Capítulo 2
NOTICIAS EN LA ALDEA
Una tarde en la aldeíta hubo convocatoria general a los cabezas de familia. En un cobertizo en el centro de la aldea que servía como salón de reuniones se juntaron representantes de todas las familias, hombres en su mayoría y algunas mamas viudas. Presidía la reunión el alcalde del poblado. Junto a él un señor de unos cuarenta años al que sólo unos pocos conocían. Pronto los que sabían quién era fueron corriendo la voz: "Ese es Julián el Patera" se decían unos a otros. Y algunos comentaban:" Pues ya me imagino a qué viene".
Los pequeños de la
aldea, también Pascualín se acercaban a husmear lo que hablarían los mayores
pero la gente reunida les hizo alejarse. "Anden pequeños vayan a jugar que
esto es para mayores", Pascualín también tuvo que alejarse de allí. No se
atrevió a repetir su soniquete de que él era grande. La reunión duró poco más
de una hora.
Al anochecer volvió a casa Felipe, el papá. Llegaba con gesto preocupado y nada más llegar llamó a Lucía la mujer y, a voces al niño que andaba jugando allá lejos: "¡ Pascualín, vente p´acá! Que tenemos que hablar de una cosa para gente grande." El corazón le dió un vuelco al niño. Era la primera vez que su papá le trataba como persona mayor y entonces se asustó un poco.
Se sentaron junto a la puerta en los bloques de cemento que hacían de silla en aquella choza.
Les voy a contar -
comenzó el papá - lo que hemos estado hablando. Me tienen ustedes que dar su
opinión.
Ese hombre que ha
venido al pueblo es Julián el de la patera... ¿saben lo que es una patera?
"Claro - exclamó
doña Lucía. Pascualín puso cara de sabio. "Nos lo contó doña Luisa la
semana pasada. La patera es un barco grande donde se llevan a la gente a...otro
país; no me acuerdo dónde nos dijo.
Pues yo se lo digo,
cortó Felipe: "hay mucha gente de África que no encentra medios de vida
aquí y busca ir a Europa. España es uno de los países más cercanos de África.
Pero para ir allí, como el avión es caro hay que buscar un barco barato.
Muchos van allá buscando
encontrar trabajo, casa, comida.
Ese amigo que ha venido hoy a nuestro pueblo va a hacer un viaje llevando gente de pueblos cercanos allí, Todavía tiene sitio y ha venido a ofrecer si alguno de esta aldea quiere ir en su patera....
Mientras Felipe
hablaba, a Doña Lucía se le iba cambiando el rostro y le corrían lágrimas de
sus ojos.
Pascualín la abrazó. "No
llores mamá, si aquí no tenemos casi comida, seguramente allí viviremos mejor.
La profesora nos ha enseñado fotos de España y allí hay campos de trigo y casas
grandes.
"Bueno, - dijo D.
Felipe.- Yo se lo digo por eso... a Julián le he dicho que tenía que consultar
con la familia, no quiero hacer lo que se me ocurra a mí.
Doña Lucía secándose los ojos y suspirando dijo: Si tienes razón Felipe ya vemos que aquí no se puede casi vivir. Digo yo que la gente de España es buena...Mira la maestra Doña Luisa lo bien que se porta, ella nos puede dar direcciones de su familia en alguna ciudad de España.
Si soy sincero no todos
los españoles que han venido aquí eran iguales. Yo he conocido algunos racistas
que despreciaban a la gente de Guinea, y se llevaban nuestros productos.
Así siguieron
dialogando los tres de aquella pequeña familia. Hasta la hora de cenar y
después.
Ya muy tarde se fueron
a dormir...
Pero como es tarde seguiremos contando esta historia en el próximo capítulo...
MARTÍN VALMASEDA
