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23 de noviembre de 2024

QUÉ DESEABLES SON TUS MORADAS (SALMO 83)

 ¡ Qué deseables son tus moradas ! (salmo 83 )

 

¡ Quiero vivir en tu casa, Dios mío, en un rinconcito que sobre.

Yó me haré más pequeño,

para no estorbar.

Sólo quiero estar junto a ti,

escuchando, contemplando,

sintiendo el calor de tu presencia.

 

Y si quieres me das una escoba para limpiar la casa.

O, si prefieres, trátame como a una escoba, dispuesta siempre a barrer, hasta gastarse, y guardadita en el rincón para que no estorbe.

 

Si me dejas, allí me quedaré días y días, porque ya no necesitaría nada.

¿ Por qué ese deseo de viajar, de correr, de divertirse, de comprar?

¿Por qué ese deseo de cambiar de casa y de coche y de vestido y hasta de amigos?

 

Tú lo eres todo para mí :

tú eres mi mar y mi montaña, mi tierra y mi galaxia, 

mi encanto y mi tarea, mi evangelio y mi biblioteca,

mi canción y mi juego,

mi éxtasi y mi silencio.

 

¡ Qué bien se está hasta en los umbrales de tu casa !

Yo quiero quedarme en tu casa, tres días y tres noches, como Jesús,

tres días y tres siglos, siempre.

 

LOS OTROS SALMOS

Colaboración de Juan García de Paredes.