Capítulo 5
ANDALUCÍA
Nosotros los que les contamos esta historia, también estamos recorriendo esas costas de España, la parte que se llama Andalucía a ver si encontramos a Pascualín.
Sí, allí lo vemos y cerca de él algunos inmigrantes más.
Por si no lo saben cuando uno sale de su país para buscar otro, es un emigrante pero cuando llega a su nuevo lugar ya es un inmigrante (si le dejan quedarse allí, que es otro problema.)
Pues allí en una playa de arena fina tirado jadeante Pascualín; no llevaba nada en las manos. Poco a poco levantó la cabeza y miró alrededor: "mamá, papá!
Nadie le contestó había cerca de él algunos compañeros del viaje pero ni les conocía ni le conocían. De los más de doscientos viajeros de aquella patera destrozada no había ninguno de los que navegaban junto a él
"¡Papáaaa, Mamiiiii!
En ese momento se a cercó a Pascualín una persona con uniforme. Y era una mujer. El niño estaba sentado en la arena y miró con miedo a la que se le acercaba Ella le sonrió y le preguntó: ¿hablas español?
_ Sí, sí señora soy de Guinea ecuatorial
Ella se sentó a su lado: ¿y has venido sólo?
Nooo, no pero no sé dónde están mis pap'aas
el principio de la frase lo dijo normal pero la termino llorando...
La voluntaria de la cruz roja le echó la mano por los hombros y el niño no aguanto más y recostado en ella comenzó a llorar casi gritando. Ella le dijo:
-"yo me llamo Pili y estoy aquí para ayudarte"
¿me da un poquito de agua- dijo él sin dejar de llorar.
Pili sacó de su mochila una cantimplora. Pascualín la agarró y se puso a beber con las ganas de esos dos días que había estado entra las saladas y agitadas olas del mar mediterráneo, Casi vació la cantimplora.
La voluntaria le siguió hablando mientras le acariciaba la cabeza. : A tu mamá y tu papa los encontraremos porque los que venían están muy repartidos.
Sacó de la mochila un papel. Mira este mapa. Le fue señalando con el dedo ¿ves aquí abajo Huelva y Cádiz? Pues por toda esta costa se ha ido golpeando y rompiendo vuestra patera empezando por Huelva hasta que ya se quedó en las playas de un pueblo de Cádiz. Aquí estamos y los compañeros de la cruz roja y la policía están buscando a todos los que venían.
Pues vamos nosotros a buscarlos - exclamó espontaneo el niño.
Huy no, despacito, le paró Pili. Ahora te voy a llevar a mi casa a que comas y descanses, porque estarás cansado verdad?
Pascualín sacó del corazón su deseo de ser mayor: "No mucho..."
Se rió Pili : bueno, bueno seguro que no puedes ni andar.
Y, efectivamente cuando el niño se quiso poner de pie vió que le fallaban las piernas... La muchacha le llevó medio en brazos al pueblo grande que no tenía que ver con su pequeña a aldeita. Llegaran a una casita con muchas flores en la puerta y.... y como vemos que Pascualín se había quedado dormido, roto de la paliza de las olas y el cansancio de esos días le dejamos que Pili lo meta en brazos en su casa y esperamos al próximo capítulo que ya el niño grande habrá descansado.
