Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

4 de septiembre de 2024

OTRO SOCIALISMO CIENTÍFICO

Otro Socialismo Científico

Marx habló de socialismo científico, pero Marx se refería a las ciencias sociales, y ya hemos visto que ese socialismo no tuvo demasiado éxito. Ahora  me refiero a un socialismo científico basado en las ciencias naturales. Y hoy lo que nos dicen las ciencias naturales  es que esta civilización capitalista en que estamos metidos es totalmente insostenible. Como sabemos por el trabajo de los científicos del GIEC (Grupo Internacional de Estudios Climáticos)  creado por la Naciones Unidas, si la temperatura media se  eleva más de 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales, es probable que se inicie un proceso irreversible de cambio climático, con unas consecuencias catastróficas para la humanidad. Además, el problema no es sólo el cambio climático, sino también el agotamiento de los recursos.

Hace algún tiempo, estos peligros se veían en un futuro lejano, pero ahora, sin embargo, el proceso de devastación de la naturaleza, el deterioro del medio ambiente y el cambio climático se han acelerado hasta tal punto que ya no estamos hablando de un futuro a largo plazo. Hablamos de procesos que ya están en marcha.

También está claro lo que provoca esta crisis. Como explica muy bien el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si, la pobreza, la desigualdad y la injusticia social por un lado, y la destrucción de la naturaleza, nuestra Casa Común por otro, son la consecuencia de “un sistema de relaciones comerciales y de propiedad estructuralmente perverso, un sistema basado en la idolatría del dinero, cuyo único propósito es la maximización  de las ganancias”. No emplea el término “capitalismo”, pero lo describe perfectamente.

El sociólogo y filósofo Michael Löwy escribe: “A principios del siglo 21 comenzamos un viaje cada vez más rápido hacia el abismo en el tren suicida de la civilización industrial/capitalista. Un abismo llamado catástrofe ecológica… Necesitamos tirar fuerte de los frenos de emergencia de la revolución antes de que sea demasiado tarde”.

¿A qué revolución se refiere? Aquí aparece el nuevo socialismo científico: el eco-socialismo, una propuesta resultante de la convergencia entre le reflexión científica  y la reflexión social. Se trataría de llegar no sólo a un nuevo modo de producción y a una sociedad igualitaria, más solidaria y más democrática, sino a una forma de vida alternativa, una nueva civilización eco-socialista, por encima de los hábitos de consumo inducidos artificialmente por una publicidad abrumadora.

La publicidad nos presenta una serie de objetos  y servicios de lo más variado pero todos se presentan con un objetivo común: todos nos prometen un camino hacia la felicidad.  Pero la felicidad basada en el consumo es una felicidad engañosa. Detrás de la publicidad está el capitalismo, y al capitalismo no le interesa nada nuestra felicidad. Por una razón muy clara: la gente que se sienta satisfecha, feliz consume poco. Está a gusto como está con lo que tiene, no necesita más. Compra sólo lo verdaderamente necesario y eso es una ruina para la economía capitalista.

Pero es buenísimo para el medio ambiente y la conservación de nuestro planeta. Sólo conseguiremos llegar a un sistema eco-socialista si buscamos caminos hacia la felicidad que no pasen por el consumismo. Y esos caminos existen. Un punto de coincidencia entre los estudiosos del tema es que la felicidad tiene mucho que ver con la autorrealización de la persona. Labramos nuestra felicidad cuando nos acercamos a la plenitud de nuestras posibilidades como personas humanas, cuando llegamos a ser lo que podemos ser.  Erich Fromm insiste en este ser, en contraposición al simple tener. Tener  es algo que queda fuera de nosotros, ser afecta al fondo de la persona,  ahí donde puede residir la felicidad.

Y eso no exige consumir el planeta.

Antonio Zugasti