El presidente canadiense pide a Francisco que Vaticano devuelva los objetos culturales indígenas en su posesión.
Un cálido Biden apoya
su frente sobre la del papa al encontrase en la cumbre del G7 en Italia.
El presidente
estadounidense, Joe Biden, saludó afectuosamente al papa Francisco al
encontrarse en la última jornada de la cumbre del G7 en la región italiana de
Apulia (sur) y apoyó su frente brevemente sobre la del pontífice.
Posteriormente ambos se
reunieron en privado al margen de la cumbre del G7, en un encuentro de gran
significado para el presidente estadounidense, católico practicante.
Según un alto funcionario estadounidense, Biden tenía previsto abordar con el pontífice la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza, la lucha contra el cambio climático y el uso de la inteligencia artificial (IA), y sobre la conferencia de paz que se celebró en Suiza el 15 y 16 de junio.
El Papa también se
reunió con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien le solicitó el
retorno a Canadá de centenares de objetos culturales de los indígenas del país
que están en posesión del Vaticano desde 1925 para integrar una exposición.
El presidente
estadounidense, Joe Biden, saludó afectuosamente al papa Francisco al
encontrarse en la última jornada de la cumbre del G7 en la región italiana de
Apulia (sur) y apoyó su frente brevemente sobre la del pontífice.
Biden, segundo
presidente católico de Estados Unidos después de John Fitzgerald Kennedy, fue a
buscar al papa mientras este se desplazaba por la sala entre el resto de
líderes sobre la silla de ruedas que usa por sus conocidos problemas de
movilidad.
En ese momento, Biden se acercó al pontífice y acercó su cabeza hasta juntar su frente. Se trató de "un encuentro cálido", según explicó a la prensa un funcionario estadounidense después.
Posteriormente ambos se
reunieron en privado al margen de la cumbre del G7, en un encuentro de gran significado
para el presidente estadounidense, que acude a misa todas las semanas y ha
hablado frecuentemente sobre la importancia de la fe católica para su vida.
El encuentro se produjo
a puerta cerrada en una de las salas del hotel de lujo 'Borgo Egnazia', en la
región italiana de Apulia, después de que el pontífice hiciera historia al
convertirse en el primero en asistir a una cumbre del Grupo de los Siete,
integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el
Reino Unido, además de la Unión Europea (UE).
Antes de la reunión, un
alto funcionario estadounidense adelantó a la prensa que Biden tenía previsto
abordar con el pontífice la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza, la lucha
contra el cambio climático y el uso de la inteligencia artificial (IA), tema
sobre el que el pontífice ofreció un discurso en este segundo día de la cumbre.
Específicamente sobre Ucrania, ese funcionario indicó que ambos hablaría sobre
el trabajo que ha realizado el cardenal Matteo Zuppi para que puedan volver a
su país los niños ucranianos que han sido deportados forzosamente a Rusia y
separados de sus familias.
También indicó esa
fuente que hablarán sobre la conferencia de paz que se celebrará en Suiza el 15
y 16 de junio, a la que el Vaticano enviará al cardenal Zuppi, enviado del papa
para la paz en Ucrania, y Estados Unidos a la vicepresidenta, Kamala Harris.
La última vez que ambos
se vieron fue en octubre de 2021 en el Vaticano. Tras ese encuentro, que duró
75 minutos, Biden consideró que la compasión y la defensa de los pobres que
ejerce diariamente el papa Francisco sirve de "estrella polar" para
el mundo.
El encuentro de este
viernes se produce pocos días después de que un jurado de Wilmington (Delaware)
declarara a su hijo, Hunter Biden, culpable de los tres cargos que se le
imputaban por la compra y posesión ilegal de un arma de fuego, algo que habría
ocurrido cuando supuestamente estaba consumiendo crack.
Biden frecuentemente ha hablado de la importancia que la fe católica ha jugado en su vida y su familia, especialmente tras la pérdida de su primera esposa Neilia Hunter y su hija de un año, Naomi, en un accidente de tráfico en 1972 y, después en 2015 cuando perdió a su hijo Beau por un cáncer cerebral.
El papa, de 87 años,
tuvo en agenda otros nueve encuentros el viernes con líderes mundiales y ya
se reunió, entre otros, con el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski.
Continua leyendo Religión Digital