MARTÍN VALMASEDA
Las personas que no se conforman con sólo una iniciativa que toman en su vida, como la vida no es eterna, sus iniciativas tampoco. Empiezan un trabajo o servicio social pero llega el momento en que esa iniciativa termina o no les satisface y empiezan otra... pero llega el momento en que se va terminando su vida. Y esa última iniciativa es la DEFINITIVA. Tiene suerte si encuentra algunos compañeros y seguidores de verdad; su última iniciativa es realmente DEFINITIVA porque en el futuro lo definirá a él.
Por poner un ejemplo: Ignacio de Loyola hubiera sido recordado por sus amigos como un valiente militar, pero herido en la batalla su vida dió un cambio y hoy todo el mundo lo recuerda como el fundador de la Compañía de Jesús.
Al susodicho Jesús se la hubiera recordado por los
historiadores como un
rebelde que intentaba
hacer un mundo nuevo
y fracasó clavado
en una cruz.
Hoy gracias a lo que dijo e hizo y al grupo de fieles que siguieron sus
enseñanzas (Magdalena, Pedro,
Pablo... y muchos más
en siglos posteriores
lo conocemos como el fundador (aunque él no lo fundó pero sí lo inspiró
con su espíritu) del cristianismo. Ojalá fuéramos fieles de verdad a Jesús le definió, por lo que murió(que no
fue por nuestros pecados, sino el
mundo nuevo -reino de Dios - su padre.
Así muchos hombres y mujeres después de una vida más o menos larga han dado un paso definitivo que hoy les define como creyentes, inventores, sabios, médicos, artistas... y a otros como tiranos, asesinos, ladrones,gente definitivamente mala, que al final aunque sea en cosas pequeñas, la vida nos defina a nosotros como personas definitivamente buenas.