Capítulo 2
Silvestre bajo
tierra
A los madrileños
nos suena este
nombre por la San
silvestre Vallecana, la
carrera que se
corre el fin
de año por las calles de Madrid, tan
popular como la
media maratón por
Cobán (Guatemala) que se
corre en mayo.
Pero en los tiempos de nuestra historia del siglo IV el Silvestre que buscaba Fulvio era poco conocido en Roma. Fulvio deseando complacer al presidente Demócrito anduvo callejeando por los barrios bajos de Roma. En uno de ellos descubrió, entre algunas casas humildes como la entrada de una cueva sobre la que estaba escrita una señal.
Pequeños grupos
de personas al ver esa
señal se paraban se
decían algo entre ellos y
pasaban al interior
de la cueva, Fulvio
hizo como que
pasaba de largo pero
en ese momento vio
que se acercaba
un vecino de su
calle con quien tenía cierta
amistad y le
saludó:
"Salve Claudio "- - " Salve Fulvio ¿Qué
haces por aquí?"
-" busco a
un amigo. "..-
- ¿y está
por este barrio
de cristianos?
-pues sí
creo que es de esos grupos, por
qué me lo
dices? -¿ no has visto
ese dibujo del
pez que dentro pone
en griego igcis
que significa pez ??
¿y
eso qué tiene
que ver con los
cristianos? - Claudio se
rió un poco y le
explicó: porque esas
letras griegas quieren decir Jesús
Cristo Hijo de Dios
salvador"
Fulvio se dio cuenta de que
Claudio era también uno de los
cristianos y se arriesgó a
explicarle su búsqueda: "Mira Claudio,
en confianza, el
presidento Demócrito me ha
encargado que busque
a vuestro dirigente Silvestre
(al oir eso Claudio
se quedó pálido del susto)
¡"Pero no te asustes Claudio"! Este presidente
no piensa perseguir
a las religiones que no
son la nuestra,
de los dioses romanos.
Para él todos
los dioses son
iguales"
Claudio respiró y fiándose de Fulvio le condujo por aquella cueva, catacumba.
Era un
laberinto de pasillos
en las paredes
de muchos de
ellos, había sepulcros
de gente que enterraron allí. Si Fulvio hubiera
entrado solo se
hubiera perdido por pasillos
y pasillos como
estrechos túneles, que se
entrecruzaban. Hasta que al
fin llegaron, un espacio
amplio donde se
iban reuniendo esos
que creían en
Jesús hijo de
Dios Salvador. Y delante
estaba sentado un
anciano. Claudio le dijo a Fulvio: "ahí
tienes a nuestro
obispo Silvestre, por favor
trátelo con respeto
y no nos metan en
líos" - confía en
mi Claudio con
ese presidente Demócrito; no
va a haber más persecuciones
ni cristianos a
los leones _ Dios
te oiga respondió
Claudio. Como aun
iban entrando fieles en
el salón Fulvio moviéndose entre
la gente se acercó
a Silvestre. Se vio
que el
obispo le acogía con
bondad que Fulvio,
le hablaba respetuosamente. Silvestre
le hacía algunas
preguntas... duró poco
tiempo la entrevista;
luego volvió Fulvio con Claudio
y le
dijo:" vuestro dirigente
ha dicho que iría
mañana a hablar
con el presidente
Demócrito, yo marcho a decírselo; vosotros tenéis
vuestra asamblea y
acompañado por Claudio
Fulvio salió a
la calle.
En el
próximo capítulo sabremos
el encuentro de
Demócrito y Silvestre