El testimonio que estremeció en la 21º Jornada Ciudades por la Vida, en Madrid
"Llenad el mundo de bien y haréis posible lo
imposible": Mario Flores, tras 20 años condenado a muerte
En una celda diminuta, Mario Flores Urban encontró una
libertad que no había disfrutado ni siquiera cuando era una promesa de los
clavados, ni cuando se lo rifaban las mejores universidades de Estados Unidos
Descubrió que un buen número de sus compañeros eran
migrantes latinos o afroamericanos, que gran cantidad de sentencias estaban
basadas en un sistema lleno de fallos, y que los más pobres o pertenecientes a
minorías tienen mucho más difícil defenderse
"Cuando se ejecuta a una persona, también se mata
toda posibilidad de que pueda demostrar su inocencia"
Le gusta compartir y revivir su historia, porque es
"una victoria contra una muerte que parecía inevitable" y puede
servir para todo aquél que sienta desesperación y sufrimiento. "No se den
por vencidos, el final no está escrito"
(Sant'Egidio Madrid).- En una celda diminuta en la que
pasaba 23 horas diarias esperando su ejecución, Mario Flores Urban encontró una
libertad que no había disfrutado ni siquiera cuando era una promesa de los
clavados, ni cuando se lo rifaban las mejores universidades de Estados Unidos.
Su testimonio estremeció a jóvenes y adultos en dos
conferencias durante su visita a Madrid con motivo de la 21º Jornada Ciudades
por la Vidacontra la pena de muerte que organiza cada año la Comunidad de
Sant’Egidio y el movimiento Jóvenes por la Paz, como parte de una gran
movilización internacional de la sociedad civil por un mundo libre de pena de
muerte y en favor de una forma más civilizada de justicia.
"En menos de media hora, un jurado determinó que
mi vida no valía nada y me mandan a una prisión de máxima seguridad siendo
inocente. Te dan una Biblia y te dicen que entregues tu alma, porque de aquí no
hay salida"
Leyendo la Biblia se sintió profundamente conmovido
por la historia de José el soñador, que como él, fue falsamente acusado, y que estando
en prisión aprendió a interpretar sueños. También le inspiraron las vidas de
Moisés y Juan El Bautista que se «purificaron» con la sed y la escasez del
desierto.
"Esa prisión y esa condena injusta fueron mi
desierto. Muchas veces la soledad y la escasez nos ayudan a enfocarnos en la
vida"
Antes de entrar en prisión, Mario era joven de 18 años
con un futuro prometedor, un clavadista profesional que se proyectaba incluso
para las Olimpiadas con ofrecimientos de estudios de prestigiosas universidades
en Estados Unidos por su trayectoria deportiva. Todo ese futuro de éxito se ve
truncado por la declaración de unos amigos de la infancia que le acusan de
matar a un pandillero en una guerra entre bandas rivales.
"La única evidencia para condenarme eran las
declaraciones de mis antiguos amigos que lo que buscaban en realidad era
salvarse ellos"
En la antesala de la muerte, Mario descubre que un
buen número de sus compañeros eran migrantes latinos o afroamericanos, que gran
cantidad de sentencias estaban basadas en un sistema lleno de fallos, falta de
pruebas o evidencias circunstanciales y que los más pobres o pertenecientes a
minorías tienen mucho más difícil defenderse.
Testimonio de Flores en la jornada contra la pena de
muerte en Sant'Egidio
"Esa prisión y esa condena injusta fueron mi
desierto. Muchas veces la soledad y la escasez nos ayudan a enfocarnos en la
vida"
Antes de entrar en prisión, Mario era joven de 18 años
con un futuro prometedor, un clavadista profesional que se proyectaba incluso
para las Olimpiadas con ofrecimientos de estudios de prestigiosas universidades
en Estados Unidos por su trayectoria deportiva. Todo ese futuro de éxito se ve
truncado por la declaración de unos amigos de la infancia que le acusan de
matar a un pandillero en una guerra entre bandas rivales.
"La única evidencia para condenarme eran las
declaraciones de mis antiguos amigos que lo que buscaban en realidad era
salvarse ellos"
En la antesala de la muerte, Mario descubre que un
buen número de sus compañeros eran migrantes latinos o afroamericanos, que gran
cantidad de sentencias estaban basadas en un sistema lleno de fallos, falta de
pruebas o evidencias circunstanciales y que los más pobres o pertenecientes a
minorías tienen mucho más difícil defenderse.