar están en contra de un proverbio oriental que dice:
si tu palabra no es mejor
que el silencio, ¡cállate!
Por eso me parece oportuno
terminar este escrito con otra frase oriental que nos recuerda:
“sin salir por la puerta se conoce el mundo, sin mirar por la ventana se ve el camino del cielo, mientras más lejos se va menos se conoce; de este modo el sabio, no da un paso y llega, no mira y conoce, no actúa y cumple”.