MARTÍN VALMASEDA
En el mundo actual hay demasiado abuso de promesas, juramentos, votos y compromisos que hacemos, sin darnos cuenta muchas veces. Cada uno de los que leen esto pueden volver su memoria atrás y darse cuenta las veces que en su vida se han comprometido a algo incluso sin darse cuenta. Los que nacieron en un país cristiano pueden recordar en el primer paso en el, los comprometieron sin preguntarles si querían o no. A mi fue según leí en mi partida de bautismo a los 5 días de nacer, cuando me preguntaron si renunciaba al pecado, si creía en Dios y en Jesús y si quería ser bautizado y los padrinos dijeron que si y...¡Zas! me echaron el agua mientras yo lloraba y todos volvían a casa a tomar chocolate. Luego, pocos años más tarde fui haciendo la primera comunión, la confirmación...
--Y con
mas conciencia la promesa scout, la jura de bandera, los votos religiosos.
las promesas del sacerdocio etc... Cada
uno de ustedes
según su orientación religiosa y civil también
habrán andando prometiendo
cosas a Dios, a la
patria, o a
sus hijos ( aquel viaje
a la montaña
que todavía están esperando los chavitos).
El ser
humano es un
ser de promesas
que cumple o no. A
nivel de la
fe pienso si sería
mejor esperar a que
fuésemos mayores; para decidir
si queremos ser seguidores de
Jesús el de Nazaret. Y que no haya
tantos cristianos de mentira
que ni conocen
al galileo, aquel
que lo mas importante
no es que
lo crucificaron; sino
que nos enseñó
las bienaventuranzas y a
compartir el pan y
la vida con los pobres.
Menos promesas y más pan partido repartido y compartido.