Los pueblos indígenas brasileños exigen respeto a sus territorios ancestrales
Miles de indígenas acampan en Brasilia en defensa de sus derechos ancestrales
Miles de indígenas comenzaron a acampar en Brasilia, donde renovarán
la defensa de su «derecho ancestral» a la tierra y exigirán un mayor «respeto»
al medioambiente, sobre todo en la amenazada Amazonía.
El llamado Campamento
Tierra Libre es organizado anualmente desde 2004 por la Articulación de los
Pueblos Indígenas de Brasil (Apib) y esta vez congregará a miembros de unos 200
pueblos originarios, que hasta el próximo viernes se reunirán con autoridades
de los tres poderes del Estado y permanecerán en «asamblea permanente».
La cita ha sido convocada «en defensa de la Constitución y la vida», un lema que alude a una polémica tesis jurídica conocida como Marco Temporal, que la oposición de ultraderecha logró convertir en ley en 2023, pese a que poco antes había sido declarada inconstitucional por la Corte Suprema.
Esa tesis limita los
derechos de los pueblos originarios sobre las tierras a aquellas que
efectivamente ocupaban al 5 de octubre de 1988, cuando se promulgó la actual
Constitución.
Según los indígenas,
esa legislación desconoce sus derechos ancestrales sobre territorios de los que
fueron expulsados en forma violenta, tanto durante la colonización portuguesa
o, como ocurre hasta hoy, por hacendados y poderosos terratenientes.
Desde hace más de un
año, el Supremo promueve un proceso de conciliación a fin de encontrar una
fórmula que matice el Marco Temporal, pero hasta ahora no logra los consensos
necesarios.
Más allá de ese asunto puntual,
los indígenas también presionarán al Gobierno del progresista Luiz Inácio Lula
da Silva a fin de que se acelere la homologación de los territorios que
reclaman.
La demarcación de
tierras indígenas, una obligación del Estado según la Constitución, estuvo
suspendida entre 2019 y 2022, durante la gestión del entonces presidente
ultraderechista Jair Bolsonaro, y fue retomada en 2023 pasado por el Gobierno
de Lula.
De todos modos, la Apib
exige más celeridad en el análisis de un centenar de procesos sobre
territorios, que se sumarían a unos 600 ya reconocidos y que ocupan cerca del
14 % del territorio nacional.
Lula aludió a esas
quejas el pasado viernes, durante una visita al histórico cacique Raoni, de 93
años y símbolo de la lucha de los indígenas por la preservación de la Amazonía.
«Aquellos que reclaman
que los indígenas tienen mucha tierra, no deben olvidar que un día tenían el
100 % del territorio», dijo Lula en la aldea Piaraçu, situada en la región del
Xingu, en el estado de Mato Grosso.
Garantizó que su
Gobierno «respeta a los pueblos indígenas y trabaja para que sus derechos sean
garantizados» y subrayó el papel de los pueblos originarios y sus culturas para
la protección de la Amazonía y otros biomas.
Sin embargo, escuchó
críticas del propio Raoni a unos proyectos petroleros que el Estado impulsa a
unos 500 kilómetros de la desembocadura del río Amazonas, en el océano
Atlántico y en una zona de una enorme fragilidad medioambiental, según los
ecologistas.
«Sé que usted está pensando en el petróleo que está debajo del mar frente a la Amazonía» y «creo que eso, así como está ahora, nos garantiza que haya menos contaminación y calentamiento», declaró el cacique, quien le pidió a Lula «parar de destruir y destruir». EFE