Quieres vivir tu
libertad
y al mismo tiempo
ambicionas tener muchas
cosas.
Pero cuanto más posees,
más amarrado vives
y más angustiado te
sientes.
La mentira de este
mundo,
lo falso de nuestra
sociedad, y el engaño de nuestro tiempo:
que con mayor riqueza
tendrás más alegría,
que con bienes mayores
vivirás más tranquilo,
que cuanto más dinero
tengas te sentirás más satisfecho, y que cuanto más
satisfecho, y que cuantas más cosas compres, con menos problemas vivirás.
Este engaño nos
encandila
y son muchos los que
sucumben.
Pero la verdad es al
revés:
cuando eres pobre,
y compartes lo que
tienes,
eres libre, alegre,
espontáneo, sonriente.
Hay más alegría en dar
que en recibir.
¿ Será por eso por lo que Jesús lo gritó muy fuerte en la montaña ?
Felices los que eligen ser pobres, porque de ellos es el Reino de los cielos.
PALABRAS PARA EL
SILENCIO
Colaboración de Juan García de Paredes.