WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió
siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 1
TIEMPOS DIFÍCILES
Guatemala, finales del siglo XX . En el barrio donde estamos, ni muy rico ni muy pobre, poca gente por la calle, caminando deprisa. Los que van juntos sin hablar o platicando en voz baja y mirando a todas partes.
Es que de todas partes, por las esquinas, salen Jeeps militares cargados de metralletas.
Doña Paula, madre de familia, con la bolsa de la compra y de la mano un pequeñín, va a cruzar la calle y se detiene para dejar pasar a uno de los vehículos, pero el chiquitín de unos 5 años se suelta de la mano y sale corriendo a la calzada. El piloto frena brusco y el chirrido se funde con el grito de Doña Paula, ¡Willy!. Un soldado salta del carro y agarra al pequeño. El pequeño emocionado echa mano al fusil del militar. Este sorprendido no sabe qué hacer. La mamá nerviosa sale a resolver la situación, pero también el niño defiende sus “derechos”: “¡mamá déjame jugar!”. “Cuando seas grande y te hagas soldado” -le dice el militar- “¡Ni grande ni, pequeño!” corta furiosa Paula, arrastrando al juguetón hacia la acera.
Estamos en tiempos de golpe de estado, otro de los muchos que paralizan el país, que no encuentra la paz firme y duradera, como mienten uniformados y políticos.
Doña Paula sigue con prisa a casa arrastrando a Willy que camina mirando hacia el fusil perdido…
Al llegar a casa Paula, mientras saca las cosas de la compra le cuenta al marido la hazaña bélica de Willy.
Ramón se queda mirando al niño…. “Lo que nos faltaba. Desde que quitaron de en medio a Arbenz y no ha habido presidente normal, todo ha sido violencia en el país. El hijo de la vecina se ha ido con la guerrilla de la ORPA.
La mamá se asomó a la ventana del patio y comentó:
“A este bicho, déjale crecer - Al bicho se le escuchaba patear la pelota en el pequeño patio de la casita- ya veremos lo que será de él. El mes que viene empieza la escuela…
Paula y Ramón vivían en un barrio al norte de la capital. Ramón tenía una pequeña papelería y Paula maestra sin trabajo, cuando en la capital y sobre todo en los pueblos había tanta falta de maestros. Bromeando tristemente hablaban de poner un anuncio en las calles:<MAESTRA SIN ALUMNOS BUSCA ALUMNOS SIN MAESTRA > Sabían que no tendría éxito porque también faltaba dinero en el gobierno e interés en bastantes familias. La falta de medios de vida les obsesionaba, no miraban al futuro ni se enfrentaban al presente.
CAPÍTULO 2
EL PRIMER DÍA DE ESCUELA
Es bonito irse un día de comienzo de curso a la puerta de la escuela infantil. A unos pequeños y pequeñas los llevan papás y sobre todo mamás, jalando de ellos, casi arrastras. En otros casos parece que es el pequeñín quien arrastra a mamá. Todo fue cuestión de publicidad: Los mayores que supieron contar a sus hijos lo bien que se pasaba en la escuela, las cosas que se aprendía y lo que se jugaba en el recreo, consiguieron más éxito que quienes amenazaban a sus hijos si hacían travesuras: “cuando vayas a la escuela ya te meterán en cintura”. Esos iban arrastras. Por cierto que Willy iba casi corriendo, a cinco metros de sus papás: “¡niño no corras, que no se acaba la escuela!”.
Cuando llegó a la puerta del centro escolar, el estudiante pasó como un rayo junto a la maestra. Fueron los papás quienes hicieron la presentación: “Buenos días maestra…”
- “Pues, doña Cristina, ese bólido que ha pasado junto a usted es nuestro hijo Willy. Cuide de que no le derrumbe la escuela”. La maestra se rió:
- soy judoka y me defenderé como pueda.”
Pronto la calle quedó vacía y dentro se escuchaban los gritos de las fierecillas.
Cristina entró a última, sin hacer judo, sino cantando una canción infantil. Casi todos los pequeños la sabían y se formó el coro bastante desafinado pero alegre.
Cuando terminaron, la maestra, mujer algo mayor, pero de espíritu joven, les preguntó los nombres y los fue escribiendo en el pizarrón. No sabemos si aposta o sin querer, escribió Guilly, en vez de Willy. En seguida se escuchó una voz: “maestra, maestra, no se escribe así.”
Ella puso cara de sorpresa. “Ah ¿no? ¿entonces cómo?”
Quien había hablado no era el Willy de nuestro cuento sino otro niño con gafas gruesas .
Pues… no sé, pero yo también me llamo así y la primera letra es como dos pinchitos para abajo (y levantaba dos dedos dé cada mano como VV)
_ Sí, sí - dijo nuestro Willy- a mi nombre le pasa lo mismo, y dice mi mamá que sabe mucho que eso se llama doble V.
La seño Cristina se puso muy contenta” estupendo chicos ustedes me van a dar clase a mí. Seguro que saben más letras. Díganme las que se saben ya”
Un pecoso levantó la mano: “seño a, e,i,o,u sabe el borriquito más que tú”
Y seño Cristina: muy bien, ¿las sabes escribir?
El alumno puso morrito: noooo, eso no sé
Los demás corearon:”¡no sabe, no sabe!
La profe dio unas palmadas: ”bueno pero si cada uno sabe un poco, todos aprenderemos todas las letras y yo las iré escribiendo, y luego ustedes.
Así siguió aquella mañana primera de clase como un juego movido por la simpática seño Cristina.
Al final del día los estudiantes de letras salían en pequeños grupitos. Los dos Willys juntos orgullosos con su W , otros cantando; a,e,i,o,u sabe el borriquito más que tú.
Y al salir a la calle se echaron en brazos de sus mamás y papás diciendo :¡Ya sabemos las letras!
-Uuuh… ¿todas? ¿también la doble W?. Preguntaban ellos.
- Esa la que más -contestaban los jóvenes “universitarios”.
CAPITULO 3.
- EL SEGUNDO DÍA DE ESCUELA
No vamos a contar todos los días de escuela de nuestro amigo Willy, pero sí el segundo que fue muy distinto del primero.
Dijimos que en el primer día, unos niños iban animosos jalando de sus papás y otros con miedo tenían que ser casi arrastrados… Bueno pues el segundo día, después de la novedad del comienzo, todos iban más normales. Unos con cara de “no hay más remedio” y otros con gesto alegre. A unos se les había pasado el miedo, otros aun no lo veían claro, aunque la maestra Cristina era simpática y les había caído bien. Willy se había hecho amigo del que se llamaba como él, pero para distinguirse los dos se decían uno uilly, sin la W y el otro con g: Guilly. También se hicieron amigos de un compañero pequeñito y con lentes que se llamaba Chepito y que casi no sabía jugar.
Seño Cristina llamó a los dos “uillys” y les dijo: “fíjense ustedes dos en ese pequeñín que no juega y está allí en un rincón”.
(Fíjense que antes de empezar la clase, había un rato de deporte en el patio de la escuela. Allí Chepito estaba viendo a los demás aunque sin jugar.)
Los dos amigos se acercaron a él:”Hola, compa, ¿por qué tú no juegas?
“El chepito les dijo:” es que estuve enfermo dos años y no he jugado casi…y además ese grandote no me dejó, me dijo que ese juego es para los fuertes”
Uilly le dijo: “Pero ese grandote no manda. Ven con nosotros.
Los dos, con Chepito en medio, se pusieron con el otro equipo. Hablaron con “el que mandaba allí ( todavía no sabían qué era eso de líder”) y dijo que bueno, que jugase de portero.. Chepito se quitó los lentes y se los dio a la profe que parecía distraída, pero seguía de reojo lo que sucedía en el terreno de juego entre los pequeños. Estos pateaban la pelota de plástico, sin mucha técnica amontonándose y apretujándose… De pronto entre el barullo uno se escabulló con la bola en los pies hacia la portería y disparó. Sucedió lo inesperado. Chepito salto como una rana y despejó la pelota. Todo el equipo aplaudió a la revelación. Willy le puso la mano en el hombro: “¿qué bárbaro y ¿decías que no sabías jugar?. Chepito parecía que de la satisfacción había crecido y engordado. Le explicó al compañero: “es que cuando me estaba curando, mi papá me tiraba caramelos para que saltase a agarrarlos y por eso…”
Pero en ese momento se acercó el que mandaba en el otro equipo. Venía enfadado. “¡Te dije que tú no podías jugar!”. Willy se puso en medio: ”pues ya ves qué sí puede”.
Y se complicó la cosa, porque las niñas de aquella clase, que estaban mirando el partido salieron gritando a favor de Chepito: “¡viva viva, muy bien la parada!”. Al protestón le aumento la rabia: : ¡Ustedes cállense, que son niñas y no entienden de deporte!”. Y aquí pasó otra sorpresa. Una niña que se llamaba Pili y se veía que también era la mandamás del grupo, se puso delante con los puños cerrados:”¿Qué no sabemos de fútbol?. Pues nosotras vamos a jugar también”. El mandón cada vez más furioso: “Si ustedes juegan yo me voy” – “Anda vete - gritaron las niñas,- puedes jugar a las cocinitas!”
En ese momento Seño Cristina que se había acercado sin ruido, tocó las palmas”. Niños, se terminó el recreo; vamos a clase y me cuentan lo que pasa aquí.
Así terminó la discusión en el patio. Pero siguió después.
Si quieren saber cómo acabó esa historia con las pequeñas feministas, esperen al próximo
capítulo que se lo contaremos.
CAPITULO 4
¿QUIEN PUEDE MÁS?
Seguimos la aventura de aquellos novatillos estudiantes. Después de que seño Cristina, dio las palmadas y los metió en la clase, todos discutiendo… Bueno, todos no. Todas las niñas unidas a las órdenes de Pili, entraban decididas a su primera conquista feminista: ellas querían jugar al futbol, con o contra los niños, pero no aparte…, o sí aparte, pero como sólo había un terreno de juego…Ya verán lo que pasó.
Entraron y se sentaron los y las pequeñas. Se quedaron calladas y callados porque la profe había puesto una cara muy seria. Y empezó a hablar Cristina:
-“Me ha parecido oír que no le dejaban jugar a uno de ustedes”.
El mandón se dio por aludido.:” Claro seño porque yo le dije que no podía jugar y…”
Le cortó la maestra: “¿que tú le dijiste?… y ¿quién eres tú para decir quién puede o no puede jugar? En ese momento se dió cuenta el niño mandón de que lo habían pillado. Encogió la cabeza entre los hombros -dijo en voz baja:” Es que yo quería ganar”.
Cristina aprovechó el momento: “Claro Rober (el niño se llamaba Roberto) eso es lo que pasa en el mundo, que todos quieren ganar por encima de los demás.? ¿ No se han dado ustedes cuenta que en estos días hay por las calles de Guatemala muchos militares con fusiles, carros, metralletas,…?
El ingenuo de Willy saltó alegre: ¡sí seño Cristina, yo el otro día quise agarrar un fusil, pero mamá no me dejó!
Y la maestra: ¿para qué son los fusiles?
Willy: para disparar, pam, pam, pam!
Ella.-y para matar ¿a quién se mata?
Dijo Rober: a “los malos.”
Allí habló una niña: “y a los buenos…A mi primo que era muy bueno y trabajaba ayudando a la gente un día…(la pequeña no pudo seguir, se le saltaron las lágrimas)…
La maestra cortó la conversación:” No hay que matar a nadie ni a buenos ni a malos. En este mundo tienen que desaparecer los fusiles, las bombas, los cañones … y tiene que llegar la… (se quedó callada Cristina) y los niños primero uno y luego poco a poco todos dijeron: “ la paz… la paz… la paz la paz…”
Siguió ella. “ Y no hay paz porque muchos quieren mandar y quitar a los otros que mandan…y a los menos fuertes les dejan fuera.
Se escuchó una voz entre las niñas: ¡como a Chepito!
Todos los pequeños rieron, hasta Chepito que dijo :”¡pero yo sé saltar y agarrar la pelota y los caramelos!
-¿eso quería yo decirles niños que cada uno de nosotros y nosotras valemos para una cosa y podemos aprender otras. Por ejemplo, Chepito salta, las niñas pueden jugar muy bien al fútbol y los niños pueden jugar a las cocinas y hacer la comida en casa.
“Sí seño dijo otro pequeño. Mi papá hace la comida muy sabrosa.
“Bueno – terminó la maestra -pues de todo lo que ha pasado hoy hemos aprendido una lección importante; que todos somos iguales aunque cada uno pueda hacer cosas distintitas. ¿Está claro?
¡Siii ¡-dijeron todas y todos.
Pues ahora seguimos con las letras y mañana ¡partido de futbol niñas contra niños.
¡Bieeeen!
CAPITULO 5
¿VAMOS A GANAR?
Salió aquel día de la escuela de Willy y con él los demás, gritando: ¡Vamos a ganar!, ¡vamos a ganar!
Pero detrás salían las niñas casi cantando: ¡Qué se lo han creído, que se lo han creídoooo.!
Cada uno y una, cuando llegaban a su papá o mamá, quien les esperaba, les contaban con muchos gestos lo que había sucedido ese día en la escuela. Cada diálogo era distinto. El papá de Willy, que es quien le esperaba aquel día le preguntó "¿y tú crees que van a ganar?".
-"Pues claro, le dijo Willy, los hombres somos más".
-"Pues yo-dijo el papá-no estoy tan seguro, las mujeres son muy listas y están muy unidas".
-Ellas no son mujeres, son niñas".
-"Y tú tampoco eres un patojillo pequeñajo".
-"Pero me falta poco para ser grande".
El papá se rió "Anda mocoso, te faltan 20 años"... Así, discutiendo y riendo llegaron a casa.
Willy se metió en su habitación y se acordó de que tenía que hacer la tarea, que era escribir una frase que les había puesto la maestra en el cuaderno. La frase era: ESE OSO SE ASA.
Willy se quedó pensativo ¿Y por qué?, ¿y por qué...?
Se levantó y fue a la cocina: "¿mamá, por qué se asan los osos?"
- "Ay hijo yo no sé... yo solo aso pollos...pero no osos. Supongo que es porque quiere doña Cristi que aprendan las letras: O, S, E y A...
- Willy volvía a su cuarto, cuando la mamá le dijo: " o a lo mejor es porque las osas les van a ganar el partido de fútbol a los osos. El niño se rió: "No, no, vamos a ganar los osos.
- Bueno Willy pero ven a comer que hoy tenemos oso asado.
Comieron todos el pollo, contando bromas de la escuela, de cómo eran los niños y las niñas.
Ya no les cuento más de ese día.
Al día siguiente le llamó la atención a Willy que, cuando el llegó, ya estaban todas las pequeñas en el patio, platicando con doña Cristina. También los niños llegaron pronto y empezó el partido...
- Pues lo siento, pero aquí termina el capítulo 5
- ¿Qué pasará en el 6? Tengan paciencia.
CAPITULO 7
Vamos a dejar pasar un montón de días desde aquel comienzo de la escuela y saltamos varios meses, a los tiempos en que Willy, Uilly, Pili, Rober, y todos los compañeritos y compañeritas ya sabían leer y escribir, más o menos bien o mal. Ya escribían hasta la W.
Seño Cristi estaba muy contenta con sus alumnos. Les decía que, aunque en esa clase eran veintiséis niños y niñas tenían que ser como si fueran todos juntos sólo uno, o uno—y-una. Eso es lo que decía la profe, pero costaba trabajo, porque había algunos algo egoístas y decían que ellos eran más que los demás.
Otros no lo decían, pero lo pensaban. Había un grupo donde estaba Rober y otros cuantos que se metían con los más débiles, uno de ellos Chepito, y le hacían la vida imposible. Parece mentira que tan pequeños y con tan mala idea. Pero Pili con unas amigas y con Willy, Uilly, y otros dijeron: “nosotros vamos a ser los defensores delos más débiles”. Cuando vieron que Rober se ponía a reírse de Chepito le rodearon y Pili le dijo: “oye Rober ¿no has oído a la seño que todos somos uno?. Rober apretó los puños, pero miró a su alrededor y se fijó que había 7 compañeritos y compañeritas que empezaron a gritarle:” ¡eso no se hace, eso no se hace!”. Ninguno se daba cuenta de que, asomada a la puerta de la clase, estaba la seño Cristi. Se dieron cuenta cuando oyeron sonar una música de flauta.
Todos se volvieron y se quedaron mirándola. Ella siguió tocando una música dulce mientras les hacía señas de que se acercaran. Se terminó la pelea que se amenazaba. Dicen que la música amansa a las fieras… La seño les hizo entrar a todos en clase. Cuando se sentaron(la maestra seguía tocando) vieron que en la pizarra había escritas unas palabras. Paró seño Cristi dejó de tocar música y les dijo: ”Eso que está ahí escrito es la canción que estoy tocando. Siguió con la música mientras niñas y niños iban leyendo con dificultad, como novatos lectores, esa letra que decía:
<<yo no soy como tú - no eres tú como yo
pero todos tenemos un igual corazón
yo no soy como tú - no eres tú como yo
pero juntos seremos uno sólo tú y yo
pero todos seremos un solo corazón>>
¿lo han leído? -dijo Cristi - Pues vamos a cantarla. La cantó ella y luego todos juntos con la música de la flauta.
Al final se pusieron a aplaudir todos y todas, menos uno que no aplaudió, sino que se tapó la cara y se puso a llorar ¿ Ya saben quién?, Sí ese, Rober avergonzado porque vio que había sido un bruto. Willy entonces le dio palmaditas suaves en la espalda para animarle.
Y así termina el capítulo 7, pero seguirán las aventuras de Willy, Rober, Uilly, Pili y todas las alumnas y alumnos de seño Cristi.
CAPITULO 8
Una visita al arca de Noé
Un día cualquiera en el libro de lectura que usaban los niños y niñas en la escuela de seño Cristina, tocaba leer ese párrafo que cuenta cómo la tierra se inundó y un tal Noé que se enteró de lo que iba a suceder, porque Dios se lo dijo, pensó en hacer como un gran barco, sin velas ni remos, -un arca - y se metió en él con su familia y con una pareja de todos los animales que había en la tierra entonces, hace muchos, muchos años… y así se salvaron todos los bichos de la tierra.
Cuando terminó la lectura dijo Willy: “¡qué bárbaro seño!, ese barco sería enorme” …
Bueno- les dijo seño Cristi- esto es como un cuento, para ver el amor que debemos tener a los animales que Dios ha creado… tienen que saber que no todo lo que dice la biblia ha pasado de verdad, la biblia cuenta cosas que son consejos o son oraciones, otros son poesías y otros son cuentos como este que sirve para aconsejar el amor a los animales.
¿Entonces esto no es verdad? - preguntó Elenita, una niña muy interesada en la biblia que le leían sus papás.
Es verdad pero no como historia sino como consejo de cuidar las cosas del mundo, de toda la creación.
Pero hoy -dijo Willy - hay gente muy bruta que mata o hace daño a los animales.
La maestra aprovechó la ocasión: ”sí es muy triste y hoy hay que hacer lugares para cuidar a los animales. Si me prometen portarse bien podemos ir un día a Escuintla donde están los animales pero no en jaulas sino sueltos aunque no se pueden escapar.
Una semana antes les hizo leer y dibujar animales de países lejanos y también habló con ellos de los tepescuintles, los corzos, los monos, los cochemontes los tucanes y quetzales que pocos habían visto aunque estaban en Guatemala.
No les cuento más. Se hizo la excursión los niños volvían emocionados y ella, seño Cristina siguió aprovechando la ocasión para abrirles más los ojos y el corazón.: “
Y ustedes, dijo, ¿qué bichitos tienen en su casa?
Jaimito, hijo de campesinos dijo que él, bueno, sus papás, tenían un caballo y dos vacas. ¡Se escuchó en los demás un hoooooooo!! de admiración! Todos los demás tenían perros, gatos, pajaritos…
- Y ¿los tratan bien?
- Sí claro seño
-Willy dijo. “Pero un día mí perro me mordió porque le retorcí una pata
- “Ah claro, tienen derecho a defenderse”
La maestra les encargo que al día siguiente le trajeran escrito (en frases cortitas, porque aún no sabían escribir bien) cómo eran sus animales mascota.
Y así terminó el día tan divertido de Willy y sus amiguitos y amiguitas…
Capítulo 9
RINOCERONTES Y FLORES
Al llegar el día siguiente a la escuela, después del partido de fútbol. doña Cristi decía que a los papás que empezaba el día con fútbol porque así los tenía un poco cansados a los peques y estaban menos nerviosos. Pues después de jugar entraron en clase cada uno con su papelito donde habían puesto que les había gustado más. No se lo copio aquí porque sería largo. Solo les cuento lo que decía el papel de Willy: a mí lo que más me gustó fue el rinoceronte porque tiene un cuerno para defenderse y que no lo mareen.
Seño Cristi no iba a decirle que sí que hay gente que los mata pero Willy siguió diciendo: Y por qué les habrá salido ese cuerno en la nariz?. Entonces ella con palabras que le entendieran les dijo: es que todas las cosas del mundo no se han hecho de golpe todas a la vez, primero fueron animales pequeñitos en el agua y luego otros más grandes, poco a poco fueron saliendo a la tierra y otros fueron cambiando, pero todo pasó en millones y millones de años.
Entonces una niña levantó la mano y preguntó: ¿seño, pero qué son millones? Cristi se dio cuenta de que no podía correr mucho, que los pequeños que iban llegando a contar hasta cien. Claro es que a ustedes todavía no van...
CAPITULO 10
EL CAMBIO
Los días siguientes a cuando hablaron del rinoceronte y de las cosas que se crearon y evolucionaron la inteligente profesora les enseñó una canción. Explicándoles que esa evolución que han tenido todas las cosas quería decir que todas las cosas van cambiando y para explicarlo les puso una canción. Explicándoles que esa evolución que han tenido todas las cosas quería decir que todas las cosas van cambiando y para explicarlo les puso una canción de una cantante muy conocida y querida Mercedes Sosa.
Esa fue la letra de la canción que siguieron los niños y niñas atentamente en una pantalla:
***
Cambia lo superficial cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo
Cambia el clima con los años,
cambia el pastor su rebaño
y así como todo cambia
que yo cambie no es extraño.
Y el más fino brillante
de mano en mano su brillo
cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante
Cambia el rumbo el caminante,
aunque esto le cause daño
y así como todo cambia
Que yo cambie, no es extraño
Cambia, todo cambia,
cambia, todo cambia (cambia, todo cambia)
(Cambia todo cambia)
Cambia el sol en su carrera
Cuando la noche subsiste
Cambia la planta y se viste
De verde en la primavera
Cambia el pelaje la fiera,
Cambia el cabello el anciano .
Y así como todo cambia
Que yo cambie, no es extraño
Pero no cambia mi amor
Por más lejos que me encuentre
Por mi pueblo y por mi gente
***
Los niños entendieron muy bien lo principal, el cambia todo cambia. La maestra se los fue explicando, una niña dijo: "Seño Cristi esa señora que canta se parece a usted"
La profe se rió:"pero yo no canto como ella"
"No pero usted quiere que todo cambie"
"Tiene razón seño Cristi, que todo cambia-dijo Pili- antes no veníamos a la escuela y ahora ya somos mayores y venimos"
"Y en la escuela cambiamos más-dijo Willy- antes yo quería jugar con fusiles y pistolas y ahora veo que eso es malo, porque son cosas de matar".
"Y...y yo ahora veo que no tengo que ser el que más manda- ahora hablaba Rober,- que todos somos iguales".
Varios de los niños y niñas fueron diciendo en lo que ellos habían cambiado... hasta que habló la maestra: "pues fíjense que han hablado de lo bueno pero también se puede cambiar a lo malo.
"Si es verdad -dijo un chavalín- yo tenía un amigo que empezó a juntarse con chicos peleones y lo tuve que dejar porque siempre se estaba peleando".
"Y yo- dijo otra niña- tenía una amiga muy alegre que se reía mucho y cantaba muy bien, pero dejó de reir se la veía triste y ya no cantaba"...
"¿Y no sabes por qué?"
"No seño y ella me dijo que tampoco lo sabe".
Pues no la dejes... teneis que conseguir sus amigas que encuentre otra vez la alegría que se le había perdido; y vosotros vais a cambiar cuando seais más mayores, y teneis que cambiar para bien y aprender lo más importante que es querer a los demás y no preocuparse solo cada uno de lo suyo, porque como decíamos ayer todos somos uno y tenemos que preocuparnos todos por todos, para hacer un mundo en paz, sin guerras... para que el mundo cambie.
Y todos los pequeños cantaron con seño Cristi el estribillo, lo que se repetía de la canción: cambia todo caambiaaaaa... y Willy con la misma música cantó: toodos somos uuunoooo.
Bueno, terminó la profesora, pero ahora saquen los cuadernos que vamos a la clase de escritura, para que cambie a mejor escritura.
CAPITULO 11
SALTO DE 9 AÑOS
Ahora saltamos un capítulo de la historia de Willy, pero saltamos un montón de años y nos vamos a cuando nuestro amigo ya tenía 15... Había dejado la escuela de Doña Cristi y había pasado a la enseñanza media. Ya sabía leer y escribir muy bien y le gustaba mucho. Ya sabía lo que era un millón, también estaba aprendiendo a tocar guitarra.
Cuando iba de excursión siempre llevaba una bolsa con el instrumento y se apuntó al coro parroquial. Pero de su tiempo con la maestra seño Cristi no ha olvidado dos cosas: una el amor a los animales y otra el saber que todo el mundo está cambiando continuamente y que todas las cosas que hay en el universo; las rocas y la tierra, las estrellas lejanísimas y la hierba que estaba bajo sus pies, los mosquitos, los peces, los quetzales y los rinocerontes y las plantas: los árboles, el maíz, las flores...todo lo que existe en la creación desde hace esos millones y millones de años empezó a existir todo cuando, como doña Cristi dijo para que los niños entendieran con solo un ¡pum!, pero que ya sabía como les dijo D. Felipe que se llamaba el "bing bang" la gran explosión han salido él y los chinos, y los morenos de África, y los españoles y los esquimales, todos, todo, todo y por eso todos somos uno.
Los compañeros de Willy no lo querían entender cuando se lo decía Don Felipe en clase de ciencias. Cuando Willy se lo afirmaban le decían: que no que todos veníamos de Adán y Eva. Willy decía: "no hombre eso de Adán, Eva la serpiente y el paraíso es una leyenda simbólica que también tiene la Biblia"; Willy lo sabía bien porque se lo explicó doña Cristi, y también lo decía Don Felipe con palabras más para patojos mayores.
Entonces en esa clase se creó otra discusión que les contaremos en el capítulo 12. Tengan paciencia.
CAPITULO 12
CONCIENCIAS
Recuerdan? Ya no estamos contando la vida de ese Willy, que iba a la escuela de Seño Cristi, sino del mismo cuando había cumplido 15 años y estaba en otras peleas... amistosas, en torno a esa canción que aprendió de pequeño, cantada por la popular cantautora latinoamericana Mercedes Sosa.
Bueno, más bien al tema de que "todo cambia" y al revuelo que se levantó en la clase de ciencias, cuando se planteó la idea de que el mundo no se hizo en 7 días, sino que, de algo más pequeño que una puntita de alfiler, se produjo un ¡pum! (contó Cristi a los pequeños) y un big bang (le dijeron a Willy ya de adolescente) habían ido surgiendo en millones y millones de años todo lo que hoy existe: galaxias, el sol, la tierra, los vegetales, todos los seres vivos, el ser humano... Ahí se levantó la gran discusión de muchos compañeros que le decían: nosotros creemos más a la biblia y lo que dice de cómo creó Dios el mundo en 6 días.
Don Felipe el profe de ciencias, como estaba empezando el curso, aunque se daba cuenta de lo que discutían los alumnos, no intervenía a favor de nadie, ni de Willy ni de los demás, que decían que ese Willy no hacía caso de la biblia... y los alumnos se lo contaron a sus papás.
Una mañana, antes de que empezasen las clases, llegaron al instituto un matrimonio y otro señor, padres de alumnos del instituto. "Buenos días Don Felipe, venimos a decirle que tenga cuidado con ese compañero que se llama, creemos que Willy y que no tiene fe en la palabra de Dios".
Don Felipe puso cara de susto: "AH, SI? Bueno, aquí en este instituto tenemos alumnos de varias religiones. Lo que queremos es que sean respetuosos con lo que piensa cada uno, ¿y qué es lo que dice Willy, para hablar yo con el?
"Pues que el mundo no se hizo en seis días...Y el séptimo Dios descansó.
Don Felpe sonrió." Pues fíjense: yo tampoco creo que estuviera muy cansado"
La señora se puso nerviosa:" ¿Y es usted cristiano?"
- "Procuro serlo, y católico. Pero leo la biblia con conciencia de cómo se escribió".
Los tres señores se miraron unos a otros y dijo uno: "pues cómo va a ser?, de verdad, con conciencia.
Entonces D. Felipe: " Pero es que hay varios tipos de conciencia. Una que es la mítica. Que cuenta leyendas como lo de la creación, y muchos otros cuentos, simbólicos, las parábolas que Jesús contaba, la historia de Job... no son historias sino cuantos ejemplares ¡Hay una conciencia de los sabios de hace unos siglos, que pensaban, por ejemplo, que el sol daba vueltas al rededor de la tierra. Pero ustedes y yo sabemos que no, que quien da vueltas es la tierra. Pero ustedes y yo sabemos que no, que quien da vueltas es la tierra alrededor del sol ustedes creen eso¿verdad?
Los dos papás y la mamá dijeron que sí claro; pero como si acabasen de darse cuenta hacía un rato,...
Pues muchas cosas de la biblia-siguió diciendo el profesor- se escribieron con esa conciencia mítica y así las creía Jesús que pensaba como la gente de su época, de hace mas de 2000 años...(ellos tres que venían a protestas de Willy se quedaba poco a poco con la boca abierta, sin saber qué pensar, no sólo de Willy, sino de ese profesor que no sabían en qué creía. D. Felipe terminó: "perdonen, que falta poco para empezar la clase, pero hoy por la tarde pregunten a sus hijos lo que voy a hablar con ellos.
Se despidieron, y mientras los tres papás salen, yo les pregunto a ustedes, los lectores grandes y menos grandes de este cuento: ¿y cual es su conciencia, compañero, compañera, a principios del año 2021? Es mítica, es medieval, o como la de los años 1500, es la científica del siglo XIX o la que está asomando ahora, en el XXI ¿eh, cuál?
En el capítulo 13 veremos la que se arma en el instituto, con casi todos los contra Willy los alumnos, que les parecía hereje. (Aun no sabían lo que pensaba el profesor).
CAPITULO 13
¿NOS VAMOS DANDO CUENTA?
El día siguiente entraban en clase los alumnos del instituto, en pequeños grupos, hablando animadamente. Ya había corrido la voz de que algunos padres habían ido a protestar contra ese Willy, que parecía no creer en el mensaje de la Biblia. Además se empezaba a ver que unos pocos compañeros, se convencían de las teorías de Willy y se juntaban con él.
Había otros muchachos que ni conocían la Biblia ni tenían ningún interés religioso; pero se metían en la discusión para "armar lío" como había dicho el papa, en otro sentido.
Don Felipe se daba cuenta del ambiente pero disimuló y empezó la clase como si nada:_"A ver, teníamos la Lección 14, la ley de Lavoisier...
-"Ustedes tenían la lección 14.
-"Sí, pero Willy..."
-"¿Les dijo Willy que era otra la lección?"
-"No señor - se levantaron varias voces- pero como él dice que Dios no creó el mundo en seis días..."
-"¿Tú Willy dices eso?
-"En seis días no lo creó, pero no niego que Dios sí lo creó"
-"¿Y cómo lo hizo?
-"Ah, eso no sé. Lo creó en un instante, como una explosión, yo llamo a Dios a quién lo creó, otros lo pueden llamar como quieran."
Don Felipe vio que no tenía marcha atrás en esa discusión y siguió. Los alumnos respiraban, ya no les preguntaría sobre Lavoisier.
-"¿Y cómo se llamaba quien dijo eso de la explosión?."
Uno se pasó de listo y dijo: "sería algún ateo, lo mismo fue Lavoisier"
-"Pues no señor, fue un tal Lemaitre"
- "Otro ateo sería" -dijo otro alumno, de esos empeñados en el Dios creador en 6 días.
Don Felipe dijo que no y explicó: "Lemaitre era un sacerdote jesuita y lo siguió siendo cuando defendió esa teoría del big bang, la gran explosión (los muchachitos pusieron cara de explosión, con la boca abierta) y después de esa explosión, ya estaba todo creado, todo, todito, pero no como está hoy. Todo después en millones de años ha seguido cambiando y seguirá...¿Y saben qué? (los alumnos ya estaban atentos e interesados) que también nosotros tenemos que cambiar, como cambiaron las plantas, los animales y los seres humanos desde hace muchos siglos y tenemos que cambiar, tener más conciencia de cómo podemos ser hoy distintos de cómo éramos de pequeños porque ¡cambia todo cambia!
Para sorpresa de Don Felipe, con Willy tres o cuatro chicos y chicas cantaron juntos la famosa canción de Mercedes Sosa.
Tras el aplauso final, terminó Don Felipe: "Y ahora vamos a cambiar y pasamos a lo que decía Lavoisier... nada se crea ni se destruye; todo...y todos los estudiantes dijeron a coro; ¡todo cambia!
CAPITULO 14
LOS CAMBIOS A LOS QUINCE
No es que pasemos al capítulo 15, no estamos en el 14, al día siguiente en que terminó la clase en el instituto, después de cantar esa canción "cambia todo cambia" y que después Don Felipe intentó preguntar la lección sobre la ley de Lavoisier. Se dio cuenta el pobre, que solo tres alumnas y dos muchachos habían estudiado algo. Decía el profesor: "Pero bueno les estuve hablando, hace 4 días que Lavoisier, la vuasier se pronuncia, ¿recuerdan? Ese químico francés que decía que... esperaba respuesta, pero solo unos pocos alumnos dijeron: "la materia ni se crea ni se destruye, solo se transforma, cambia...
Bueno- terminó el maestro- pues el próximo día seguiremos, que hoy tienen esa ley muy verde y ya veremos lo que saben el próximo día.
El próximo día es hoy, el capítulo 14.
Pues es que al día siguiente, les estaba esperando el profesor para ver si habían estudiado y ¡claro! Se dieron cuenta los patojos y patojas, que aquello era importante. Se les había pasado el enfado contra Willy. Se habían convencido de que la biblia también contaba cuentos, leyendas (mitos les dijo don Felipe), para que se entendiera mejor... y entonces les siguió hablando de que ellos los y las jóvenes también estaban cambiando.
"Cambia nuestro pensamiento y nuestro corazón" - dijo Willy.
¿Sí?- le preguntó el profe - y ¿cómo cambia?
Pero quién contestó fue Pili, la que en la escuela organizó a las niñas para ganarles en el fútbol a los niños, que ahora ya eran jovencitos. Y Pili dijo: "Pues porque yo de pequeña me peleaba con los compañeritos y les quería ganar al fútbol y ahora, ahora ... (y se puso un poco colorada) pues... unos... unos compañeros me parecen brutos y otros me caen mejor y ya voy a celebrar mis quince años"... Se oyeron muchas voces." yo", " y yo", " y yo" ... Las jovencitas, que tenían unas 14, otras 15, algunas 16 estaban en esa edad de cumplir años en que se celebra una fiesta en algunos países, en otros no.
Don Felipe aprovechó la ocasión para darles alguna idea: "Claro, ya verán que van a seguir cambiando y no solo porque chicas y chicos, se gustan sino en otras cosas que les van a hacer mucha falta en la vida, ¿saben qué?. Se hizo silencio en la clase.
El profesor les hizo una pregunta más: "¿Qué pasa si ustedes agarran un carro, y sin tener el permiso, ni saber manejarlo, le ponen en marcha y se quieren ir por ahí de paseo?"...
"Claro- comentó Don Felipe, -todo cambia... pero no debe cambiar de prisa. También las mujeres y los hombres deben cambiar poco a poco para no romperse la pierna, o el corazón, ¿saben lo que debemos hacer, según lo que sabemos y la edad que tenemos. También tenemos que manejar no solo los carros, sino nosotros y nosotras, nuestro cuerpo, nuestra cabeza, nuestro corazón... .
CAPITULO 15
LOS CAMBIOS TODOS Y LOS DE CADA UNO
Desde que Willy, empezó a estudiar se fue dando cuenta de que iba teniendo suerte con los profesores y maestras que estaba encontrando. Hay maestros que sólo son enseñantes memoristas. Desde que aparecen en clase su preocupación es conseguir que los alumnos se sepan la lección, y se la sepan de memoria para aprobar los exámenes. Pero Willy se iba dando cuenta que tanto seño Cristi como Don Felipe no eran de ese estilo. Pensaban que aquellos niños, niñas, jovencitos y señoritas que estaban ante ellos eran ciudadanos de un país, en ese caso Guatemala, con algo más de 17 millones de habitantes, y con situaciones de pobreza, injusticia muy fuertes.
Los maestros que le iban picando a Willy y compañeros eran gente crítica, con conciencia de que allí estaban no solo para enseñar y poner notas, sino para hacer pensar y mover el corazón de los alumnos que al ir creciendo fueran encontrando y haciendo un país mejor.
Unos días después tuvieron ocasión de experimentar una situación algo desagradable que removió los sentimientos de la clase.
Llegó una alumna nueva una muchachita con los libros metidos en una bonita bolsa típica y también ella vestida con falda y huipil queqchí, el estilo de la zona de Alta Verapaz. En el instituto si había alumnos hombres y mujeres, indígenas pero casi todos iban vestidos con traje ladino y en la clase de Willy aquel era el primer caso...
No hubo ninguna reacción aparente entre los compañeros, casi ninguna, porque cuando la muchacha se fue a sentar justo cerca de una compañera, una tal Vilma Walcelly esta hizo un gesto como de molestia. Los alumnos cercanos se dieron cuenta.
Sabían que la tal Vilma era hija de un diputado que aparecía con frecuencia en televisión y prensa. que era muy influyente en el gobierno. Mientras la nueva alumna colocaba sus libros y cuadernos, Vilma se levantó y se acercó a Don Felipe hablándole en voz baja. Don Felipe no debió de entender. "¿Cómo dices?"- la preguntó, ella se acercó más y haciendo señales hacia el lugar donde esta en la clase, le dijo aun en voz baja algo que ya comprendió el profe. Pero este dijo mirando a todos los alumnos: "Estamos muy contentos de recibir a la nueva compañera que aun no sé cómo se llama... dinos tu nombre por favor.
Ella dejó de sacar los libros de la bolsa: "Buenos días. Soy Telma María Caal Pacay, y vengo de San Pedro Carchá en la Alta Verapaz. A mi papá le han pedido un trabajo en la capital y... El profesor la cortó empezando un aplauso de bienvenida que todos los alumnos siguieron. Casi todos. Vilma enrojeció y volvió a su sitio mirando para otro lado, con los brazos cruzados.
Willy y otros que estaban en primera fila se dieron cuenta de lo que sucedía. La hija del diputado no estaba contenta con tener cerca aquella "india". Le había intentado decir a Don Felipe que la pusiera en otro sitio. Pero el auténtico educador la contestó con el aplauso de bienvenida.
"La que se va a armar"- dijo en voz bala Willy a sus compañeros cercanos. Sabían que la Vilma tenía creída su categoría de hija de mandamás y no iba a aguantar ese que ella consideraba desprecio.
Pues dejamos a Vilma, volviendo a su sitio y hablando aun en voz baja con algunas compañeras y compañeros que se veía era de "su cuerda". Al mismo tiempo Telma saludaba a compañeros antes que continuase la clase y... ¿que fue "la que se armó?
Eso le dejamos para el capítulo próximo. En este ya se ha ido armando bastante.
CAPITULO 16
LA QUE SE ARMÓ
Pues sí, se armó al día siguiente de la llegada de Telma y la extraña reacción de Vilma.
Y se empezó a complicar cuando hubo clase de historia...Elvira la profesora una de las más jóvenes de los educadores se informó de lo que sucedía en aquella clase. Claro que lo supo porque un tal Willy, (sí, nuestro amigo y otros compañeros le contaron lo que había sucedido en la clase de ciencias.
En historia estaban comenzando con seño Elvira por la historia primitiva de Guatemala. "Como les dije, -comenzó Elvira- el ser humano, el "homo sapiens" prehistórico empezó a existir en África y de ahí se fueron extendiendo sus descendientes hacia Europa, Asia y ...
"¿Y de África vinieron aquí, a América?"- preguntó una alumna.
"La mayor parte de los historiadores- explicó Elvira-, miren ustedes en la página 27 del libro, es que entraron en lo que es hoy América del norte, desde el norte de Asia. Entraron por Alaska.
"Pero ¿cómo?--preguntó un alumno- si Asia está al este y América al oeste".
La profesora se rió. Sí fíjense qué curioso, vinieron por el este y aparecieron en el oeste americano. ¿No se dan cuenta que la tierra es una bola? Iban cazando animales como búfalos... cruzaron el estrecho de Bering, cuando estaba helado... y aparecieron en el norte helado de América. Faltaban entonces unos 40.000 años para que estuvieran por ahí, en Estados Unidos ese tal Búfalo Bill... (la profesora agarró una esfera terrestre y la fue enseñando) Desde hace unos 40 mil años hasta ahora se fueron extendiendo hacia abajo, de norte a sur y formando poco a poco, los que se quedaban en cada tierra, las distintas razas de América, norte, centro y sur. Lo más seguro es que los que llaman indios venimos de Mongolia, de China...¿no ven como muchos aquí tenemos ojos como los chinos... yo por ejemplo... (los alumnos rieron) sí ya se que me llaman la chinita muchos de ustedes. Los alumnos se miraban unos a otros riéndose y señalando a los que tenían ojos achinados.
Pero Vilma levantó la mano. "Yo no Seño, yo tengo los ojos normales".
"¿Qué dices Vilma? Todos los ojos son normales, y son normales todas las pieles, las de la gente morena, rubia, cobriza... todos los seres humanos en cualquier continente son normales cada uno con su piel, sus ojos, su tamaño, su traje, su lengua... ¡todos iguales!. Ninguno más, ninguno menos". La lengua se mordió Vilma. Había metido las patas.
La profesora siguió explicando: Por eso aquí en Guatemala tenemos un defecto muy grave...
Willy y otros compañeros saltaron a la la vez: ¡el racismo!.
Claro, porque llegaron españoles, portugueses, ingleses, alemanes... y vinieron creyéndose muchos los amos del mundo. Quitando sus tierras y sus derechos a los de aquí... Tenemos 22 pueblos mayas, quiqchés, queqchís, qaqchiqueles... y también garífunas morenitos, y xincas, y muchos mestizos o ladinos, mezcla de varias razas. Y criollos que se sienten europeos porque sus abuelos vinieron de Europa... pero ¿cuántos políticos indígenas hay en el congreso...?
Vilma se puso colorada. Un alumno que estaba cerca de la profesora la dijo en voz baja: "Seño que el papá de Vilma es diputado" La seño siguió en voz alta.: "Perdona Vilma, pero no puedo negar la verdad, En este país y en todos, todos los ciudadanos tienen iguales derechos. Los derechos humanos son para todos y los bienes de la tierra son para todos."
La Vilma agachó la cabeza sobre la mesa y se la tapó con las manos para que no la vieran llorar. A Telma la indita se la saltaron también las lágrimas y acarició los hombros de la joven racista que aquel día esta recibiendo una buena lección.
Seño Elvira, un poco emocionada siguió la clase.
Y nosotros seguiremos en el próximo capítulo. Sólo les cuento que al día siguiente varios de los alumnos Mayas o Xincas aparecieron en clase con sus trajes típicos que antes no se atrevían a llevar y algunos con un regalito para Vilma.
CAPITULO 17
TAMBIÉN LA CLASE CAMBIA
En el instituto, mejor en la clase de nuestros amigos, estaban cambiando las cosas, Gracias a patojos como Willy y otros y a profesores como D. Felipe y seño Elvira. Aunque no todos eran así, por ejemplo la profesora de literatura de la que ya tendremos ocasión de hablar.
Siguiendo con los sucesos del anterior capítulo, se vio al día siguiente que se estaba removiendo el ambiente de los alumnos. Unos, como Willy y sus amigos marcaban el ritmo de la clase, otros se iban convenciendo de que estaban allí no sólo para “aprender” las lecciones y sacar buenas notas sino para ir aumentando su reflexión y conciencia: dándose cuenta de lo que sucedía en su país, en América Latina y el mundo entero, intentar que hubiera más justicia y paz. Había otros alumnos que seguían con la cabeza cerrada. Eran muchachos y señoritas que seguían con los pensamientos de siempre aunque, viendo los aires que corrían, se hacían los avanzados, sobre todo en las clases de ciencias e historia. Finalmente existía un grupo de jóvenes, sobre todo hombres, gente por lo general de clase social elevada y mentalidad clasista. Esto se reflejó cuando dos semanas más tarde corrió por la ciudad la convocatoria de una marcha de campesinos que venían de las aldeas a exigir del gobierno una serie de mejoras: escuelas, salarios, hospitales…
La marcha llegaría al parque central un sábado a media mañana. El viernes, cuando terminaba la clase, Telma levantó la mano y lo dijo. Se vieron las distintas reacciones. Un tal Jimmy Carlos, reaccionó rápido: “Eso es una cuestión política y no hay que tratarla aquí en el instituto” .
-“¿Tú comes todos los días Jimmy??”
-“Claro ¿Y eso qué tiene que ver?”
Saltó Telma: “Pues que el que tú puedas comer y mucha gente en Guatemala no, también es una cuestión política.”
No les dije que esa tarde estaban en clase de literatura. La profesora Doña Edith, en ese momento se levantó- “Les dejo aquí que dialoguen. Este es un tema aparte del estudio. Buena tarde”. Agarró su maletín y salió.
Volvió a tomar la palabra Jimmy Carlos: “Esos campesinos que trabajen y así tendrán comida.
“Claro – respondió Telma - porque trabajan, te llegan a la mesa los frijoles y el maíz a ti, pero a ellos no les pagarán para tener bastante alimento, ni medicinas, ni…
Jimmy Carlos:”Eso es la campaña que hacen algunos políticos de izquierdas”
Allí se escuchó una voz inesperada , la de Vilma, la hija del diputado:
- “Pues a mi me gustaría que me llevasen a una aldea donde suceden cosas de esas. Hablar sin haber visto no es justo.”
-“Ah pues si quieren algunos,- propuso Vilma - mañana hablamos con algunos compañeros de los que vienen en la marcha desde Verapaz…y quedamos en visitar alguna aldea de por allá.”
Willy respondió entusiasmado: “¡Estupendo! Telma yo voy mañana contigo y con los que quieran a la llegada de los manifestantes… el personal de la clase se removío. Un grupo se juntó con Vilma, Willy y otros compañeros, para hacer planes. Jimmy Carlos y un grupo mayor de alumnos se encogieron de hombros, agarraron sus mochilas y salieron.
Otros se quedaron sentados. Unos se fueron acercando poco a poco a los de la marcha, y otros, poco a poco también, intentando no llamar la atención, se fueron escabullendo a sus casas. Ya había terminado la clase.
Aquí, en esta historia de Willy y sus compañeros, les iremos contando lo que pasó cuando la llegada de la marcha y los días sucesivos.
CAPITULO 18
LOS ESTUDIANTES SOLIDARIOS
La marcha campesina de aquel sábado fue relativamente normal. Del instituto ciudadano no fueron muchos: Telma, la alumna q´eqchí, les guiaba, Willy nuestro amigo, 3 alumnos más y 5 alumnas, entre ellas…, ¡sorpresa! La hija del diputado. Por el camino fue Vilma contando a sus compañeros lo que la había costado que la dieran permiso en casa. Lo consiguió gracias a su mamá que era nieta de españoles. Sus abuelos habían llegado a Guatemala cuando Franco en su país había ganado la guerra. El abuelo era republicano y temió la represión que hubo.
La mamá de Vilma convenció al esposo de la importancia de que la hija conociera todas las realidades de la sociedad chapina.
En el parque central de Guatemala esperaron un poco los jóvenes hasta que se fueron escuchando gritos , cantos y aparecieron hombres y mujeres. Muchas de ellas vestidas con trajes típicos de sus pueblos: quiché, q´eqchí, achí, pocomam, caqchiquel…
Telma corrió a unirse con la gente de su aldea. Willy y los demás se acercaron tímidamente…
En la puerta de la casa presidencial y del congreso había ya otra “manifestación”, esa de policías antidisturbios. No se movieron cuando se acercaban los campesinos ni hicieron gestos agresivos. Willy le dijo a Vilma.: “seguro que tu papá sabiendo que estás tú, ha hablado con el ministro para pedirle…”.- “Pues no me dijo nada – comentó Vilma -pero no me extrañaría”
Las autoridades no se asomaron a escuchar las protestas. Solo algunos diputados relacionados con los movimientos populares. Hubo discursos de los líderes y “lideresas”…
Telma se acercó con los compañeros, algunos, novatos en esas movidas, algo asustados, mirando de reojo a la policía, sus bastones y escudos…
Entre los discursos y gritos y las mantas agitadas (trabajamos la tierra ¿dónde están sus beneficios?// la milpa es nuestra ¿Quien la acapara?// nuestro niños tienen hambre//…) Pues entre todo ese jaleo, Telma presentó a sus compañeros ante jóvenes de su aldea y juntos decidieron unos días fines de semana que pudieran irles a visitar los estudiantes.
CAPITULO 19
VÁMONOS AL MONTE
Martín Valmaseda
Pues al fin el grupo formado por Willy, Telma, Vilma, y unos 9 alumnos más, después de hablar con los amigos verapacenses fijaron la fecha de un sábado para su aventura por las aldeas cercanas (no muy cercanas) a Cobán. Solamente dos habían salido alguna vez a zonas rurales de Guatemala, además de Telma, natural de aquellas tierras.
Ella les dijo que deberían llevar botas de hule, porque si llovía verían lo que habría de lodo. Todos la hicieron caso menos una tal Rosi bastante presumidilla que apareció en la terminal de buses con tacones de aguja, como si fuera a pasear por la sexta avenida. Telma no dijo nada, pero hizo una señal Willy que estaba dispuesto a mandarla a casa con tacones y todos agarraron el bus muy tempranito y salieron entusiasmados como si fueran a la selva del Amazonas.
Hasta Cobán todo fue normal salvo que las orillas de la carretera iban aumentando en arboles y barrancos…
Pero en Cobán pasaron a la terminal de buses que ya no era como la de “Monja Blanca” a la capital. -allí les esperaban unos microbuses un tanto destartalados donde en el espacio de 10 personas cupieron 17.
No cabían pero “cabieron”, perdón, cupieron junto con 3 sacos de maíz y dos gallinas. Hay que decir en honor de Telma que entonces sacó de su bolsa un par de botas de hule para la de zapatos de aguja. Esa Rosi, que se iba poniendo pálida mientras iban por la carretera encharcada a la terminal, al ver las botas, dio un abrazo a Telma y se cambió de calzado rápidamente. Allí empezó la movida. Arrancó la camioneta y después de un rato de carretera con baches fueron siguiendo los baches sin carretera y unos caminos de terracería que no se imaginaba los estudiantes de la zona 2 de la capital. El busito empezó a trepar por cuestas hasta que llegó a una aldeita de unas 6 casas ‘¡Aquí termina el trayecto!- gritó el piloto. Telma bajó la primera y les demás fueron saliendo mirando dónde ponían los pies. Salvo el pequeño espacio de la aldea todo alrededor eran árboles, había unas pequeñas milpas y en una cuesta arriba unas plantaciones desconocidas para los jóvenes, “Eso es cardamomo” dijo Telma,- y señalo a la plantación - Por ahí está el canino que vamos a a seguir para ir a mi aldea. Sujeten bien sus mochilas y síganme”. Con gesto decidido, del que conoce la ruta toda la vida, se metió en aquel camino casi invisible. Yo voy detrás dijo Willy- para empujar a los retrasados. -se formó una fila de pies que tropezaban por aquel sendero . Telma paró un momento. Tengan cuidado a la derecha hay un barranco, agárrense a las ramas de la izquierda. Y así subiendo, tropezando, mirando a lo lejos a ver si aparecía el pueblo de su compañera… Uno de los muchachos la gritó; “¿falta mucho Telma?.” Ella contestó sin parar de caminar: “Cuando subo con mi familia, 20 minutos… con ustedes supongo que tres cuartos de hora”. Uno de los que iba detrás se quejó en voz baja : “nos podían haber avisado”- “El que algo quiere algo le cuesta “-le contestó Willy que le escuchó…
A la media hora , allá arriba se divisó una columna de humo y gritos de niños… Astutamente, Telma había exagerado el tiempo de camino para sorprenderles cuando llegasen. Varios patojillo saltando por las piedras y las ramas se acercaron a ellos y les quisieron llevar sus mochilas… Déjenselas- les dijo Telma- ellos están acostumbrados… y empezó a decirles a los patojos algo que no entendían los estudiantes. Algunos delos pequeños aun no hablaban castilla (español) sólo q´eqchí.
El grupo se fue acercando al lugar donde la mayor parte de los vecinos esperaban la llegada de aquellos compañeros de Telma. Empezaron los saludos y las explicaciones que la compañera les daba. Pero , sintiéndolo mucho, se me termina el tiempo de este capítulo. Quien quiera saber más que tenga paciencia y espere al capítulo 20.
El cuento de WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
CAPITULO 20
CONTRASTES
Verán que ese fue un día de muchos contrastes, reflejo de lo que es Guatemala. No me refiero sólo al contraste entre campesinos indígenas y alumnos ladinos unos mestizos, otros indígenas de distintas etnias , con idiomas que no todos entendían, costumbres diferentes y también distintas religiones. Muchos católicos, otros de la iglesia del Nazareno, algunos testigos de Jehová, y alguna otra confesión evangélica.
Precisamente aquel día llegaba el P. Eulogio a la capilla de esa aldea: un barraconcito de madera con suelo de tierra y asientos de tablas sobre bloques de cemento. Todas las aldeas de esa zona pertenecían a la parroquia del Calvario. Un templo grande que tenía a su cargo 125 aldeitas por los montes de Alta Verapaz. Podían pasar los sacerdotes a celebrar sacramentos 3 ó 4 veces al año. Entonces se celebraban en esa aldea, además de misas, primeras comuniones, bautizos, confesiones… y se comentaba el evangelio de ese domingo. Los catequistas durante el año celebraban “la palabra” como decían: Eran especie de misas sin consagrar la eucaristía, donde se daba la comunión guardada en el sagrario que se había dejado lleno de hostias consagradas la última vez que pasó el “padre” del Calvario. Esta vez, poco después que llegasen los muchachos del instituto apareció el padre Eulogio, uno que había llegado a Guatemala hacía pocos días, acompañado de dos catequistas que fueron sus guías para llegar allí. Fueron sus guías y también sus traductores. Muchos de los feligreses no sabían o hablaban poco el “castilla” y necesitaban intérprete en la misa .
A todo esto hay que decir que también los estudiantes se repartieron. Los que eran de iglesias “evangélicas” subieron, media hora de camino, a una aldea cercana donde había una iglesia del Nazareno .
La misa, acompañada por la música de marimba duró dos horas y media, sin que nadie hiciera gesto de impaciencia… bueno alguien sí, los estudiantes que estaban acostumbrados a misas de hora y cuarto… (si hubieran sido de ciudades europeas, a la media hora ya estarían mirando al reloj y de reojo a la puerta) .
Al terminar la celebración el P. Eulogio se quedó hablando un rato con la gente y desayunado un tazón de caldo de arroz con pollo, hasta que los catequistas, jalaron de él : Padre perdone, dentro de una hora tenemos la misa en la aldea de San Pedro… que está ¡a tres cuartos de hora y cuesta arriba!… el P. Eulogio dejó la pata de pollo sin terminar agarro el bastón (la mochila, la llevaba ya una catequista que le acompañaba) y salieron a buen paso por el camino empinado. Ese día todavía le quedaban dos aldeas más donde celebrar sacramentos.
Pero antes de salir pasó algo inesperado. Willy se acercó al P. Eulogio. “Perdone Padre ¿me deja que le acompañe?”. El sacerdote se asombró “Ya vas a aguantar?”. - “Sí Yo he caminado bastante con mis papás. Les gustaba bastante las excursiones…” - miró a Telma – “ Tú ya les acompañas a los compañeros?” – “sí no te preocupes…”
El sacerdote, Willy, la catequista y tres acompañantes más se perdieron por el camino del bosque. Nosotros nos quedamos sorprendidos por el atrevimiento de Willy y nos sentamos, esperando al capítulo 21.
El cuento de WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 21
SE APUNTA A TODO
A todos les sorprendió bastante la decisión de Willy de seguir acompañando, cuesta arriba y por un camino de bosque cerrado al P. Eulogio. Los compañeros de aquella excursión se sentían cansados y se quedaron desayunando el caldo con pata de pollo, comida selecta allí.
Aquella subida era ya pleno bosque y se echaron hacia arriba el P. Eulogio, Francisco y Carmen, (dos catequistas de la aldea a donde iban)-.. y el atrevido Willy, al principio este iba un poco a remolque de los demás, pero se vio pronto que no le faltaban fuerzas y entusiasmo. Con la ayuda de un palo como bastón se abría camino entre los árboles, las rocas, y las las plantas de malanga con hojas grandes (orejas de elefante las llamaban) que cerraban el camino.
Hora y media tardaron en llegar a la aldea de San Vicente. Como en la anterior les esperaban los vecinos formando una pequeña procesión, agitando incensarios de barro y levantando candelas la cruz de metal. Así entraron todos en el pequeño templo, como el anterior, de madera sobre bloques de cemento, con algunas imágenes y, dominando el interior por su tamaño, la marimba, el violón, la batería, orquesta que acompañaba los cantos en idioma q´eqchí cantados con voces agudas por un coro de cinco jovencitas.
-“¿Y estos instrumentos están aquí todo el año?”.- Preguntó Willy a Francisco.
Él sonrió - “No te lo creerás pero la traen las tres veces al año que hay aquí misa. La traen desde San Pedro Carchá.
Se imaginó Willy lo que sería subir trepando entre cuestas con milpas, cardamomo, bosques, esos voluminosos instrumentos. Los que tienen ese entusiasmo por alabar a Dios y animar a los cristianos, tienen fuerza para eso y más.
No les he dicho que Willy y su familia no eran muy religiosos aunque eran gente muy honrada y servicial.
Willy lo comentó con el P. Eulogio. Este le dijo. “Es que no es lo mismo ser religioso que vivir la fe en Jesús”
- “No entiendo. Yo no he leído la Biblia y no sé mucho cómo era ese tal Jesús.
El cura la mano en su mochila y sacó un librito que dio al patojo: Toma lo mismo te interesa leerlo. La buena noticia de Jesús. Mientras hablan el padre se iba vistiendo las ropas para la misa, la gente se acomodaba y los músicos iban ensayando los cantos….
Willy escuchaba la canción: “vos sos el Dios de los pobres, el Dios humano y sencillo, el Dios que suda en la calle, el Dios de rostro curtido…”
“Esa es una canción de Nicaragua - le dijo Carmen - que ojalá se cantase más en vez de esas cachurecas que se cantan en nuestras parroquias”
Willy se quedó en un rincón detrás de la marimba, durante la misa , que le pareció distinta a la que iba , no todos los domingos, con sus papás.
La misa duró bastante porque hubo dos bodas, primeras comuniones… Se ve que aquella visita del P. Eulogio. Después de dos meses sin aparecer un sacerdote por allí, era un acontecimiento más que las misas de todos los domingos y entre semana en la capital .
La impresión que le produjo esa visita y esa celebración a Willy fue grande. Se la contaremos en el próximo capítulo. Porque aquello estaba haciendo pensar bastante a nuestro amigo.
El cuento de WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 22
QUIERE MÁS
Recuerdan que en el primer capítulo, cuando Willy tenía 6 años, ya era un pequeño aventurero y echaba mano al fusil de un soldado con susto de su mamá.
Luego fue cambiando, por influencia de doña Cristi, la maestra, se ponía siempre en defensa de los más débiles y de parte de las niñas que en aquella escuela con 6 años ya empezaban a ser feministas, a jugar a la pelota contra los niños (y a ganarles)…
Y ya recuerdan cuando, al llegar a los 15 años en el instituto asustaba a los compañeros porque tenía ideas más avanzadas que muchos. Encontró la comprensión de profesores que no solo enseñaban lecciones de memoria sino también a pensar y a conocer el mundo en que vivían. Willy tenía gran capacidad de asombro ante lo que encontraba en torno suyo…
Precisamente estábamos hablando de su encuentro en esa aldea por los montes de Guatemala, y de la vida y religión en aquellas casas de madera con suelo de tierra y vida humilde.
Después de terminar la misa, con cantos en marimba (con vos sos el Dios de los pobres…) mientras tomaban otro tazón de caldo con pata de pollo, Willy empezó a soltar al P. Eulogio un montón de preguntas que le bailaban en la cabeza.
- “Padre, me gustó esa canción que cantaron al principio, pero me extrañó. ¿Porqué dicen que dios es de los pobres?; si yo veo en la capital que muchas iglesias tienen más gente con dinero y son quienes dan limosna para el templo y los padres,…?
- -“Tienes razón-respondió el sacerdote-pero es que nosotros pensamos no en ese Dios de catedrales, sino en el Dios de Jesús que era un campesino de un pueblo pequeño, Nazaret, y su mamá una mujer que seguramente no sabía ni leer como la mayor parte de las mujeres de su tiempo, aunque ahora visten a la imagen de la Virgen con ropa lujosa y coronas de oro”.
- “¿Y siempre ha sido así?
- -“No, los primeros cristianos eran gente humilde la mayor parte. También había gente más rica que daban su dinero a los necesitados. Lo ponían todo en común …Eso lo cuenta un libro de la biblia que se llama los hechos de los apóstoles.
- “Pero es que en el instituto donde yo voy no tenemos clase de religión…Además hay gente que son de otras religiones, hasta hay dos chinos…”
Entonces habló Carmen, la catequista:” Pero para eso está la parroquia, hemos aprendido la biblia, sobre todo el evangelio, y cómo explicarlo bien…y una pregunta padre.
¿Usted es de una congregación que se llama me han dicho?...
Completó el padre Eulogio la pregunta:” nuestra congregación se llama <hermanos de Santa María pobre, H.S.M.P.>…pero no te creas, que seamos tan pobres también a veces fallamos y nos subimos a las ramas”.
Se rió Willy. “¿Cómo Tarzán de los monos?”
Ahí terminó la conversación con risas y comentarios mitad serios, mitad en broma, pero recogieron sus mochilas porque vieron que aun les quedaba otra aldea más arriba y había que trepar como Tarzán. Ya estaba sembrada la inquietud en el corazón y la cabeza de Willy. En el próximo capítulo se lo contamos.
El cuento de WILLY
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Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 23
MIRA AL FUTURO
Mientras subían a la aldea de más arriba, siempre más arriba, Willy se puso a caminar junto al P. Eulogio; los demás acompañantes iban más rápido. El muchacho siguió dando vueltas al tema que le traía inquieto.
- “Padre Eulogio, es que estoy preocupado con esas cosas de la religión. Mis papás no van mucho a misas y ceremonias de iglesia, pero yo veo que ayudan a la gente más que otros muy metidos en el templo”
- “No me extraña – respondió el sacerdote - estamos en momentos de crisis, en que ni son todos los que están ni están todos los que son.”
- “No entiendo lo que me quiere decir”
- “que muchas veces hay religión de ceremonias pero no hay espíritu. Se hacen las cosas por cumplir y ya sabes: cumplimiento… cumplo y miento”
- “Y ¿ustedes también los padres?…”
- “Nosotros queremos formar comunidades... poner las cosas en común,” preocuparnos de la gente que lo pasa peor”
- “Pues a mí me gustaría estar en una comunidad como esas, pero ¿sabe? Es que también me gusta esa Telmita, la compañera queq´chi` que nos ha traído aquí. Y ustedes solo tienen comunidades de hombres solteros.
- Ah, pero también hay comunidades de laicos, de matrimonios que se comprometen siguiendo a Jesús pero con familia, con hijos…con distintas profesiones… Lo importante como te dije , es seguir la vida de Jesús que es quien a nosotros nos inspira.”
- “Le prometo que voy a leer entero ese libro que me ha prestado.”
- “Si lo vas a leer de verdad te lo regalo”
Siguieron subiendo y platicando hasta la siguiente aldea… Allí se fue haciendo de noche cuando tuvieron las siguientes celebraciones… Pero Willy estaba tan interesado por la conversación que se quedó fuera del pequeño templo de madera, bajo un árbol , leyendo el librito de los evangelios regalo del P. Eulogio.
Cuando, después de cenar la última pata de pollo del día, se fueron a dormir sobre cobijas en el suelo, todavía Willy siguió leyendo cosas de ese tal Jesús que le empezaba a convencer y entusiasmar.
A la mañana, antes de salir el sol, la pequeña expedición empezó a descender después de desayunar: después de desayunar… Pues no señores, no fue la patita de pollo sino un pescado de la laguna cercana…
Bajaron recogiendo en el pueblo de abajo, a los estudiantes, antes de llegar a la llamada “carretera” de terracería y baches y esperar hora y media a que pasase una camioneta bien cargada de cardamomo. Se sentaron sobre los sacos, apoyados en las barandas de madera.
Esta vez Willy se quedó en una esquina, platicando con Telma una conversación, por lo que se veía animada. Al bajar en Cobán, para ir al bus de la “Monja Blanca” a la capital, si ustedes hubieran estado atentos habrían escuchado a Willy decir con voz resignada: “bueno, pues amigos fuertes”
Qué querrá eso decir? Tendremos que esperar a otro capítulo, la cosa se está poniendo compleja.
El cuento de WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 24
EL FUTURO EN EQUIPO
Aquel niño de 6 años, había pasado ya a los 15, había cambiado de la escuela al instituto, había empezado a conocer Guatemala real, que no era sólo la capital ni las ciudades, sino los bosques, los campos, las aldeas con su gente “nativa”, “indígena”, aproximadamente la mitad de los habitantes de aquel país. El espíritu inquieto de Willy le ayudaba a descubrir esa Guatemala y los problemas que hervían por dentro del país: la pobreza y el hambre de mucha gente, la falta de escuelas de niños y jóvenes que no tenían los centros y profesores que él había encontrado. El choque con aquella Vilma, hija de político, junto al encuentro con Telma, la campesina estudiante la hicieron ver como los dos extremos del país.
Terminamos el capítulo pasado con la conversación de Willy y Telma que terminó cuando dijo Willy:”Bueno pues amigos fuertes”.
Seguramente se lo habrán imaginado ustedes. Es que Willy le estaba proponiendo a Telma que si quería ser su novia y Telma le dio, un poco colorada: “hombre Willy yo te conozco poco, me caes bien pero yo conozco entre mis amigas varias a quienes han engañado… Aún tenemos tiempo para irlo pensando. Además yo colaboro en grupos, donde nos juntamos para analizar nuestra vida y lo que sucede en el país…
- ¡Anda!- saltó Willy - eso andaba yo buscando. Me ha convencido lo que hablé hoy con el P. Eulogio, y lo que he visto en las aldeas que hemos recorrido. Podría yo entrar en esos grupos?
Pero no porque estoy yo… estos grupos se llaman comunidades de base
Willy, sentía como que caía de las nubes a una vida distinta de la que le habían enseñado cuando hizo la primera comunión. Tenía mal recuerdo de unas catequistas que les hablaban del pecado y del demonio más que de Jesús amigo…
Ya llegaron a Cobán. Telma le dijo. Bueno Willy dime tu teléfono. Si quieres seremos amigos fuertes pero nada más… y nos encontraremos en nuestra comunidad de base. Cada dos semanas… nos juntamos en nuestras casas.
- Bueno, pues amigos fuertes dijo Willy. Y así termina este capítulo, igual que el anterior, pero ya saben lo que va pasando en ese grupo de patojos, los que además de ir a clase del instituto mostraron mayor inquietud subiendo a los montes de esas tierra olvidadas pero inolvidables de Guatemala
El cuento de WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 25
DESCUBRIMIENTOS DE WILLY
Ya ven cómo nuestro amigo Willy iba cambiando muchos aspectos de su vida. Podemos decir que era un caminante hacia el horizonte. Es que, aunque no se lo imaginen, hay personas, también jóvenes, que caminan hacia atrás. Hacia las costumbres y la vida que aprendieron de pequeños, sin pensar que tenemos en la vida gente que nos ayuda a tomar conciencia del futuro.
Personas que viven hoy o personajes de la historia pasada que son luces para el futuro, como Jesús, su palabra, su vida… (hay otros: Ghandy, Buda, San Juan de la Cruz… Lo malo es cuando la historia que se estudia en la escuela, son sólo guerreros, políticos, manipuladores del pueblo (¿y el pueblo no cuenta? Willy se iba dando cuenta de que entre gente humilde campesinos, obreros, o más cultos como los maestros que tuvo la suerte de encontrar, tenía personas con el horizonte claro y que no andaban aislados en la vida.
Telma, aquella campesina queqchí y el P. Eulogio, le abrieron Las puertas a la comunidad. Precisamente el primer día que hubo esa reunión de lo que llamaban CEB (comunidad de base). Como no sabía Willy donde era la reunión quedó en una esquina ir junto con Telma. En el camino Willy preguntón quería saber más sobre las comunidades esas, y si tenía eso que ver con la comunión que el hizo de pequeño. Telma le dijo: “Yo no creo en lo que llaman primera comunión aunque yo también la hice” Willy puso cara de interrogante(¿?)
-Yo creo en la comunión- siguió la muchacha- estar unidos las personas, formando comunidades que se unan también con otras comunidades y que todo el mundo sea una comunidad de comunidades…
Aquí saltó Willy: “Pero yo conozco grupos que están muy unidos entre ellos… pero que chocan con los demás…”
- “Eso no son comunidades, son sectas, grupos que van a lo suyo contra los que no son ellos…”
- ¿Cómo los partidos políticos?
- Como esos cuando lo que buscan es el tener el poder a costa de lo que sea: sobornos, mentiras..
Lo dice la palabra: están partidos, pero no comparten ni reparten, todo para ellos.”
- “Pero esa comunidad que dices es un sueño”
- “Claro, hay que empezar soñando y luego ver cómo se puede hacer realidad”
- Willy escuchaba y no sabía que decir… Ese sueño le parecía que tenía un despertar muy lejano.
- “Claro que es lejano – seguía Telma - y algunos cuando quieren correr mucho y hacerlo violentamente, pues lo parten. Hacen partidos … y los que quieren todo para ellos hacen otro partidos y se arma el enfrentamiento”
- “O sea que sí hay que hacer partidos?”
- “Sí pero partidos que no partan la sociedad… que no peleen sino que eduquen de buenas maneras a las personas”
- “Muchacha con todo esto me da vueltas la cabeza.”
- “Pues ya estamos llegando a casa de Mercedes que es donde tenemos hoy la reunión.”
- Con el diálogo no se había dado cuenta Willy que donde llegaban era una barranca de las afueras de Guatemala, llena de casitas pequeñas, algunas puras champas. Iban a descender por un camino enlodado. Willy se detuvo. “ ¿Por aquí?”
- Pues nosotros nos detenemos también y esperamos al próximo capítulo para escucharla respuesta de Telma y lo que encontraron por “aquí”.
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Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 26
UN MUNDO DISTINTO
Iban a descender por un camino enlodado… Willy preguntó asombrado : ¿por aquí? Así terminó el capítulo anterior.
Como Willy estaba acostumbrado a ver en las misas a las que iba, gente muy religiosa de clase más bien elevada, se extrañó de que aquella comunidad de base se reuniese, en aquella ¡pobre barranca llena de champas, chabolas más que pobres. Era una comunidad del fondo!
Telma le explicó: “ Sí el P. Juan o vive en una champa allí abajo y trabaja de albañil en una empresa del centro de la capital.”
_ Pues vamos p´allá- dijo Willi. Empezaron a bajar. Había llovido hacía unas horas. Tuvieron que agarrarse de la mano, para no rodar por la cuesta y con cuidado llegaron a la casa de Juan y Mari. No era una champa de lamina sino una casita de bloques. Allí estaban ya unas 8 personas en bancas y sillas. Telma presentó al nuevo:-“Willy es un compañero mío del instituto y no conocía lo que es una comunidad de base plástico, el techo, sí de cinc.
Telma presentó al nuevo: “Willy es compañero del instituto. No sabe lo que son comunidades de base y por lo que hemos hablado, creo que es algo que está buscando…” Había empezado ya la reunión y sin más preámbulos siguieron. Jorge el dueño de la casa con Marina su esposa , siguió con el tema: Estábamos hablando del problema del agua que en esta colonia nos están cobrando cara y no nos llega ni para cocer los frijoles. El ayuntamiento no había camiones más que…
Willy lo interrumpió: a mi me dijo Telma que aquí trataban temas sobre la fe…
Jorge le aclaró, es que la fe también es esto. Empezamos viendo alguna situación en nuestra vida. Lo que llamamos ver. Luego iluminamos con lo que dice el evangelio a nuestra vida sobre eso, y hacemos una oración y deducimos al final que debemos hacer para que cambie esa situación…
“¡Ah- comentó Willy. En mi parroquia sólo rezamos!… Eso de unir la vida con la oración. Ver-iluminar- orar y actuar, me parece una buena idea”…
Y se calló para ver cómo funcionaba la reunión. Todos participaban poniendo en común la experiencia que tenían. Algunos, entre ellas Telma leyeron alguna frase del evangelio que tenía algo que ver con el agua, se quedaron un rato en oración, y esto se unió con pensar el modo de conseguir que hubiera agua en aquel barrio y que no faltase a quienes no podían pagarla, pues había mucha pobreza por aquel lugar, como ya había visto al bajar Willy. Alguien planteó que había dicho Jesús: “el que tenga sed que venga a mí y beba” y lo que eso significaba en la vida práctica.
No vamos a desarrollar toda la reunión que duró algo más de hora y media. Sólo imagínense que como comentaba Willy luego, “esta reunión no tiene mucho que ver con la religión de la parroquia donde yo voy…”
Claro,- dijo Telma - no habrán pensado en lo que dice en su carta el apóstol Santiago. <La verdadera religión es ayudar a las viudas y huérfanos en sus necesidades y librarse del mal de este mundo> pero para muchos lo principal es pasar el tiempo en ceremonias y…
Así subieron platicando y agarrados de la mano para no caerse, aunque al llegar arriba, hasta la parada de la camioneta así siguieron. Willy le pregunto otra vez a Telma si se hacían novios, pero Telma volvió a contestar, que era pronto, que solo “amigos fuertes”. Al llegar la camioneta a nosotros se nos termina el capítulo.
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CAPÍTULO 27
OTRO SALTO ADELANTE
Ya ven que esta histórica biografía de Willy no la hacemos día tras día. Empezamos cuando nuestro amiguete tenía 6 años.
Pasamos después a su entrada en la escuela de Seño Cristi. Después de unos capítulos, donde ya se vio cómo Willy siempre se ponía de parte de los más débiles y se ganó la confianza de la maestra, pues dimos con él un salto al instituto donde encontró otro buen profesor, el de ciencias y fue formando un grupo de amigos dándose cuenta de que, cuando uno lee, tiene que comprender que unos libros o capítulos, son historias verdaderas, otros son mentiras podridas y muchos otros son fábulas, que no son mentira sino son como símbolos, cuentos que nos ayudan a entender mejor las cosas de la vida aunque no sean historias .
En el instituto, le ayudó una compañera que venía de una aldea por la alta Verapaz, de la etnia queqchí y también el P. Eulogio con los que empezó a conocer al pueblo indígena, sus problemas, sus tradiciones y valores, su marginación; el racismo de mucha gente en su país, Guatemala, que no comprendía como aquellos eran los auténticos primeros habitantes del país.
También Willy, que era algo religioso, pero no mucho, con sus diálogos con el sacerdote aquel, que subió con ellos por las aldeas de bosque y montañas verapacenses empezó a conocer a ese tal Jesús de modo distinto a como le habían enseñado en la catequesis infantil.
Y aquí estamos, cuando en esta nueva etapa, a sus quince años cuando la Telma que le caía especialmente bien le dijo que amigos fuertes sí, pero que más… que todavía era pronto.
Pues fueron pasando los estudios y los años y acercándose los alumnos de aquella clase a la universidad.
Durante las semanas del último curso en el instituto fueron a clase varios profesionales para hablar de distintas carreras a los chicos y chicas. Allí aparecieron médicos, economistas, ingenieros, informáticos, comerciantes, pilotos, fabricantes de muebles, de automóviles, psicólogos, electricistas …
Luego los jóvenes iban discutiendo en grupos lo que les parecía de más interés para sus cualidades y posibilidades.
Naturalmente los “amigos fuertes” Telma y Willy, se planteaban juntos sus intereses, inclinaciones. Telma se sentía atraída por el periodismo y los medios de comunicación. Decía que en las aldeas y lugares alejados hacía falta quién aclarase a la gente de sus derechos y de los cambios que daba la vida.
Willy decía que por eso a él le atraía la enseñanza sobre todo de la historia o la sociología. Que era una vergüenza cómo la gente, hasta gente con carrera, no se daba cuenta de lo que estaba pasando y por qué en su país.
- “Pero eso - decía Tema -se consigue mejor con la radio, la televisión…
- - “menos cuando los locutores, los comunicadores son ignorantes y no explican el porqué de lo que está sucediendo en el país,- contestaba Willy - o peor, son mentirosos y cuenta noticias falsas según las que vienen de los países poderosos que tienen la sartén por el mango y mantienen a la gente engañada.
- Así dialogaban e intercambiaban opiniones con otros compañeros. También veían que algunos que tenían grandes habilidades en química, por ejemplo, decían que su papá tenía un mercado de fruta, que le iba mal y se tendría que contentar con ayudar a su papá que se iba haciendo viejo.
- “Todo es necesario, todos tenemos que comer” - decía Willy. Pero sentía la vergënza de pensar que quienes podían ir a la facultad eran, no los más capaces sino los de familias mejor situadas, sobre todo en Guatemala donde había tanta pobreza.
- Y así fue terminando aquel año en el instituto y a nosotros se nos termina el capítulo.
- Veremos si en el próximo nos llevamos alguna sorpresa de lo que espera el porvenir a Willy, a Telma y a todos sus compañeros.
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CAPÍTULO 28
WILLY FRENTE A LA VIDA
Pasó el tiempo de vacaciones, en Guatemala de octubre a principios del nuevo año. Ese tiempo lo pasó Telma en su aldea, ocupada en los trabajos del campo y ayudando a su madre en las faenas de casa. Se desconectó de Willy. Ni siquiera se vieron cuando bajó a matricularse en ciencias de la comunicación.
Al llegar los primeros días de enero, bajó a sentir cómo sería ese cambio de estudios y vida. Se hospedaba en casa de unos tíos en la capital.
El primer día de clase en comunicación ya no resistió más, agarró el celular y llamó. Sonó, sonó pero no respondió nadie. Dejó pasar una semana y volvió al ataque. Aunque se había negado a ser novia de Willy la verdad es que su amistad con él era bastante “fuerte”. Esa vez sonó la, voz de Willy.
_ “hombre dónde te has metido?. “
_ “Perdona Telma, es que no estoy en la universidad”
“¿Cómo qué?”
- “no, lo que pasa es qué … Pero mejor te lo cuento en vivo y en directo.
Quedaron en una cafetería de la sexta avenida .
Allí Willy la explicó su cambio de planes…: “ Pues fíjate. Mi papá sabes que tenía una librería de las pocas que hay en la capital. La gente no tiene afición a leer y vendía muy poco. Y encima mi papá se puso enfermo, algo de hígado, y tuvo que cerrar. Yo me he puesto a trabajar en un taller mecánico de carros y he dejado los estudios para… si alguna vez puedo… y pienso qué tú ya no querrás ser mi amiga fuerte, ni floja ni nada.
Telma se le quedó mirando con una lagrimilla asomando en su mirada. “pues… pues… estoy pensando que además eres un poco tonto y a mí no me conoces… y ¿qué piensas si te pregunto yo ahora si quieres que … que… que salgamos juntos… bueno, que seamos amigos fuertes , pero del todo. Yo tengo ya 20 años y tú 19, me parece…Ya has esperado bastante, digo yo. Se quedaron callados.
No queremos romper el silencio y nos marchamos de puntillas para no hacer ruido.
Otro día será otro día y veremos como sigue la fortaleza de esa amistad y los problemas de sus familias, de sus estudios, de sus trabajos, de su país. Porque algo importante en las vidas de Willy y Telma es que en sus vidas lo único no era solo su vida personal sino la vida de su país, su gente, sus ciudades y aldeas.
Esto que les cuento sucede en tiempos anteriores al actual… Todavía no había estallado ese coronavirus que además de matarnos, nos obsesiona.
Veremos como sigue Willy y sus alrededores.
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Martín Valmaseda
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CAPÍTULO 29
VIDAS PARALELAS
Entre lo poco que recuerda su servidor de la geometría escolar, es que las líneas paralelas se encuentran en el infinito- ¡huy qué lejos!…- Pues no; el infinito está más cerca de lo que parece. Ya verán:
Telma empezó su vida de estudiante rodeada de libros y de sesiones de clase. Willy empezó a trabajar entre herramientas, máquinas, grasa y unos cuantos compañeros con distintas mentalidades y el jefe con mentalidad de jefe.
Se veían los “amigos fuertes” los sábados y domingos y se contaban sus distintas experiencias de la universidad y el taller.
Algunos fines de semana los dos se iban a la aldea de Verapaz donde Willy, además de gustar del ambiente campesino y de la familia de Telma, con sus seis hermanos, todos más pequeños, echaba una mano a las faenas de maíz y cardamomo y hasta ayudaba a arreglar algún motor, no de vehículos, que allí no llegaban, sino de máquinas de labranza.
En la universidad de Telma se fueron complicando las cosas. Uno de los profesores, el que gozaba de más prestigio entre los estudiantes, fue acusado por algunos otros de querer cambiar el sistema de enseñanza. Lo cierto es que en técnicas de comunicación, les pedía muchas prácticas, de reportajes , lectura y crítica de libros, filmación de realidades del país… y ellos querían sólo que el profesor hablase y ellos tomarían apuntes, estudiarían y punto.
Comentaba Telma con Willy: “A esos los mandaba yo a trabajar en la milpa; que hicieran salir el maíz por escrito”.
“No se dan cuenta- decía Willy - de que cultura y cultivo son lo mismo, que no se consiguen las cosas aprendiendo lecciones de memoria, ni se hace funcionar los carros sin mancharse de grasa y a veces dándose algún golpe en los dedos”.
El golpe lo recibieron los habitantes de la aldea de Telma cuando llegaron por allí unos señores con cartera y, sin saludar apenas, pasaron entre las casas hablando en voz baja y apuntando algo en unos papeles. Miraban y señalaban bastante al suelo en unos lugares de la aldea. Una semana después les llegó el resultado de aquella visita. El gobernador del departamento les hacía saber que: desde hace años se había descubierto zinc en el subsuelo de esa zona y se estaba en estudios de comenzar una mina a cielo abierto en toda la zona oeste de la aldea.
A los propietarios de los terrenos (milpas sobre todo) les pagarían una cantidad y deberían abandonar casas y tierra dentro de dos meses.
Se convocó a una reunión general en la aldea, para ver el modo de montar sus defensas y frenar ese abuso en que no habían consultado con el pueblo. El daño no era sólo para los dueños de aquella tierra, sino para toda la aldea que sufriría las consecuencias de aquella invasión... Naturalmente Telma y Willy se juntaron a la lucha que se avecinaba. Fueron a hablar en Cobán con el P. Eulogio y con él fueron a la asociación de religiosos (CONFREGUA). Sabía que en otras ocasiones como aquella, tomaron cartas en el asunto. Willy ya se estaba aclarando de que el Dios de Jesús, más que de ceremonias, era de amor y defensa de los pobres.
Dijimos que las paralelas, según la geometría, se juntan en el infinito. El infinito amor de Dios juntaba a la estudiante y al mecánico y sus vidas paralelas. Los problemas que tenía Telma en los estudios y en la aldea familiar se unían con los de Willy ayudando a su familia en apuros…Así aumentaba la fortaleza de amistad en el camino de los dos jóvenes. Aquí terminamos el capítulo 29 e iremos viendo como avanzan las vidas de los dos jóvenes, sus familias, la sociedad guatemalteca en que avanzaban hacia… hacia el infinito.
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Martín Valmaseda
CAPÍTULO 30
DE LA REVOLUCIÓN SALE LA UNIÓN
Los caminos de Willy y Telma se fueron juntando más a causa del último conflicto en la tierra de Verapaz, conflicto que también juntó a las dos familias campesina y capitalina.
Hace tiempo que no les hablaba de los papás de Willy. Nuestro amigo tenía gran confianza con ellos que al revés de lo que suele suceder estaban al tanto de la “fuerte amistad” de su patojo. Telma también les iba a visitar a veces y hasta la mamá, Doña Paula acompañó a la pareja en alguna ocasión a la aldea. El papá Don Ramón, todavía convaleciente de su enfermedad no estaba para esos trotes por el monte. Bastante tenía con ir buscando trabajo para cuando los médicos le dejasen libre. Había tenido que cerrar la librería, no solo por su enfermedad, sino porque por la falta de interés por la lectura y la baja economía en aquel barrio popular no había conseguido vender muchos libros.
En la facultad de ciencias de la comunicación, Telma y la mayor parte de compañeros estaban enfrentándose con el grupo de estudiantes conservador, que intentaban quitarse de encima a aquel profesor acusándolo de que no trabajaba, que sólo les daba tareas a realizar y él no preparaba las clases, acusación falsa según la mayor parte de alumnos. Lo malo es que entre los contrarios al profesor, estaba un hijo del ministro de economía. Ese muchacho creaba mal ambiente en la universidad y el papá, prepotente, hacía caso a su hijo…
En la aldea, donde la única universitaria era Telma (la llamaban la estudiosa, en corto la “estudi’’) también se creó un ambiente de interés y preocupación por los problemas que la estudi tenía en la capital. Uno de los trabajos que ella hizo, fue un reportaje sobre “cómo se prepara un locutor”. Ese documento reflejaba el conflicto de los estudiantes en torno al profesor D. Melquiades. Y no solo lo entregó, ella al profesor sino que lo llevó a Radio Gerardi, la emisora de la diócesis donde lo transmitieron y escuchó, traducido al q´eqchí, todo el pueblo.
Cuando subió el domingo a la aldea Telma tuvo que dar explicaciones de lo que pasaba en la universidad. Eso también se transmitió en radio Gerardi y lo pudieron oír en toda Alta Verapaz y hasta algunos en la capital.
…Se armó revuelo. Algunos de los alumnos del bando conservador increparon a Telma que ¿por qué tenía que sacar esos temas?, que la ropa sucia se lava en casa…Willy y cuatro compañeros más tuvieron que acompañarla por miedo a reacciones violentas…
Dejamos aquí este capítulo tan conflictivo, solo les contamos un detalle esperanzador. Estando de visita Telma en la familia de Willy, comentando los sucesos de la aldea y de la universidad comento la muchacha que echaban de menos una emisora que en los barrios marginales de Guatemala sacase a luz esos problemas de las aldeas y de las zonas deprimidas del país.
Don Bruno, el papá levantó el dedo. “Yo me apunto, mejor que estar sin trabajo es hacer algo que sirva a la gente… aunque no lean libros, radio y televisión si que siguen con interés”. Se miraron unos a otros Doña Paula y la pareja y…
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CAPITULO 31
YO ME APUNTO
Terminamos el anterior capítulo cuando Don Bruno, el papá de Willy, cuando hablaba su hijo de que en el barrio de la familia hacía falta una emisora de tipo cultural, levantó el dedo como un estudiante y exclamó: “yo me apunto”. Don Bruno en su tiempo de convaleciente andaba deprimido, aburrido y hundido. El fracaso de la librería junto con la enfermedad le había bajado los ánimos. Por eso al oírle decir eso, Paula la mamá y la pareja se miraron ilusionados. Willy exclamó,: “Pues fíjate que hasta la emisora que hiciéramos podía servir para varias cosas, por ejemplo: hacer propaganda de los libros que se te han quedado almacenados sin poder vender, educar a la gente del barrio, informar de lo que sucede en el país, porque muchos están en la luna… Saltó entonces Telma e informar a la gente de la capital de nuestra lucha en Verapaz contra las minas de zinc que nos van a asfixiar y… y usted Doña Paula, la veo que está muy quieta… solo sale a la calle para ir al supermercado y tiene usted una bonita voz de locutora…
-“yo?- la mamá puso cara de asombro… Saltó Willy: ya se lo he dicho yo, que con un hijo, solo podía meterse en una actividad.
Don Bruno que había estado muy pasivo, puso cara de capitán general y empezó a organizar una vida nueva en aquella familia. Willy agarró el celular (móvil como dicen en España) y llamó a un amigo que habían echado de radio Sonora. Puso voz de cronista deportivo. Buenas tarde, señor Victorino, le habla a usted de la nueva emisora del barrio, La barranca de Santa Marta.
El amigo que ya había adivinado la voz de Willy, contestó: “y qué emisora es esa?”… Willy dudó un poco… pues… es…la emisora… “LIBROS A LA CALLE” que junta la lectura y la radiocomunicación. La cultura de papel y la de las ondas radiales.
El llamado Victorino se dio cuenta de que aquello, entre bromas iba en serio y en 20 minutos estuvo en casa de Willy.
Doña Paula ya había preparado una meriendilla y lo primero que tuvo que hacer Willy, en aquella reunión improvisada es explicar por qué se le había ocurrido aquel nombre.
-“Sí dijo porque mi papá que se ha ofrecido para empezar esta radio,. Vendía libros… mejor intentaba vender, pero no le compraban… y pienso que la radio no tiene que hacer olvidar la lectura de libros…
Intervino Don Bruno: Pero yo no tengo experiencia en esto, si Victorino el amigo de Willy se junta a este invento, el dirá como llamamos a la nueva radio y cómo empezamos.
Victorino iba a contestar, pero en ese momento suena el timbre de final del capítulo, y ¡zas! Todos se quedan callados.
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CAPITULO 32
OTRO TIPO DE REDES
Pues sí que se está enredando la situación. Me explico: la palabra redes ya saben lo que era para Jesús nazareno, para Pedro, Juan… los pescadores. Ellos tuvieron que dejar las redes para irse con Él… Hoy cuando hablamos de redes no hablamos de mar, sino de tierra firme o de aire. No se trata de redes acuáticas; sino de redes sociales que de unos aparatitos a otros (teléfonos, ordenadores…) ayudan a que las personas se enreden.
“Yo te haré pescador de hombres” dijo el profeta. Yo haré que te enredes en otras redes distintas. Hoy la gente se enreda en buenas o malas redes. En estas aventuras del Willy tan enredador, repasen todos los capítulos: el pequeñín que empezó enredándose en el juego de la guerra (capítulo 1) gracias a una maestra enredadora se empezó enredar en la defensa de los débiles y los derechos de las mujercitas futbolistas. Luego a la sombra del instituto se desenredó de visiones simples de la vida, de la vida burguesita de la capital, subiendo a las aldeas de Alta Verapaz, descubriendo con el P. Eulogio y con Telma una vida distinta, al tiempo que se empezaba a enredar en… digamos una amistad fuerte, con la muchachita q ´eqchi´. Al tiempo tuvo que desenredarse de la universidad para descubrir la vida del trabajo obrero.
Pero no se quedó ahí, sino que enganchado en las redes familiares, enredó a sus papás en las redes más modernas, las redes de ondas radiales, de redes sociales para que la gente de su colonia y de otros lugares del país abriesen los ojos a la realidad de Guatemala. Y así estamos en el capítulo 32. Vamos adelante.
Don Ramón y Victorino se entendieron bien en las primeros pasos para comenzar en la barranca de Santa Narta la Nueva emisora RADIO “LIBROS A LA CALLE”.
Con ayuda de amigos consiguieron en mes y medio un equipo transmisor y ua antena que instalaron en el cerro de las águilas . (no sabían porqué se llamaba así, , por allí solo había gorriones). Willy tuvo arte para enredar (que no se olvide la palabra) a los compañeros del taller y al dueño con la promesa de hacerle propaganda a <talleres el rápido> los equipos de sonido los consiguió Victorino de sus muchos amigos radiofonistas.y, ya les digo, en mes y medio estaba instalada la emisira radio educativa LIBROS A LA CALLE.
También colaboró Telma pidiendo colaboración a las radios Tezulutlán y Gerardi de Cobán.
Durante los 15 días anteriores a la inauguración de la emisora estuvieron haciendo prácticas de sonido y consiguiendo los permisos necesarios como radio educativa. El nombre elegido les ayudó: LIBROS A LA CALLE. Pidieron al ministro de educación que hablase en la transmisión inaugural. El ministro, persona inteligente, cuidó de informarse de las circunstancias por las que se había inaugurado aquella pequeña emisora.
La mañana de comienzo de RADIO LIBROS A LA CALLE, Victorino, el director presentó al ministro de educación.
Este habló, pero sólo dijo: “Amigos y amigas oyentes de esta nueva emisora, es para mí un placer inaugurar esta emisora educativa y popular y lo hago con estas breves palabras, deseándoles que sea de verdad educativa y que a través de ella como dice su nombre no solamente salten por su antena voces y música sino libros, ¡libros a la calle,!... pero la explicación de ese nombre ,que les habrá sorprendido a ustedes no lo hago yo. La va a hacer un joven trabajador que según me he informado ha sido parte importante en el nacimiento de este medio de comunicación; le dejo pues el micrófono al amigo Willy González.
Se asombran ustedes de este cambio de presentador?
Todos los presentes, los papá de Willy, Telma, los amigos invitados ... Todos menos Willy a quien el ministro había explicado antes su plan.
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Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPITULO 33
WILLI EN LA EMISORA
…Siguiendo el capítulo anterior, ya saben, Willy se sentó en el lugar que le dejó el ministro de educación y con la voz un poco temblona al principio y luego. Poco a poco más segura empezó a explicar por qué llamaban a aquella emisora con ese nombre que “olía a papel”. Mientras hablaba se estaba imaginando a oyentes de aquel barrio, la barranca de Santa Marta escuchando su nueva emisora. Y tenía razón porque toda la familia y sus amigos habían pegado afiches por toda Nueva Chinautla y colonias cercanas . Buen número de vecinos se habían pegado a su radio o a su celular, para escuchar qué podrían decir del barrio aquella gente del mismo lugar.
“Soy hijo - comenzó nuestro amigo - de un vecino que tenía una librería, (dijo con voz irónica)¿saben? Una tienda donde se venden libros. Supongo que ya saben ustedes lo que es un libro… esa colección de hojas de papel manchadas, con unas manchitas que llaman letras. Las letras suenan en la cabeza y en la boca de los que saben leer. ¿Ustedes saben leer, supongo? O tal vez muchos en esta colonia? no saben, o saben pero no lo practican. Mi papá estuvo en una de estas calles del barrio, detrás de un mostrador, sobre el que sólo había libros, muchos libros. El libro tiene una ventaja sobre el televisor, que no gasta electricidad aunque se lea muchas veces. En 4 años mi papá sólo vendió 11 libros… y se empeñó en seguir intentando vender porque decía que la cultura puede servir para salvar este país… al final se puso enfermo del disgusto y los libros no salieron a la calle, están al fondo de nuestra casa…
Sonó el teléfono del papá: “Don Ramón le saludo desde Radio Gerardi de Cobán. Dígale a su hijo, que estamos transmitiendo por nuestra emisora la inauguración de la suya, y la están escuchado en las aldeas de Alta Verapaz, supongo que está ahí nuestra vecina Telma. Nuestros saludos a ella y a ustedes…
Don Ramón cortó a su hijo su discurso … “Perdona Willy que te interrumpa. Me dicen, amigos radioescuchas, de Cobán que allá por Alta Verapaz también nos escuchan Y… ” “ Se creó un clima de entusiasmo en la nueva emisora, Telma también intervino saludando a los verapacenses… Entonces Willy, puso un CD y lo presentó diciendo: “pues para terminar esta transmisión escuchen ustedes el disco que va a ser nuestro himno; con el que empezaremos y terminaremos la transmisión de cada día. Conocerán esta canción los admiradores de esa gran cantante que es Mercedes Sosa… y esté deseando que Guatemala se transforme, cambie en un país de paz y justicia... Escuchen ustedes para finalizar la canción ¡Cambia, todo cambia! Porque con la ayuda de libros, de emisoras de televisión y radio y de todas la personas de buena voluntad en Guatemala las cosas tienen que cambiar”.
Y en Chinautla, en Verapaz y otros lugares empezó a sonar la voz de Mercedes Sosa... Nosotros la hacemos sonar aquí en nuestro blog para terminar el capítulo y que¡¡ TODOS SEAMOS UNO !!
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CAPITULO 34
LA UNIÓN HACE LA FUERZA
En torno a Radio “libros a la calle”, se creó en Guatemala un fuerte equipo de acción. Con ayuda de la nueva emisora, unida a las diocesanas en Verapaz, aumentó el movimiento de los vecinos en la lucha por sus tierras contra la empresa de zinc, y allí se unió el departamento de ciencias de la comunicación en la universidad. En él, Telma explicó a los estudiantes y profesores la lucha por la tierra en Alta Verapaz y les contó también que en su aldea estaban interesados en la lucha en defensa del profesor de universidad y su método de enseñanza que atacaban el grupo conservador.
Así se empezó a organizar una red de comunicación y acción llamada GUATEMALA TODOS UNO. Los nudos de esa red eran: – fíjense qué distintas fuerzas - los campesinos indígenas de Verapaz, los profesores y alumnos del departamento de comunicación en la universidad San Carlos, las emisoras de radio diocesanas de Verapaz y LIBROS A LA CALLE, donde Paula y Ramón fueron los nuevos locutores con ayuda de Victorino. A todos estos se unió Seño Cristy con su escuela y el instituto donde estudiaron Willy y Telma, que mantenía su amistad con ellos. La típica frase “La unión hace la fuerza” allí fue una realidad, y también la contraria “la fuerza hace la unión” porque los “amigos fuertes” que empezaron a ser Willy y Telma , desde los montes, se fueron uniendo cada vez más, no solo entre ellos, sino con esa red de todos los que a lo largo de su juventud habían ido conectando con ellos. Y tampoco nos olvidemos del P. Eulogio, el que, sin pensarlo, conectó a la pareja fuerte y al párroco Juan que coordinaba las comunidades de base en las colonias marginales de la capital.
Cada uno de los personajes de nuestra historia era uno de los hilos que se anudaban en escuelas, universidades, emisoras familias, parroquias populares, … y se enfrentaban a otras fuerzas negativas que dispersan la vida de Guatemala, como la ignorancia de muchas familias, el individualismo y el “yo puedo más que tú” desde niños a grandes, el racismo que envenena ese bello país.
Detalles de todo esto, los han visto si han leído toda esta historia de Willy y sus amigos.
El cuento de WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 35
ÚLTIMO CAPÍTULO
Como dijimos en el capítulo anterior se formó una red guatemalteca tejida por gente indígena, ladina y hasta extranjera porque el P. Eulogio era belga. Entre todos había estudiantes, y trabajadores del campo o de la industria, su religión era de muchos católica, algunos cristianos evangélicos otros de la costumbre maya. No había personas ricas, pero con más seguridad económica en los estudiantes y pobres sobre todo en las aldeas, algunos muy apurados… Pero todos con un fuerte sentimiento solidario atentos a cuando alguien necesitaba ayuda. Por eso se empezaron a llamar los TODOS-UNO, pero no era un grupo que se quedaban mirándose unos a otros, sino atentos al mundo en que vivían en la capital, en las colonias humildes, en las tierras de Verapaz y en los problemas que les angustiaban.
Llegó la noticia de que la empresa minera del zinc iba a empezar a socavar el terreno y aquel lunes al comienzo de la cuesta de la aldea un grupo de unas 200 personas formado por campesinos de esa comunidad y pueblos cercanos, con ellos estudiantes de la San Carlos, con algunos profesores solidarios, informadores de radio Gerardi, Tezulutlan y radio “libros a la calle”, religiosos compañeros de los padres Juan el de Santa Marta y Eulogio el de Cobán (a los que allí nadie llamaba padres) : también religiosas de la asociación que las unía (Confregua) … Todos estaban así como un bloque, bloqueando el camino por donde aparecieron los camiones, algunos cargados como bulldozers, otros con obreros y… lo que seguramente estarán esperando ustedes, tres carros de policías con escudos y armamento antidisturbios. Naturalmente los orejas de la empresa que se movieron como gusanos ya habían informado al gobierno de lo que se estaba organizando en las colinas verapacenses.
El capitán de policía se acercó al grupo: “¡Disuélvanse!” Gritó.
La gente se mantuvo en silencio, sólo levantaron unos afiches y mantas: //ESTA TIERRA ES NUESTRA,// NO COMEMOS METAL,// USTEDES COMEN MAÍZ
El oficial volvió a preguntar: “¿Quién ha organizado esto?”.
Se rompió un poco el silencio cuando sonaron unas voces de gente no visible en las filas delanteras. Sólo decían: ¡¡Todos!! ¡¡somos nosotros los que vivimos aquí!!.
En ese momento salió de entre la gente un hombre que no tenía aspecto de campesino , con unos documentos en la mano.
“Perdone agente, soy el licenciado Ruiz y actúo por parte de los vecinos. Usted sabe que las leyes de Guatemala dicen que en situaciones como esta se pide la consulta al pueblo y esa no sea hecho aquí de ningún modo. Les ruego que se retiren y sigan los trámites para un caso como estos en que se juega el porvenir, la vivienda y el alimento de todas estas personas.”
Esa fue la ventaja de que se uniera con los campesinos la universidad con sus expertos en leyes y otras personas de la capital. El jefe de policía, que parecía dialogante, llamó a alguien que debía de ser responsable de aquella invasión.
Poco después los obreros se retiraron dejando las excavadoras como signo de que aquello no terminaba ahí. Se fueron policía y trabajadores, dejando un retén de vigilancia.
También los defensores de su tierra subieron a sus casas, pero quedaron algunos responsables de que nadie , hombres ni máquinas subieran por aquella cuesta arriba, a donde estaba su vida.
Los estudiantes, algunos se fueron a sus casas y otros quedaron platicando con campesinos que les habían invitado a comer su típico caldo con pata de pollo.
Al final solo quedaron en aquel sitio conflictivo dos personas llamadas Telma y Willy .
En el silencio del bosque se oyó la voz de Telma decir: “¿recuerdas Willy que cerca de aquí, un poco más abajo fue donde me dijiste que…”
“Si,- respondió Willy,- y tú me dijiste que sólo seríamos amigos fuertes…
- Pues en este momento no sé por que se me ocurre que con lo que hemos vivido y luchado podríamos ser amigos un poco o mucho más fuertes “
- Willy se quedó pálido, luego colorado luego pálido otra vez y al fin dijo:” bueno , si te empeñas…”
- Telma se echó a reír, porque sabía cómo reaccionaba el muchacho en estos casos y se puso a cantar mientras le abrazaba… y también Willy la seguía en la canción y el abrazo: ¡¡¡cambia todo cambiaaaa!!!