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6 de noviembre de 2024

PALABRAS A VOLEO: BARRO

MARTÍN VALMASEDA

De pronto viene la tormenta, Dana, una palabra se pone de moda. Ya nos habíamos  olvidado del  libro del génesis, cuando  Yahvé  tomó  un  trozo  de tierra húmeda - barro - hizo  con él una  figura  humana,  la  sopló  un  aliento  de  vida y  ahí  tenemos  al  ser  humano. Luego  nos  dijeron  los exégetas  que  eso  era  un  símbolo,  pero  todos los  miércoles  de  ceniza  nos  ponen en  la cabeza  eso, la  ceniza, y nos  dicen  "recuerda  que eres polvo (mezclado  con  agua) y  en  polvo  te  convertirás". Aunque  los  evolucionistas  nos  dijeron  después  que  la  cosa  fue más lenta que como lo cuenta la biblia; que primero se hizo la tierra y el agua (o sea el barro) y luego los seres vivos unicelulares y de  ahí, resumiendo  el  proceso,  los bichitos  cada  vez  más complicados  hasta  llegar  a los monos  y de  ellos  a los Neandertales y de  ahí, seguimos  resumiendo,  a  Don  Alberto  Einstein... 

Pero la realidad es que nuestro primer  abuelo  es el  barro y  su  costilla,  la abuela.

Pero  aunque  haya  avanzado  tanto  la  civilización,  siguen  existiendo  las  masas de  barro  que  arrasan  todo  lo  que  se les pone  delante, automóviles, casas, vidas  de  animales  o  personas;  las  masas  no  dejan  de  ser barro  arrasador.   Eso  lo  saben  bien  los  dictadores  con  su  micrófono  en  mano  que  saben  "manejar  las  masas".  Cuando un  hombre o mujer es experto, experta, en hablar a la  multitud,   no a su inteligencia sino  a su  irritación a  su  avidez, a  su codicia,  a  su violencia...  entonces el  homo  sapiens  se  convierte  en  masa de  barro  arrasador que se  lleva  por delante junto  con  situaciones  injustas  que había que  eliminar,  gente  buena  y pacífica que no era de esa guerra pero que, como se dice. Pagan  justos  por  pecadores.  Eso es producto  de  que  a  veces  el  ser  humano  que   ha  venido  del  barro de vez en cuando da marcha atrás  y  vuelve  a  convertirse  en  masa que  manejan  algunos  "listos"  a su conveniencia.

Tengamos  cuidado  en  momentos de  turbulencia,  para  que  no  nos  conviertan  también a  nosotros  en  barro  manejable.