Hace unos días un amigo me pidió un artículo sobre Gaza para la revista de su colegio. En estos momentos de reconocimiento del Estado Palestino, me parece conveniente difundirla
Conviene tener en cuenta los antecedentes históricos del problema. Palestina, la antigua patria de los judíos, fue ocupada por los romanos. Tras sucesivas sublevaciones judías contra el dominio romano, los judíos son expulsados de Palestina a mediados del siglo segundo. Cuando se crea el Estado de Israel en 1948, ese territorio llevaba dieciocho siglos ocupado por otros pueblos. El Estado de Israel no fue el resultado de una evolución natural, sino una decisión de Naciones Unidas para satisfacer a los judíos que habían sufrido el terror de los campos de exterminio nazis. Se crea provocando la expulsión de centenares de miles de palestinos, mayoritariamente musulmanes, que llevaban siglos habitando ese territorio. Los países árabes limítrofes con Israel entran en guerra contra el naciente estado, pero son derrotados militarmente. Vuelven a intentarlo, pero son nuevamente derrotados, e Israel aprovecha sus victorias militares para anexionarse nuevos territorios.
Todo esto crea un clima
de malestar en el pueblo palestino, que Israel sólo sabe enfrentar
militarmente. El acto terrorista de Hamas (que, desde luego, es totalmente
condenable porque supuso la muerte de muchas personas inocentes) se enmarca en
este clima de malestar y de revuelta contra la situación actual. La reacción de
Israel a este ataque de Hamas es atacar brutalmente a Gaza. Para juzgar esta
reacción israelí comencemos escuchando unas palabras de Stephen Kapos, un
anciano judío superviviente de
Auschwitz:
“Digo esto como superviviente del holocausto que el genocidio de Gaza no es en mi nombre ni en nombre nuestro”. Sigue afirmando que: “La manera en que el gobierno de Israel está usando la memoria del holocausto para justificar lo que le están haciendo a los gazaties es totalmente un insulto a la memoria del holocausto es atroz. Me siento insultado”.
Compara la “escala
industrial” a la que se produjo el holocausto judío con “Lo que está ocurriendo
en Gaza es similar a esa escala de bombardeos y de la naturaleza indiscriminada
de los mismos (la completa falta de atención a las mujeres y los niños que son
la mayoría de las víctimas)”.
¿Dónde se apoya Israel
para esta respuesta tan brutal? Kapos apunta: “En el retrato de los palestinos
como personas sin Valor. Casi ‘como animales’ según la descripción. Esa
deshumanización permite que el pueblo de Israel tolere lo que está
sucediendo... toda esta humillación es similar a lo que nosotros
experimentamos”. Sigue comparando: “El tipo de determinación y coherencia
que están poniendo para destruir por completo
a Gaza es muy similar a la clase de crueldad y determinación de los regímenes
fascistas. Como algunas acciones de los nazis para deshumanizar”.
Por su parte Francesca
Albanese, Relatora Especial de la ONU sobre la situación de los derechos
humanos en los territorios palestinos ocupados, declara: “Cuando la intención
genocida es tan conspicua, tan ostentosa, como lo es en Gaza, no podemos
apartar la vista, debemos hacer frente al genocidio; debemos prevenirlo y
debemos castigarlo”.
Creo que no es necesario decir más sobre el juicio ético y humano que merece el genocidio israelí sobre Gaza. La cuestión es ¿cómo es posible que bastantes países y partidos políticos sigan apoyando a Israel, incluso proporcionándole armas, como es el caso de EE.UU.? ¿Qué fuerza tiene el lobby israelí para conseguir esos apoyos? ¿Pensamos que ese lobby no actúa también entre nosotros?
Antonio Zugasti
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