45
años de la Revolución Popular Sandinista
Nicaragua ha cambiado mucho desde hace más de cuatro décadas. En 1979, los estragos de la guerra de liberación contra la dictadura somocista eran enormes. Hoy estando aquí en Managua, en la que viví los primeros meses de la revolución y recorriendo en nuestra memoria los 45 años del triunfo, frente a nuestros ojos aparece la nueva Nicaragua, alegre y viva como todo proceso revolucionario. Hoy cuenta con nuevos actores que ocupan los puestos de vanguardia de la transformación social. Este país centroamericano con casi 7 millones de habitantes, posee gran número de jóvenes para los cuales la insurrección popular sandinista es parte de su memoria histórica. Ahora esta juventud por decreto unánime de la Asamblea Nacional aprobó la “Iniciativa de Ley para Declarar a la Valerosa y Valiosa Juventud de nuestra Patria Bendita” como: Patrimonio Nacional de Nicaragua. En ese sentido afirmó el diputado sandinista Carlos Emilio López, que: “… esa misma juventud patriótica logró sostener la Revolución y sus grandes conquistas en la primera etapa, como la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, las transformaciones que se dieron en la salud y la reforma agraria”. Pero también en ese contexto apuntó que: «La juventud fue la que lideró la defensa de la Revolución frente a las agresiones del imperialismo norteamericano, esta ley le hace un reconocimiento a los Cachorros de Sandino que en los años ochenta defendieron nuestra Revolución y a la juventud que durante el neoliberalismo se mantuvo fiel a los principios revolucionarios».
Apunto de llegar a sus 45 años el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, como aconteció aquel 19 de julio de 1979, parecen pocos años, pero han pasado casi medio siglo. Sin embargo, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), sigue siendo la vanguardia histórica del pueblo nicaragüense. Sus principales dirigentes históricos representados por el Comandante Daniel Ortega, van orientando constructivamente el nuevo curso de la Nicaragua del siglo XXI.El pueblo de Augusto C. Sandino, ha madurado su proceso revolucionario. Nicaragua continua por el camino de la solidaridad internacional en momentos que el pueblo palestino requiere contar con el concurso de todos los pueblos del mundo para frenar el genocidio en la Franja de Gaza, perpetrado por el sionismo dirigido por Benjamín Netanyahu. Recordemos que el FSLN recibió apoyo y entrenamiento palestino en un momento que se requería la acumulación de fuerzas internacionales para combatir a la sangrienta dictadura de Anastasio Somoza.
En
ese contexto previo a la toma del poder popular en Nicaragua, gran parte de las
fuerzas políticas de la izquierda latinoamericana concurrieron en su apoyo
político, económico y logístico a la insurrección popular sandinista. Pero
también gobiernos de la región en su momento aislaron a la dictadura somocista y neutralizaron la
intervención de la Casa Blanca en el país centroamericano. Hoy esa etapa es
parte de la historia de Nicaragua, pero también de los pueblos de nuestra
América.
En los momentos actuales, de nueva cuenta se requiere la solidaridad con la Revolución Popular Sandinista, el imperialismo estadounidense no ha descansado. Sigue empeñado el revertir los procesos emancipadores logrados en Cuba y Venezuela. Así, como los avances democráticos logrados con gobiernos populares en Brasil con Luiz Ignacio Lula da Silva, Xiomara Castro en Honduras, Andrés Manuel López Obrador en México, Luis Arce Catacora en Bolivia, Gustavo Petro de Colombia y recientemente con el gobierno de Bernardo Arévalo en Guatemala, entre otros.
Sin duda la Revolución Popular Sandinista continúa siendo un bello faro de luz en el horizonte latinoamericano. Hoy en día el sandinismo ha modernizado a Nicaragua y la inserta en un contexto donde la educación en sus distintos niveles, sigue siendo una apuesta para enfrentar los lastres del subdesarrollo. El sistema de salud ha fortalecido el bienestar de la población y la economía es mucho más estable y creativa dando un amplio margen de bienestar a los sectores populares y rurales.
Sin embargo, nuevos tiempos se avecinan con los vaivenes de la política estadounidense. Las candidaturas presidenciales en el imperio de Joe Biden o Donald Trump, configuran el escenario internacional. Pero Nicaragua y el sandinismo como en otros momentos lo hizo, seguramente sabrá librar positivamente los embates imperiales. La Revolución Popular Sandinista tiene todavía un largo camino que recorrer y los hijos de Sandino saben muy bien cuál es la mejor ruta para salir de nueva cuenta victoriosos, tal como aconteció el 19 de julio de 1979 con la consigna: “Patria Libre o Morir”.