Esta semana, la ola reaccionaria que surge a nivel mundial ha cogido aún más fuerza con la vuelta de Trump a la Casa Blanca.
La victoria de Trump
implica el triunfo de una agenda que combate los avances feministas, en
derechos sociales y laborales, y, que defiende la xenofobia y las expulsiones
masivas de migrantes. Y todo ello lo hace saltándose todos los límites,
hablando de "enemigos internos", alentando la persecución del discrepante
y actuando sin complejos.
El trumpismo es una
forma de hacer política que va más allá de tener una agenda de extrema derecha.
Consiste en servirse de manipulaciones, mentiras y medias verdades, de
contaminar el debate público y las redes sociales con desinformación,
saltándose todas las reglas y las normas.
El mundo hoy es un poco
peor que el 4 de noviembre. Quien ocupa la Casa Blanca tiene mucho que ver con
los equilibrios geopolíticos con China y Europa, con las relaciones transatlánticas y multilaterales, el desarrollo del genocidio
en Gaza y el papel de Vladímir Putin en la escena internacional.
Desde ahora, el timón
del mundo Occidental estará en manos de una persona imprevisible, impulsiva,
sin complejos y con una agenda reaccionaria que reforzará a los ultras de
Europa y América Latina.
En este mundo aún más
incierto, donde mentiras y fake news pueden cambiar el curso de la democracia,
difundir la verdad es más importante que nunca.
Por eso, hoy te escribo
para pedirte que si puedes, nos ayudes a combatir la desinformación y la ola
reaccionaria con periodismo riguroso, veraz e independiente.