Este fin de semana más
de 150 personas han perdido la vida en los ataques israelís de Beit Lahia, en
Gaza. Además, tres hospitales del norte fueron bombardeados, dejando a más de
350 pacientes atrapados bajo los escombros.
Entre estas cifras,
Martín, se encuentran cuatro compañeros trabajadores de uno de nuestros aliados
principales en Gaza, la Coastal Municipalities Water Utility (CMWU), que se
dirigían al municipio de Khuzaa. A pesar de haberse coordinado previamente son
las autoridades pertinentes y llevar el vehículo claramente identificado fueron
asesinados mientras iban a reparar unas infraestructuras vitales para garantizar
el acceso a agua potable.
Este ataque se suma a la tragedia ocurrida hace una semana, cuando un médico y una enfermera de la red Juzoor perdieron la vida tras un bombardeo. Juzoor, es una red de profesionales de la salud con la que colaboramos en más de 12 refugios en Gaza, proporcionando atención médica, kits de higiene y alimentos a las personas que más lo necesitan en medio de esta crisis.
Decenas de trabajadores
esenciales y humanitarios han perdido la vida, violando de forma inaceptable el
Derecho Internacional Humanitario, que protege tanto a la población civil como
a quienes prestan servicios vitales. A ellas se suman las más de 42.000
personas que han muerto desde el inicio de la ofensiva.
Toda nuestra
solidaridad con sus familias.
Es urgente que esto no
quede impune. Hoy más que nunca, te necesitamos a nuestro lado para seguir
alzando la voz por la justicia y la paz en Gaza.
Exigimos una
investigación independiente sobre este y otros ataques contra trabajadores
esenciales y personal humanitario. Reiteramos nuestro llamamiento a un alto el
fuego, a la suspensión inmediata de las transferencias de armas a Israel y
pedimos a la comunidad internacional para que garantice que Israel rinda
cuentas por sus continuos ataques contra civiles y contra quienes trabajan para
prestar servicios esenciales y humanitarios.