MARTÍN VALMASEDA
Dicen que la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo. Algunos de nosotros ya lo hemos podido comprobar. Pero a pesar de todo esa "enfermedad" de ser joven en algunos se sigue manteniendo si no en el aspecto físico, sí en detalles del corazón. Uno se encuentra en la vida con personas que mantienen junto a sus muchos años un sentido del humor, una mirada al horizonte una confianza en que este mundo puede ser mejor que suena a mirada juvenil; mientras que uno se tropieza con gente de edad juvenil que frente a la circunstancias actuales, todo lo ven pesimista y amargado diciendo : "en mis tiempos no pasaban esas cosas" ¿En tus tiempos? ¡si eres aun casi patojo, chaval, y miras el mundo con ojos de Matusalén!.
Los físicamente viejos no hace falta que se vistan a la moda joven. Las abuelas no hace falta que se pinten labios o uñas de colorines lo importante es que estén atentas a los nietos, que les hagan regalos divertidos y se den cuentan de que lo revival (se dice rivaival) es muchas veces una nueva juventud de lo que estaba
de moda hace 50 años y de golpe hoy vuelve a estar al día. Hoy las cosas adelantan
que es una barbaridad decían en la verbena de la paloma pero a veces los adelantos
los hacen los arqueólogos los descubridores de antigüedades.