MARTÍN VALMASEDA
De las palabras
que mejor definen al papa Francisco son las tres
que ha repetido frecuentemente: TIERRA, TECHO,
TRABAJO. (Lo que toda persona
necesita, pobres incluidos). Aunque algunos
de los llamados
clericales por esas mismas palabras le hayan acusado de hereje.: "¿Como
un sumo
pontífice de la
Iglesia elige esas expresiones "mundanas"? Debería haber puesto como expresiones fundamentales de
cualquier persona creyente por
ejemplo Misa, Rosario y
Procesiones."
Claro que, como se reúne con esos grupos de movimientos sociales que son socialistas...- sigue diciendo el clerical....
Pues parece que ese Jesús que inspira a Francisco también tenía un lenguaje poco religioso: Él hablaba del labrador que echaba su semilla en tierra, del albañil que levantaba paredes y techos sobre roca firme, y no decía sino practicaba su trabajo en la madera, o echaba una mano a los compañeros pescadores que no encontraron trabajo en toda la noche. En el lenguaje de los teólogos actuales tendremos que decir que el rabí Jesús era menos religioso aunque más evangélico. La religión flota en las nubes o necesita del templo mientras que el evangelio tiene los pies en la tierra, bajo techo doméstico, con el trabajo diario por un mundo nuevo.
Por eso
hoy hemos echado a
voleo esas tres palabras
como una sola
expresión que sube al
aire y cae
sobre nuestra vida
de seres humanos
necesitados.