Antes de Navidad tuve el placer de participar en un encuentro celebrativo en los salones de Cáritas de Mérida, en la parroquia del Calvario. Allí sentí lo que es una comunidad de migrantes, en su mayoría latinos, que se encuentran y viven con verdadera esperanza en su peregrinaje por nuestra tierra y nuestra sociedad. Se me acercó un matrimonio joven venezolano con dos hijos de diez y diecisiete años. Han estado de un lugar a otro, vienen buscando vida, quieren integrarse y contribuir para poder vivir en libertad, paz y dignidad. Habían estado en albergues cuando llegaron, pero al ver que sus recursos se estaban acabando ahora habían conseguido, con la ayuda de otros migrantes, una habitación en un departamento en Mérida. Pero sintieron angustia porque están teniendo serias dificultades para poder iniciar sus trámites legales que puedan allanar el camino para su regularización aquí.
La solicitud para obtener cita en cualquier organismo no se acepta de forma presencial, debe ser online, y por mucho que lo intenten no pueden entrar y poder presentar la solicitud de una primera entrevista y exponer su caso. Han conseguido un trabajo, sin regularización legal, para poder sobrevivir, pero vinieron a nosotros para ver cómo podemos ayudarles a obtener esa respuesta institucional inicial. Me puse en contacto con gente de Mérida comprometida que apuesta por el acompañamiento de los migrantes, que están preocupadas por el tema, y están tratando de acompañarlos en este proceso. Los colaboradores también me expresaron la impotencia con la que viven y enfrentan esta situación. Nuestra sociedad es dura y simplemente se niega a escuchar la situación de su startup, aunque ya esté trabajando para nosotros y brindando servicios.
Me llamó la atención el contraste de esta situación con una entrevista con el ministro Carlos Cuerpo, esta mañana en la radio. Habló de un crecimiento fuerte y robusto de la economía, muy por encima del dos por ciento. Ahora estamos en un crecimiento de 3,1 o 3,2 por ciento para cerrar el año 2024. En 2025 será más de 2,4 por la inercia que venimos llevando. Sostuvo que es un crecimiento sostenible y equilibrado, estamos generando mucho empleo en el contexto europeo, donde España está aportando el 40 por ciento del crecimiento de la Eurozona. Para ello se basó en datos e indicadores económicos que revelan lo positivo del momento. Pese a ello, la población no parece ver bien la economía, aunque sí valora su situación económica personal.
¿Entiende el ministro que hay una mala transmisión de los elementos positivos a los ciudadanos, que no se hace hincapié en lo positivo? Pero el salario mínimo puede seguir aumentando hasta acercarse al salario medio. También se busca la reducción de jornada laboral. Para eso, dijo, tenemos que lograr acuerdos en el parlamento que hagan posible las expectativas que nos hemos fijado. Se mostró satisfecho con el medio millón de nuevos puestos de trabajo, así como con la modernización de la economía y del sector público. "Me llamó la atención que el motivo de estos buenos datos fue el aporte de la política fiscal, del consumo privado por la subida de los salarios y el aporte muy importante del sector exterior y no sólo del turismo, en los servicios no turísticos", habló de más de 100.000 millones. Hasta aquí todo bien, pero siguió comentando y me dio algunos datos que me impactaron con la situación que he ido observando y conociendo de los migrantes que llegan a nuestra tierra.
Afirmó contundentemente que la inmigración está siendo un factor clave en el crecimiento de la economía española. Explicó que partíamos de un rápido envejecimiento de la población y que no se estaba logrando un nivel equilibrado de natalidad, que requeriría una media de dos hijos por familia. Indicó que hay que compensar la disminución de la población activa, y que cada año debemos incorporar medio millón de inmigrantes, porque nos ayudan a mantener la sostenibilidad pública.
La comunicación de estas aportaciones tan importantes, de este factor positivo de la inmigración en España, según datos, no es conocida por la población. Estamos recibiendo la mano de obra que necesitamos, más del setenta por ciento proviene de América Latina. Muchos de ellos trabajan en los sectores primarios, para los que no encontramos trabajadores nacionales, pero también en sectores cualificados y de mayor valor añadido. Confesó que urge dar cabida a la mayor celeridad posible a la integración de estas personas, con una formación adecuada a las necesidades empresariales, así como regularizar la homologación de su formación en sus países de origen para poder desempeñar puestos de trabajo acordes a sus características profesionales. calificaciones. Entendí que el ministro argumentaba no desde los derechos de los que llegan sino desde la necesidad de los que estamos aquí de poder mantener el sistema de bienestar y crecimiento que tenemos. Más o menos la conclusión podría ser que actualmente los necesitamos para poder estar bien y seguir estando. Sonreí imaginando que el discurso en la fiesta de los Reyes Magos podría titularse: Migrantes nuestros Reyes Magos. Nos aportan lo que no tenemos y necesitamos para vivir felices y cómodamente: "mano de obra y niños", producción y cuidados, relevo generacional. ¡Qué curioso! ¡Cómo cambia la historia cuando atendemos a las razones y examinamos la realidad en profundidad! Los necesitamos. Aprecio la sinceridad y la postura del ministro.
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Mi pensamiento, sin embargo, intenta ir más allá. Entiendo este discurso económico y pragmático, pero en política también necesitamos el discurso ético y humano. La verdadera ciudadanía no es sólo un mercado; Europa se llama comunidad. Todos los seres humanos tienen derecho a migrar. Es en el encuentro donde nos convertimos en personas y nos enriquecemos mutuamente. La apertura cuidada con dignidad, derechos y libertad será segura y buena para todos. Hoy no sólo necesitamos razones económicas, sino también una ideología humanista de primer nivel. Lo que está pasando con los inmigrantes en España y Europa es inaceptable. No es humana, es otra forma de esclavitud encubierta. Se impone la necesidad de una legislación cuidadosa y realmente basada en razones de humanidad y dignidad. Seguiremos acogiendo y acompañando a los migrantes en todo lo que podamos, intentaremos estar de su lado en todo, sabiendo que cuando lo hacemos también estamos muy a nuestro favor.
JOSÉ MORENO LOSADA
Eclesalia
